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«Guerrilla» de mentiras contra la Sanidad

La Razón
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Desde el pasado otoño, una amalgama de asociaciones, sindicatos y plataformas se organizó como la «marea blanca» para rechazar el proyecto del Gobierno de la Comunidad de Madrid de externalizar la gestión de seis hospitales públicos. Para ello, no han dudado en acuñar mantras como «salvemos la Sanidad pública» y amedrentar a los usuarios con mentiras como que la externalización es una privatización que obligará a los pacientes a pagar por recibir atención sanitaria, hasta el punto que usuarios de hospitales que ya tienen la gestión externalizada, como el Rey Juan Carlos de Móstoles, han preguntado a sus médicos asustados si debían pagar lo que ahora y siempre reciben gratis. Igualmente, presentaron varias listas de firmas de jefes de servicios rechanzando el modelo que estaban falseadas, puesto que el 35% no ostenta el cargo que se le atribuía. En la misma línea, aseguran que la atención será de peor calidad, cuando el propio Colegio de Médicos reconoce que el 23% de sus colegiados que trabajan en la pública también tienen consultas privadas. Es decir, 8.900 médicos en la Comunidad atienden a pacientes en la Seguridad Social y también procedentes de seguros médicos. Pero las trampas no sólo son a los usuarios, entre los miembros de la «marea blanca» hay puñaladas casi desde el inicio. Por ejemplo, PATUsalud criticó las convocatorias de «Abrazatuhospital», al considerarlas ridículas. Asimismo, varios dirigentes de Afem y Amyts ni siquiera llegaron a secundar las huelgas que ellos mismos habían promovido, evitando así el perjuicio económico que los paros están provocando a médicos, enfermeras y auxiliares que han seguido al pie de la letra el amplio calendario de convocatorias de paros de la «marea blanca».

Por contra, tal y como insiste el Gobierno regional, la externalización de la gestión no supone una privatización de los hospitales sino que, tal y como ocurre con la recogida de basuras en la mayoría de municipios de la Comunidad, se encomienda, a través de un concurso público, la gestión del centro sanitario a una empresa privada que, por otro lado, está obligada a mantener la calidad y el empleo. El objetivo es agilizar la atención sanitaria en estos centros tal y como ocurre en los otros tres que ya cuentan con este tipo de gestión en la Comunidad de Madrid.