La entrada y la salida de la capital en automóvil es a partir de hoy un poco más complicada. Las obras de rehabilitación de la estructura de los puentes del nudo de O'Donnell empezaron esta pasada noche y se prolongarán durante unos cuatro meses y medio.

La entrada y la salida de la capital en automóvil es a partir de hoy un poco más complicada. Las obras de rehabilitación de la estructura de los puentes del nudo de O'Donnell empezaron esta pasada noche y se prolongarán durante unos cuatro meses y medio, un tiempo en el que habrá restricciones al tráfico en la zona: en la primera fase se cortarán los carriles exteriores de ambos tableros y en la segunda los dos interiores. Así, solo habrá dos vías de circulación por sentido, además de los carriles de aceleración y deceleración. Ahora que la señalización ya está instalada, los operarios empezarán hoy a trabajar a la altura del punto kilométrico 7.600 de la M-30.

Las obras se centrarán en sustituir los apoyos de los estribos de los dos tableros, y también se adecuarán a la nueva normativa y al volumen del tráfico los sistemas de contención mediante refuerzos de fibra de carbono. Además, se renovarán las barandillas y los sumideros y se repondrán las juntas de calzada. Los técnicos municipales efectuarán una limpieza general, pintarán de nuevo los parámetros y realizarán reparaciones localizadas en el hormigón. Estos pasos superiores son los encargados de conectar la M-30 en ambos sentidos con la Radial A-3 y con Vicálvaro.

Por su parte, en la Calle 30 se producirán cortes puntuales de manera alterna, pero siempre en horario nocturno –entre las 23 y las 6 horas– y dejando carriles libres en ambos sentidos de circulación. Según el Ayuntamiento de Madrid, las obras tienen por objeto «frenar el deterioro y corregir distintos desperfectos». Durante el tiempo que se prolonguen las actuaciones, el Consistorio recomienda utilizar el transporte público.