Operación Púnica

La izquierda sitúa a Díaz Ayuso como chivo expiatorio de la Púnica

Ningún juez ha llamado a declarar en cinco años a la futura presidenta por la trama de corrupción. La mejora en su trayectoria política coincidió con el empeoramiento económico de su familia

La candidata del PP a la Comunidad de Madrid será investida presidenta la próxima semana con los apoyos de Cs y Vox
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid será investida presidenta la próxima semana con los apoyos de Cs y Voxlarazon

Ningún juez ha llamado a declarar en cinco años a la futura presidenta por la trama de corrupción. La mejora en su trayectoria política coincidió con el empeoramiento económico de su familia

No ha tenido un camino fácil hasta llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid y, a medida que se acerca su investidura, prevista para la semana que viene después de 80 días de difíciles negociaciones, encuentra nuevos obstáculos que sortear. Pero la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, parece seguir al pie de la letra aquella célebre frase de Winston Churchill que decía que «nunca llegarás al final de un viaje si te paras a tirar piedras a cada perro que te ladre». Ahora, a los pocos días de su investidura como presidenta, son muchos a los que no pasa por alto la campaña que ha emprendido la izquierda con un objetivo: menoscabar la imagen de Isabel Díaz Ayuso utilizándola como chivo expiatorio al relacionarla con la trama Púnica o acusándola del supuesto trato de favor de Avalmadrid a su familia.

Desde su propio partido son ya algunos los que han alzado la voz para lamentar la «caza de brujas» contra la futura presidenta madrileña. Lo decía ayer mismo la delegada del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Romero. «Hay que saber perder, nosotros no estamos todo el día preguntando a Íñigo Errejón, el portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, por su beca Black ni sobre el derecho que tiene de representar o no a los madrileños. Son historias de hace muchos años», dijo.

La realidad es que, durante los cinco años que ha durado la instrucción de la trama Púnica, ningún juez ha llamado a declarar a Díaz Ayuso ni como testigo ni como investigada, de lo que se concluye que no tiene ninguna vinculación ni responsabilidad en el caso.

Esta semana ha salido a la luz una declaración judicial realizada en 2014 por un informático, Adrián de Pedro, hermano de Alejando de Pedro, el supuesto «conseguidor» de contratos de la trama Púnica que señalaba a Díaz Ayuso como su contacto en el PP para la campaña de Aguirre de 2011. ¿Qué relación tenía la futura presidenta con el informático? «Su contacto con él y su entorno fue meramente por cuestiones técnicas y circunstanciales. Ella colaboraba de manera voluntaria y sin cobrar con la comunicación on line del PP, al igual que otros muchos voluntarios y, durante un año aproximadamente, aseguran fuentes conocedoras del caso que prefieren mantener el anonimato. «De Pedro realizó encargos on line por recomendación de algún dirigente del partido», añaden. Entonces Díaz Ayuso no era cargo público, ni dirigente del partido ni trabajaba entonces en la Comunidad de Madrid. Es más, este informático, en la comisión de investigación sobre corrupción política que se creó en la Asamblea de Madrid en 2015 llegó a decir textualmente: «Isabel Díaz Ayuso nunca ha sido clienta mía» y en la declaración filtrada esta semana relata que sólo tenían contactos por cuestiones técnicas.

En la campaña emprendida contra la futura presidenta también se la relaciona con el supuesto trato de favor a su familia de Avalmadrid, la entidad financiera pública constituida para las pymes y autónomos de la Comunidad de Madrid para facilitar el acceso a una financiación preferente y otorgar avales y fianzas frente a las Administraciones Públicas y ante terceros, en condiciones mucho más ventajosas que las que podía ofrecer la banca tradicional. Sin embargo, la mejora de la trayectoria política no ha coincidido precisamente con una mejora de la economía familiar. Díaz Ayuso ya ha contado en más de una ocasión la historia de cómo su familia se arruinó hace diez años y de manera paralela vivió la grave enfermedad de su padre con la actuación negligente de los socios que tenían en la empresa, por lo que perdieron gran parte de su patrimonio.

En el momento en el que la empresa quebró, los padres llevaban años apartados del negocio: él por baja médica y ella por jubilación. Díaz Ayuso también ha contado en más de una ocasión que se independizó muy joven y se ganó la vida por su cuenta sin depender de sus padres. Nunca tuvo relación con la empresa de sus padres ni trabajó ni cobró de ella. Lo que sí hizo Díaz Ayuso es ponerse en contacto con Avalmadrid para preocuparse por la extraña situación que estaban generando el resto de socios de la sociedad teniendo en cuenta que su padre estaba desconectado de la gestión por la enfermedad.

La última mochila con la que se quiere cargar a Díaz Ayuso es que Sismédica S.L., la empresa de Ayuso y su hermano, tiene una deuda con el Ayuntamiento de Madrid por no pagar el IBI durante cuatro años (2012 y 2017).

Es un local de 180 metros cuadrados situado en la calle Antonio López y, según ha podido saber LA RAZÓN, se trata de una sociedad de la que Díaz Ayuso tiene el 50% de participación por donación y que nunca ha gestionado. La sociedad hace años que se dio de baja y no tiene ninguna actividad. Al parecer, no se pagó el IBI porque ese inmueble estaba en un proceso de subasta y dejó de ser de la sociedad porque fue embargado.