Detienen a ocho menores en la tienda de Apple de Sol por robar 23.000 euros en móviles mordiendo los cables

Tras sustraer 24 teléfonos la Policía ha impuesto una orden de alejamiento de 100 metros al establecimiento

Una panda de diez chavales –ocho de ellos menores de edad– ha tenido en jaque a la prestigiosa Apple Store situada a unos metros del kilómetro cero de la capital. A pesar de que las imágenes de videovigilancia muestran las técnicas de esta banda delincuencial parece que la prestigiosa firma no contaba con un personal de seguridad muy eficiente. Y es que en pocas semanas se llevaron nada menos que 23.000 euros en móviles –en total fueron 24 terminales móviles–y otros aparatos electrónicos de alta gama robados directamente de los expositores, a plena luz del día y con el resto de clientela mirando. Ni butrones ni alunizajes de madrugada: la discreción con la que actuaban les permitió pasar inadvertidos unas cuantas veces.

Ahora, los agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Centro han detenido a diez individuos, ocho de ellos menores, de nacionalidad rumana como presuntos autores de varios delitos de hurto, según informó ayer en una nota la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Pero lo novedoso del tema es que, al igual que ha ocurrido con otro tipo de bandas que delinquían en Metro, el juez ha decretado una orden de alejamiento de cien metros del establecimiento a los dos detenidos mayores de edad. Actuaban de manera conjunta, planificada y con reparto de funciones.

La investigación se inició a finales del pasado año como consecuencia del aumento de las sustracciones de terminales móviles en la conocida tienda de telefonía. La forma de actuar de este grupo criminal consistía en distribuirse de manera conjunta, planificada y con reparto de funciones por todo el establecimiento.

Así llamaban la atención de los empleados y personal de seguridad en una parte concreta de la tienda momento en que uno de los detenidos aprovechaba para morder el cable de seguridad que anclaba el terminal al expositor. Una vez que el cable perdía consistencia el terminal era arrancado del expositor, pasándoselo rápidamente entre los otros miembros del grupo que se encontraban en el establecimiento llegando al que se encontraba en las proximidades de la puerta de salida.

De esta manera dificultaban la localización del terminal en el hipotético caso de ser interceptados por los empleados o por el personal de seguridad dentro del local.

Los agentes establecieron un dispositivo en la tienda de telefonía que concluyó con la detención in fraganti de todos los miembros del grupo criminal a principios del presente año cuando intentaban sustraer un terminal móvil valorado en casi 900 euros.