Transporte
Que Bravo Murillo y la Albufera también se cierren al tráfico
El Colegio Oficial de Arquitectos pide que se asemejen a la nueva Gran Vía
Varios asuntos relacionados con la arquitectura han sacudido las últimas semanas la actualidad madrileña; por este motivo el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) compareció ayer ante la Prensa. José María Ezquiaga propuso a la alcaldesa que el modelo que escoja para la emblemática Gran Vía sea extendido a otras calles «muy agresivas» en cuanto al tráfico de coches como Bravo Murillo o la Avenida de la Albufera: «Son calles comerciales más modestas que la Gran Vía pero importantes en las que sería muy agradecido mejorar su afluencia», aseveró.
Ezquiaga no esquivó los problemas que pueda causar la peatonalización (compleata o parcial) que el Ayuntamiento está estudiando para llevar a cabo entre este año y el 2018 y señaló, en defensa del proyecto que va a llevar a cabo el Ayuntamiento, que él, a título personal, «jamás hubiera pensado que hubiera un trozo de Broadway peatonalizado, y lo está».
En cuanto al modelo de peatonalización, el decano de los arquitectos defendió que la calle mantenga el paso del transporte público y pidió además al consistorio que realice el anunciado concurso de ideas «con votación final popular» para que los ciudadanos decidan qué elementos y materiales se utilizarán en la calle, como bolardos, macetas o el arbolado. Para el decano del COAM, las peatonalizaciones totales deben dejarse únicamente para calles con un «fuerte contenido comercial o simbólico, como Arenal o la Plaza de Oriente». «La Gran Vía necesita transporte público», reclamó, según recogió Europa Press, al tiempo que puso el modelo de semipeatonalización de Oxford Street de Londres, como alternativa «razonable» para peatonalizar Gran Vía.
Asimismo, Ezquiaga quiso subrayar que él «no pondría una piedra nueva en Gran Vía sin tener anteriormente una estrategia de tráfico». Y es que, a su juicio, la peatonalización de la calle debería hacerse con una «visión de globalidad», ya que se trata de una «columna vertebral» de la ciudad que afecta a otras vías, a las que llamó «costillas», como las de Alcalá y Princesa.
evitar otra «casa guzmán»
El decano de los aquitectos quiso abordar también ante la prensa el polémico derrumbe de la Casa Guzmán que el arquitecto Alejandro de la Sota levantó para su amigo Enrique Guzmán en Algete y que el heredero de la vivienda ha derrumbado y sustituído por una moderna casa de tres plantas. A este respecto, Ezquiaga hizo un llamamiento a la Comunidad de Madrid para que actúe subsidiariamente para proteger aquellos bienes culturales que los ayuntamientos no han cuidado. por su parte, Ezquiaga se comprometió a redistribuir las guías sobre construcciones notables en la Comunidad de Madrid a todos los ayuntamientos de la región.
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