Hollywood
Descienden más de un 75% los rodajes de películas y anuncios en Madrid
Madrid es un plató de cine, sus rincones han quedado reflejados en miles de películas, cortometrajes, anuncios, series, etc. Sin embargo, cada vez son menos las producciones que quieren utilizar sus calles, con el correspondiente permiso de ocupación de la vía pública. Un descenso en las peticiones que, además, se ha hecho más acusado desde la apertura de la City Madrid Film Office, una agencia cuyo objetivo es la atracción de producciones audiovisuales. En concreto y según los datos municipales, en el caso de los largometrajes, se ha pasado de 300 permisos concedidos en 2015 y 221 en 2016 a 74 en 2017 (un 75% menos respecto a 2015) y, entre enero y mayo de 2017 apenas 24. Algo similar sucede con los anuncios, para los que se dieron en 2015 y 2016 1903 y 1918 permisos respectivamente, y que en 2017 bajaron abruptamente a los 734, siendo 283 en el primer cuatrimestre del año.
Lo curioso es que el resto de producciones –programas de televisión, documentales, series, retransmisiones, reportajes fotográfico y cortometrajes, entre otros–, no han sufrido una bajada tan acusada. Al contrario, se mantienen en número similares con pocas variaciones respecto a 2015 y 2016, con 9.595 y 10.734 permisos concedidos, frente a los 10.298 de 2017 y los 5.075 de enero a mayo de 2018.
Hay que tener en cuenta que se trata de los permisos para ocupaciones en la vía pública y edificios municipales, es decir, los que implican el pago de una tasa. De hecho, según informó City Madrid Film Office, hasta mayo se han recaudado por este concepto 127.012,52 euros. También existen otros permisos para rodajes de pequeñas dimensiones que no requieren tasa y se pueden solicitar mediante un acto comunicado, que han sido un total de 2.458 en el mismo periodo.
Es por ello que el motivo del descenso desconcierta a los distintos agentes implicados. Por un lado, el consistorio madrileño apunta a que los permisos ahora son para varios días y no es necesario pedir tantos. Sin embargo, la diputada regional de Ciudadanos Esther Ruiz, considera que esto no justifica esta bajada tan llamativa de los rodajes puesto que, desde su punto de vista, el coste de la tasa no es reseñable dentro de los gastos de producción. «El primer error es que haya dos oficinas duplicadas, con lo que nos costó impulsar Film Madrid en la Comunidad, el Ayuntamiento decidió hacer su propia oficina», señala.
El segundo error fue que dicha oficina municipal «se anunció en 2016 y no se ha puesto en marcha hasta el pasado abril».
Además, se da la circunstancia de que el organismo regional para atracción de rodajes en la región, Film Madrid, no ha notado un descenso en el número de rodajes en el resto de la Comunidad. Tan sólo en su faceta como oficina de asesoramiento a la producción, en el primer semestre de 2018 se ha asesorado a 35 proyectos y facilitado información y asistencia telefónica a más 80 profesionales, lo que supone un incremento de proyectos asesorados del 10% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Según fuentes de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, no han registrado quejas respecto a los permisos concedidos por la City Madrid Film Office con quienes colaboran habitualmente, si bien aclaran que no tienen datos del número de producciones a las que han asesorado en el Ayuntamiento.
Siempre Madrid
Desde la Asociación de Profesionales de la Producción Audiovisual (Appa), que aglutina a profesionales de todos los ámbitos desde productores a técnicos, el director de producción Josep Amorós considera que no es un problema de la agilidad de los permisos, «que se ha mejorado ligeramente desde la Film Office de la capital», sino del papel para atraer rodajes de este organismo. «Siempre se va a querer rodar en Madrid porque es una gran ciudad y lo pide un guión de gran urbe, al igual que en Barcelona o Valencia», explica, por lo que parte de la bajada puede deberse a que las narrativas que se están produciendo ahora piden otros escenarios.
«Se ha mejorado bastante pero echo de menos más reuniones con todos los sectores implicados como Policía o asociaciones de vecinos que podamos encontrar en la City Madrid Film Office un punto de encuentro para resolver todo lo concerniente al rodaje», apunta. De hecho, considera que incluso para rodar en un lugar tan complicado como Malasaña, donde los vecinos se quejan por la ocupación de los vehículos de producción, se consigue siempre. Es más, actualmente se encuentra rodando una producción de Atresmedia, «El silencio de la ciudad blanca», que, después de hacer la mayor parte del metraje en Vitoria, está terminando en la capital por ahorro de costes de traslado del equipo.
«Creo que esa bajada tiene más que ver con los incentivos que se dan a las producciones, porque siempre se habla de la parte cultural pero no se tiene en cuenta que es una industria que deja muchos beneficios y crea empleos», señala Amorós, y explica que en Vitoria han dejado 1,5 millones de euros. «La responsable de Economía municipal nos preguntaba qué tiene que hacer para que se ruede allí la segunda y tercera parte», asegura.
Y es que, según comparte también la diputada de Ciudadanos, las oficinas tanto municipal como regional se limitan a facilitar los permisos y aportar una guía de localizaciones, en lugar de invertir en todo un equipo que atraiga, acompañe y «venda» Madrid a todas las producciones nacionales e internacionales que se acerquen, y su presencia en festivales de cine es muy discreta. A este respecto, señalaba que la Film Commission de Paris tiene un presupuesto de nueve millones de euros y mil personas trabajando para atraer rodajes a la ciudad de la luz, con la asistencia a 60 festivales de cine bajo el paraguas del organismo de cine francés que cuenta con presencia en todos los ministerios afectados, desde Cultura a Asuntos Exteriores.
No hay que irse tan lejos. Amorós recuerda que la Film Office de Canarias está mucho más «entregada» a atraer producciones. Además, tanto en el Gobierno canario como en Navarra, se han aprobado incentivos fiscales de hasta el 40% que son realmente atractivos para los grandes estudios. «Si Hollywood está viniendo a rodar a Canarias, es por algo», apunta. Con todo, considera que parte de la culpa es de las productoras que «no explicamos bien el dinero que dejamos allí donde vamos».
Las temidas duplicidades
El hecho de que existan dos Film Office para la capital y para la Comunidad puede contribuir al descenso de rodajes, pese a que ocurre en otras regiones como Cataluña o Canarias. A la hora de buscar ayuda para encontrar localizaciones, las producciones, especialmente las internacionales, se encuentran con dos lugares a los que acudir. Lo mismo ocurría con las oficinas de turismo y, de hecho, en el aeropuerto de Barajas todavía hay dos stands distintos, aunque unidos, para informarse sobre Madrid región o ciudad. Ocurre también que el nombre internacional para los organismos de localización de rodajes es Film Commission y así es a nivel estatal, pero en Madrid no se puede utilizar porque tiene los derechos otra organización.
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