Dónde cenar el domingo a mesa puesta

No hay mejor manera que celebrar la feliz llegada después de un puente que pasando de largo por la cocina y salir a cenar a mesa puesta. Destacamos algunos de los espacios recomendables para cenar el domingo por la noche. Así, la carta de Bang Cook, el hermano pequeño y canalla de Silk & Soya, anuncia platos basados en la cocina real tailandesa, entre ellos, la sopa de langostinos picante, el wok de fideos de soja y verduras al dente con especias thai y el pollo al curry verde con leche de coco y verduras.

Celso y Manolo es uno de nuestros preferidos, y que abra la última noche de la semana es glorioso. Ocupan la propuesta los productos ecológicos de pequeños productores en bocados de siempre, como las alitas de pollo ecológicos de dos kilos y medio, el pepito de ternera, la ensaladilla rusa con ventresca o con anchoas, los ibéricos o el «marisquete del barato», en el que caben cangrejos de río y gambas rojas de Palamós. Recomendable, un vino natural, libre de aditivos y sulfitos.

Ya sabe que los cocineros de Bacira, Gabriel, Vicente y Carlos, invitan al comensal a viajar con el paladar por Asia, el Mediterráneo y América. Tome asiento y déjese aconsejar, aunque estos días imbatibles son el tiradito de lubina a la bilbaína, el nigiri de unagui kabayaki flambeado con foie y el taco de pollo de corral a baja temperatura con salsa coreana.

¿Llega con nostalgia del Sur? ¿Le apetece una carne mechá de lomo ibérico de bellota? Reserve en La Malaje, donde Manu Urbano ofrece una cocina de raíces andaluzas. La pipirrana de vieiras, las pavías de bacalao con alboronía y el canelón de jabalí estofado a la cordobesa son delicias que nos alegran la llegada.

Y si se le antoja un mexicano, no lo dude. Las tostadas de tinga y las enchiladas verdes entusiasman a quienes arriesgan en la mesa y prueban sabores intensos, aunque en esta casa Sara Herrera también cocina en Tepic elegantes recetas tradicionales de su tierra alimentadas con ingredientes de cultivo propio. El aguachile de camarón, los panuchos yucatecos y, por supuesto, los tacos al pastor son los manjares que nos hacen volver.

Vamos alternando con Salón Cascabel, la antojería de Roberto Ruiz, quien diseña para este concepto manjares como el taco de anguila con salsa tare de chile de árbol, pasta kataifi crujiente y el cóctel Acapulco de camarón.

Rafa abre las noches de los domingos. Bien lo saben los grandes cocineros, que aprovechan tanto su estancia en Madrid, quienes son de fuera, o sus días libres, para reservar mesa en esta gran casa. La especialidad son los tesoros del mar: la gamba blanca, la roja, los centollos, los bogavantes... y nosotros jamás nos privamos de la ensaladilla rusa, de los rollitos picantes de rape y espárrago verde ni del tartar de atún. Pez Fuego, por último, es la nueva apertura del Grupo Oter. Aquí los reyes son los pescados y mariscos procedentes de las lonjas de Isla Cristina, Jávea, Dénia, Palamós y Burela. A la mesa llegan a la parrilla, al horno, a la plancha y en fritura.

Cachivache Taberna, el primer establecimiento que abrieron los hermanos Aparicio –a día de hoy cuentan también con La Raquetista y Salino- es otra rica opción. Gusta porque lo suyo es una sabrosa cocina de mercado con una excelente calidad precio (entre 20 y 25 euros) con platos como la coca con chantarelas con pollo y queso de tetilla, el arroz meloso de rabo y trompetas y unas verdinas con rape y gambones que ahora apetecen tanto.

La calidad y la excelencia destacan 19 Sushi Bar, lo mismo que el respeto a las técnicas japonesas y la calidad de los ingredientes empleadas por David Arauz y Roberto Limas, quienes han diseñado algunas de las recetas más ortodoxas de la tradición culinaria nipona. Un clásico es la tempura de langostino tigre con salsa cremosa picante, que nosotros dejamos que presida la mesa junto a un surtido de tartares de pescado y la pizza japonesa con láminas de salmón, microvegetales y jalapeños.