Política

Conflictos laborales

Los líderes sindicales de Alcorcón quieren cobrar los días que hacen huelga

CC OO, CGT y CSIF empiezan una protesta en limpieza y el comité pretende que a ellos no se les descuente los días que faltan al trabajo

La Razón
La RazónLa Razón

Los líderes sindicales que han llamado a la huelga de limpieza que ayer comenzó en Alcorcón comunicaron a la empresa que «no renuncian a su salario durante los días de huelga, ya que ese dinero se destinará a los gastos derivados de la misma», según un acta de las reuniones a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Fue Jesús Santos Gimeno, secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), quien hizo este anuncio justo al final de una reunión del comité de empresa con la dirección de EMASA (Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón) en la que estaba presente el presidente de la misma, José Astudillo López.

Tal y como ha podido comprobar este diario, la mayoría de los miembros del comité cobran entre 31.000 y 38.000 euros brutos anuales, por lo que, de la nómina de estos trabajadores, por cada día de huelga se deberían descontar entre 104 y 87 euros brutos, dependiendo de los casos, tal y como marca la Ley en estos casos.

La huelga convocada por CC OO, CGT y CSIF fue tachada como una «farsa» por el sindicato UGT ya antes de que se aprobara en asamblea el pasado lunes. Los sindicalistas socialistas se desmarcaron de los paros asegurando que se trataba de una protesta que respondía «a intereses personales», y acusando a los convocantes de «haber traicionado» la confianza de los compañeros que los elegieron en votación para ocupar dichos puestos en el comité de empresa.

Otras fuentes aseguran que «el motivo de la huelga indefinida es el convenio de externalización del servicio de recogida de vidrio, que está sin firmar». Es decir, que la huelga es «por si acaso». Un ensayo de huelga preventiva que ya hicieron los sindicatos en el caso del Ayuntamiento de Madrid.

Por su parte, el alcalde de la localidad, David Pérez, aseguró que «es una protesta que se convoca solamente para ir en contra del Partido Popular sin que ni siquiera haya un solo recorte salarial y ni un solo despido». Por eso, en su opinión, «es muy difícil explicar a los trabajadores los motivos» para dejar de hacer su trabajo. Además, añadía el hecho de que «uno de los sindicatos más representativos de este Ayuntamiento, que es UGT, califique esta huelga como farsa dice mucho».

La primera jornada de protestas celebrada ayer fue valorada por los sindicatos como «un éxito rotundo que ya se empieza a notar en las calles de Alcorcón. El seguimiento es prácticamente del cien por cien de los 140 empleados que componemos la parte de recogida de residuos», según aseguró ayer el delegado de CGT, Jesús Santos. El líder sindical dijo también que «en ningún momento la huelga se hace por una mejora laboral, ni salarial», sino por no perder carga de trabajo. «Lo que pedimos es que no desmantelen los servicios públicos», concluía.

Por su parte, la consejera delegada de EMASA, Yolanda Pérez Tenorio, declaró que el primer día «está siendo un fracaso. Ha habido incidentes menores y ningún detenido. Además, muy pocas acciones de sabotaje, salvo las esperadas a la puerta de la salida de los servicios mínimos, que hemos marcado en un 50% por decreto».

Además de estos hechos, cabe destacar la quema de algunos contenedores a primera hora de la mañana en la puerta de la empresa. En cuanto los antidisturbios hicieron acto de presencia, los presentes se dispersaron sin que se produjeran mayores incidentes ni se registrara ningún detenido. Más allá de estos hechos aislados, sólo hay que apuntar que en el primer día de huelga fueron apedreados dos camiones de la empresa mientras salían a trabajar.

Pérez Tenorio explicó que los servicios mínimos se tuvieron que imponer porque los sindicatos «no querían pactar unos servicios mínimos adecuados y aseguró que se están cumpliendo absolutamente y se van a mantener durante el tiempo que dure la huelga». Además, la directiva de la empresa pública se reafirmó en que «no va a haber ningún despido ni ninguna bajada de sueldo, por lo que no va a afectar a ningún trabajador. Es una huelga absolutamente política».

Al cierre de esta edición, la huelga continuaba convocada para los próximos días.