El Samur, en huelga contra Carmena

Los trabajadores de Emergencias exigen al Ayuntamiento que cumpla su promesa de aumentar la plantilla y deje de ampliar el presupuesto para horas extra. Amenazan con paros indefinidos

La historia entre el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, y los efectivos del Samur rubrica desde ayer un nuevo desencuentro. Los sanitarios del servicio de emergencias de la capital comenzaron ayer –entre las 22:00 y las 02:00 de este domingo– una serie de paros parciales que continuarán el próximo 22 de diciembre (de 12:00 a 14:00 horas y de 18:00 a 20:00 horas). El motivo de esta nueva huelga no es otro que protestar por los «continuos incumplimientos en materia de plantilla». Denuncian la «nefasta gestión municipal», que ha aumentado de 277.000 a 1,8 millones de euros la partida que destinará a pagar las horas extra de la plantilla de Emergencias en los presupuestos para el año que viene ante la falta de personal. El Ayuntamiento se comprometió en noviembre de 2015 a realizar 70 nuevas contrataciones para este servicio. «Hoy aún tienen que contratar a diez médicos y 4 técnicos de emergencias. De la oferta de empleo público en la que se aprobaron 19 plazas no se ha cubierto ninguna. No se ha contratado a nadie, han vendido humo», explicaba ayer Eduardo Granizo, de UGT, que cifró en más de 125.000 los servicios (entre 500 y 600 diarios) atendidos por el Samur en 2016.

La situación tiene una consecuencia directa sobre los ciudadanos. Según los sindicatos, la falta de efectivos en las UVI móviles ha provocado que estos vehículos hayan realizado 800.000 kilómetros más de los habituales porque están saliendo desde bases más lejanas para atender las alertas. «Nos sorprende la tardanza de Barbero en ponerse en contacto con nosotros con un tema tan delicado. Si no hay respuesta, convocaremos una huelga indefinida», amenazó Granizo. El pasado jueves el director general de Emergencias se puso en contacto con los representantes sindicales para prometerles un aumento de plantilla, «con la intención de desconvocarnos», insistieron desde UGT.

Para tranquilidad de los ciudadanos, los representantes sindicales recordaron que el área les ha dictado unos servicios mínimos del cien por cien. «Un reconocimiento absoluto a la falta de gente», explicó el portavoz de CSIF, Juan Carlos Redondo, ya que funcionarios en horas extra están encargados de cubrir el servicio habitual durante la huelga. «No trabajamos con tornillos, sino con personas. Seguiremos atendiendo con la misma profesionalidad y cariño», concluyó Redondo.