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El Mago Pop: «¿Por qué la magia no podrá algún día luchar con los musicales?»

Fotografía facilitada por Discovery Max del ilusionista Antonio Díaz, también conocido como el Mago Pop
Fotografía facilitada por Discovery Max del ilusionista Antonio Díaz, también conocido como el Mago Poplarazon

Presenta ahora en Madrid «La gran ilusión» y defiende que hay que modernizar la magia y convertir el asombro en un gran espectáculo

Sin varita ni capa ni sombrero de copa, pero con chaqueta de cuero y fina corbata. El aspecto no dice mucho de sus trucos pero sí de sus pretensiones, ya que El Mago Pop, que presenta ahora en Madrid "La gran ilusión", defiende que hay que modernizar la magia y convertir el asombro en un gran espectáculo.

"Tengo la ambición de crear grandes espectáculos. ¿Por qué la magia no podrá algún día luchar con los musicales? Creo que los musicales tienen una fuerza maravillosa que se han ganado con espectáculos bien hechos, y los magos nos lo tenemos que ganar también y demostrar que podemos compartir con ellos la Gran Vía o Broadway", explica con detalle en una entrevista con Efe.

Antonio Díaz (Badía del Vallés, Barcelona) es el nombre de El Mago Pop, un joven y ambicioso mago que recibió en 2008 el Premio Nacional de Magia y que recientemente ha ganado mucha popularidad por su programa de televisión en Discovery MAX, donde ha engatusado a famosos como Stephen Hawking o el futbolista Neymar.

Su primer acercamiento a la magia, suele contar, llegó, cuando de niño, le sacaron una moneda de la oreja y estuvo días y días dándole vueltas a semejante descubrimiento.

A partir de entonces, largas horas autodidactas de formación le llevaron a dedicarse a la magia, un arte que no cree agotado sino que opina que sobrevivirá en un mundo cada vez más tecnológico, donde todo parece posible.

"Llega un punto en el que estamos tan acostumbrados a ver cosas tan imposibles que, de repente, nos sorprende lo más pequeño otra vez: que desaparezca una moneda, no lo podemos entender", argumenta.

Aunque es un gran amante del teatro y de las posibilidades escénicas de la magia como gran espectáculo, no cree que la magia en vivo sea superior a la de la televisión: simplemente, dice, son diferentes.

"Cuando lo ves en la televisión y observas cosas fascinantes, es tan fuerte que dices, 'Vale, vale, esto es After Effects, está editado, ese es su primo', y todo tiene una explicación lógica", cuenta.

"En cambio, cuando vas al teatro, te sacan ante el escenario y lo vives tú, vives la magia en su mayor esplendor. Creo que la magia en vivo es más fácil que te entusiasme", añade.

Por eso, ahora, tras un exitoso paso por Barcelona, presenta en el Teatro Rialto de Madrid "La gran ilusión",un espectáculo cuyo guion está basado en "El show de Truman", una película que el mago cree que se adelantó a su tiempo.

El Mago Pop asegura que en esta producción hay "magia muy espectacular", con juegos "de los que te levantas de la silla, de mucho impacto visual", pero también "efectos de magia de cerca, de magia muy íntima, de habilidad".

Firme defensor de la integración de las nuevas tecnologías en la magia actual, El Mago Pop quiere devolver este arte a la arena más popular.

"Creo que la magia tenía una tradición de ir a los grandes escenarios, a los supergrandes espectáculos, que durante muchos años se había perdido. Y fue quizá David Copperfield quien la recuperó: esa figura del s. XIX de grandes teatros y elefantes se había perdido un poco", describe.

En cualquier caso, opina que la magia se está modernizando con una nueva generación de artistas, aunque al final siga aspirando a lo mismo: la sorpresa, la fascinación y el secreto.

"El sonido del asombro es lo que más me fascina", explica. "Un silencio y... esa respiración contenida de 800 o mil personas es lo que no tiene precio para mí, porque es la sensación que me mueve"