Madrid Central
Madrid Central: la medida de tráfico más restrictiva de Europa
A partir del próximo viernes, Madrid Central entra en vigor en fase de pruebas y se convertirá en la ciudad con más restricciones de circulación.
A partir del próximo viernes, Madrid Central entra en vigor en fase de pruebas y se convertirá en la ciudad con más restricciones de circulación.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no ha cesado de repetir que la capital tan sólo se pone a la altura de otras ciudades europeas en cuanto a las restricciones medioambientales en el centro. Pone como ejemplo Amsterdam, París, Londres o Berlín, donde también tienen medidas de limitación de acceso a los vehículos que no cumplen los requisitos de emisiones. Sin embargo, dichos requisitos no son iguales a los establecidos por el Ayuntamiento madrileño. Es más, la capital es mucho más restrictiva que el resto de ciudades europeas que asegura emular.
Antes de comparar, conviene recordar que Madrid Central tiene 472 hectáreas y las restricciones de acceso afectan a los no residentes. Además, dentro de las excepciones, se establece el límite del etiquetado ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) para acceder en condiciones determinadas. Como norma general, si no se dispone de etiqueta CERO, ECO, C o B no se puede entrar. Entre ellas, CERO corresponde a vehículos eléctricos, ECO a híbridos eléctricos y de gas, C a motores con el estándar europeo de emisiones para gasolina EURO 4/IV, 5/V o 6/VI o diésel EURO 6/VI; y B corresponde a vehículos gasolina EURO 3/III o diésel EURO 4/IV o 5/V.
La clasificación del estándar europeo de emisiones (EURO) es la que utilizan todas las ciudades a la hora de establecer restricciones de acceso por motivos medioambientales, pero varía el distintivo que se otorga a cada una de las categorías. Así, en Londres utilizan simplemente el estándar, pero en Berlín otorgan una etiqueta (roja, amarilla o verde) en función de la clasificación del vehículo, como ha hecho la DGT española. En este sentido, en nuestro país se ha optado por un reparto de distintivos más amplio que en otras ciudades ya que se añaden etiquetas específicas para los motores eléctricos e híbridos al margen de su estándar europeo.
LONDRES
En Londres crearon en septiembre de 2017 la «T-Charge», una tasa de 10 libras (11,30 euros) que tienen que pagar todos los vehículos que estén por debajo del estándar europeo EURO 4/IV tanto para diésel como para gasolina si quieren entrar las 24 horas del día y los 365 días del año a la «Congestion Charge Zone» (CCZ) en el centro de la ciudad. Además, todos los vehículos que quieran entrar en la CCZ deben pagar 11,50 libras (13 euros) diarias por acceder de lunes a viernes entre las 7:00 y las 18:00 horas. De este modo, quienes tengan un automóvil que no llegue a EURO 4/IV tendrá que pagar las dos tasas si entra en el horario determinado. Además, en abril de 2019 está previsto que entre en vigor la Ultra Low Emissions Zone (ULEZ), que sustituirá a la T-Charge, reduciendo el número de coches que pueden acceder a la CCZ sin pagar. Cuando entre en vigor, los coches de gasolina que estén por debajo de EURO 4 y los diésel por debajo de EURO 6 tendrán que pagar 12,50 libras (14 euros) por entrar, y también afectará a las motocicletas por debajo de EURO 3. Igualmente, en octubre de 2021 se ampliará la zona a las 1 y 2 de Central London y se aplicarán los nuevos estándares que está elaborando actualmente la Comisión Europea. En ningún caso se impide el acceso a los vehículos contaminantes como ocurre en Madrid y los estándares mínimos corresponden a vehículos con etiqueta C de la DGT, que no pagarían la tasa.
BERLÍN
Alemania impulsó en 2006 una ley anticontaminación que exige que todos los vehículos tengan un distintivo ecológico para acceder a la llamada «Zona Ambiental» (Umweltzone). Berlín fue una de las primeras ciudades en acogerse a este indicativo, que delimita una zona que comprende todo el centro de la capital o los aproximadamente 88 kilómetros cuadrados enmarcados por la línea de tren circular conocida como «Ring». Todo coche que circule por este área sin el distintivo se enfrenta a una multa. Hay tres tipos: el verde (el único aceptado dentro de la Umweltzone) que certifica que el vehículo cumple con los requerimientos en cuanto a estándar ambiental para vehículos diésel y gasolina Euro 4, 5, 6 o Euro 3 con un filtro de partículas; mientras que el amarillo y el rojo corresponden a los que tengan clasificación Euro 3 y Euro 2 con filtro de partículas, y Euro 2 y Euro 1 con filtro de partículas, respectivamente. Es decir, cualquier vehículo con las etiquetas españolas B y C puede entrar en la «Zona Ambiental», a diferencia de en Madrid Central.
PARÍS
En París en 2015 se creó la primera zona medioambiental denominada ZCR (Zone à Circulation Restreinte) en la que se prohibió inicialmente la entrada a autobuses y camiones matriculados antes de octubre de 2001. Un año después se crearon las etiquetas Crit’Air, similares a las de la DGT española, y que dejan fuera de la ZCR a turismos y vehículos comerciales ligeros matriculados antes de 1997. El siguiente paso se dio en 2017 y supuso limitar la circulación dentro de la zona medioambiental a aquellos vehículos con Crit’Air 1, 2, 3, y 4 de lunes a viernes de 8 a 20 horas, fuera de este horario pueden circular todos los vehículos. La clasificación Crit’Air es similar a la de la DGT ya que también tienen reservados las etiquetas verde y “1” a eléctricos e híbridos respectivamente, aunque en la 1 también entrarían los vehículos que en España reciben la “C”. A diferencia de Madrid Central, donde los automóviles y motocicletas con distintivo de la DGT sólo pueden entrar a aparcar, en París sí pueden circular algunos automóviles que en España no tendrían etiqueta y, fuera del horario establecido, pueden entrar todos los vehículos.
ROMA
Al igual que Londres, Roma tiene impuestas restricciones de tráfico desde hace muchos años ante la saturación de vehículos en el centro histórico. Sin embargo, no ha sido hasta este año que se han planteado las limitaciones por motivos medioambientales. Así, a primeros de año la alcaldesa de la localidad, Virginia Raggi, adelantó que pretendía prohibir el acceso a los vehículos diésel a partir de 2024. Recientemente, la delegada de Movilidad, Linda Meleo, anunció que esta prohibición se adelantará a 2019 para los diésel Euro 3 (que en España no tienen distintivo ambiental). Con todo, a diferencia de Madrid Central, las medidas son progresivas y únicamente durante los meses en los que se registran los datos de mayor contaminación. En concreto, cada año las prohibiciones entrarán en vigor entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo, de lunes a viernes y entre las 8:30 y las 18:30 horas. A partir de 2020, se incluirá a los diésel Euro 4 en la prohibición y, en 2024, los diésel euro 5.
AMSTERDAM
Y respecto a Amsterdam, ciudad que constantemente ponen como ejemplo en el consistorio madrileño, el Plan Aire Limpio 2025 establece restricciones desde 2017 a los vehículos fabricados antes de 2000. Sin embargo, las restricciones que han entrado en vigor este año afectan únicamente a taxis matriculados antes de 2009, autobuses anteriores a 2005 y a los scooter fabricados antes de 2001, si bien no se contemplan en los próximos años más medidas restrictivas salvo la de conceder autorizaciones de aparcamiento a los coches particulares fabricados antes de 1992 para los motores de gasolina y 2005 para los diésel.
OSLO
El caso de Oslo, capital europea que ha anunciado que eliminará el próximo año los coches privados del centro de la ciudad, incluidos aquellos con motores eléctricos, es muy llamativo, ya que Noruega es un país donde buena parte de la riqueza procede de la extracción de petróleo y el gas en el Mar del Norte. Se trata de la única ciudad con restricciones mayores a las de Madrid Central ya que, salvo el de los residentes, todos los vehículos tendrán prohibido el paso al centro.
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