Ingenio culinario

Comer en los mercados es una tendencia que seguirá en pleno auge este 2013. Se trata de espacios rehabilitados y de diseño en el que lo suyo es hacer la compra, o dejarla para otro día, y degustar las recetas económicas de los restaurantes informales, elaboradas con los productos de temporada que se venden en el mismo espacio. Isabela Gourmet Market no ofrece la imagen del clásico recinto rehabilitado con coloridos puestos de frutas, verduras, carnes y pescados que proveen a las mesas contiguas, ya que aquí cada bocado está listo para ser degustado. Después de visitar cada vitrina (Viena La Baguette, Casa Santoña...), resulta imprescindible visitar el restaurante regentado por Joaquín Felipe. Asistimos a una cata de aceite de cornicabra, de la DOP Montes de Toledo, dirigida por Enrique García-Tenorio, que destacó «sus aromas muy frescos en los que destacan la hierba verde, la manzana y cítricos. Entra muy suave en boca, donde predomina la almendra verde, presentando un perfecto equilibrio entre trufado, amargo y picante». Lo degustamos en cada uno de los bocados creados por el genial chef, entre ellos, el ceviche de pez mantequilla, un bacalao confitado con una emulsión de cítricos, solomillo de jabali asado acampanado de una fritura de calabacín y, de postre, un original potito de cornicabra.

Joaquín Felipe ha trasladado de los fogones del hotel Urban y Villareal su amplia sabiduría culinaria a este espacio en el que ofrece una gastronomía mediterránea, de producto y cardio saludable a un precio más que asequible, ya que, dice, aspira a dirigir el local hacia una casa de comidas del siglo XXI. Entre sus especialidades no faltan, por supuesto, joyas de su cocina de siempre, como el atún de almadraba en todas sus versiones, el cerdo ibérico, el bacalao, las setas y el aceite de oliva. De entrantes nos quedamos con la ensalada con algas wakame y tejas de parmesano y el king crab (cangrejos de concha blanda) en tempura. El apartado marino anuncia los pescados de descarte del día y una merluza en caldeirada de quitar el hipo. Y para los carnívoros, llaman la atención las albóndigas morunas de cerdo ecológico y, por supuesto, las lágrimas de ibérico maceradas en pimentón de la Vera con encurtidos. Terminamos con el potito de pannacotta con chocolate y frutos secos. Volveremos.