Política

El primer gobierno de «cohabitación», condenado a entenderse

La asamblea da vía libre esta semana al ejecutivo de coalición más complicado que ha habido hasta ahora

Rocío Monasterio (VOX), Isabel Díaz Ayuso (PP) e Ignacio Aguado (Cs) se aliarán para que la candidata popular salga investida presidenta esta semana
Rocío Monasterio (VOX), Isabel Díaz Ayuso (PP) e Ignacio Aguado (Cs) se aliarán para que la candidata popular salga investida presidenta esta semanalarazon

Isabel Díaz Ayuso se convertirá esta semana en la nueva presidenta madrileña de la Comunidad de Madrid pero la legislatura promete ser uno de los retos más complicados a los que un presidente madrileño se haya enfrentado nunca. La Comunidad tendrá, por primera vez en su historia, un gobierno de coalición entre tres fuerzas políticas: PP, Cs y Vox que están condenadas a entenderse en los grandes asuntos programáticos en los que los tres partidos coinciden, aunque con matices. Pero no todo promete ser un camino de dificultad media o baja. Díaz Ayuso ya ha tenido el ensayo general de lo que puede convertirse el futuro gobierno en los 80 días que han sido necesarios, desde que se celebraron las elecciones, para desatascar las negociaciones y lograr un acuerdo de investidura después de las dificultades de entendimiento entre Cs y Vox y del papel de mediador que ha tenido que jugar el PP.

Politólogos como Jorge Vilches, profesor titular de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Universidad Complutense de Madrid, augura una legislatura convulsa. «Cs, como ya demostró durante la legislatura de Cristina Cifuentes como partido debutante y como está demostrando Albert Rivera a nivel nacional, su estrategia no es la de colaborar en el Gobierno, sino la de sustituir al Partido Popular, son dos formaciones que compiten por el mismo espacio electoral. Para determinadas políticas los tres partidos funcionarán como una coalición pero, en la práctica, va a ser un gobierno de cohabitación porque Ciudadanos va a querer acaparar el protagonismo en la acción del gobierno resaltando la gestión que realiza en las consejerías que tendrá a su cargo».

Vox, a través de su portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ya ha dicho que apoyará a Díaz Ayuso en la investidura pero, después, pasará a hacer una «oposición férrea».

Desde Vox aseguran que «estaremos vigilantes ante la coalición PP-Cs ante el riesgo de que apliquen políticas de izquierdas, como han hecho creando consejerías». Y es que los de Abascal tienen claro que «necesitan nuestro apoyo para sacar cualquier ley o presupuesto». Partiendo de este planteamiento, Vilches cree que «la posición de Vox es la más práctica para sus intereses particulares porque van a presentar a la opinión pública los éxitos que se alcancen en la Comunidad como si fueran propios y a desmarcarse de lo que consideren desaciertos. No va a ser un socio leal, va a jugar a ser gobierno en lo que le beneficie, aprovechará los tantos favorables para asegurarse un espacio electoral, por eso Isabel Díaz Ayuso va a tener el papel más difícil que haya tenido nunca un presidente en Madrid», asegura.

Destacados miembros del PP, sin embargo, prefieren ver el vaso medio lleno y ponen como ejemplo de entendimiento el caso andaluz, tras seis meses de gobierno. «Han sido capaces de sacar adelante los Presupuestos para el próximo año, a pesar de que Vox presentó una enmienda a la totalidad de las cuentas andaluzas. Lo que ocurre en Andalucía es un ejemplo de que cuando hay voluntad se puede gobernar con un socio en el gobierno y con apoyos puntuales de Vox». PP, Cs y Vox «son partidos diferentes pero con pilares muy parecidos educación, economía y política social porque han nacido a la izquierda y a la derecha del PP», añaden las mismas fuentes. Desde el PP ven con optimismo el gobierno de coalición partiendo de la idea de que Madrid no tendrá un gobierno frankenstein entre los que existen profundas diferencias. «Quienes lo componen no son partidos contradictorios si lo comparamos con otros casos en los que ha habido gobiernos de coalición y no han funcionado».