Seguridad con agentes de Movilidad, también en San Isidro

Los funcionarios denuncian que el lunes, en nivel 4 de alerta, les colocaron en la pradera delante de las barreras de hormigón «anticamiones».

Dos jóvenes detenidos por una reyerta en la que un joven de 18 años resultó apuñalado ha sido el suceso más destacado de las fiestas de San Isidro. Ocurrió la noche del lunes, a eso de las 22:30 horas en la confluencia de las calles Rascón y Gorrión, en una de las entradas al recinto donde se estaban celebrando las fiestas patronales. Afortunadamente, no se produjeron incidentes más destacados y todo transcurrió con normalidad en los distintos puntos de la capital (Las Vistillas, escenario Puerta del Ángel y la pradera) donde se concentraron desde el jueves pasado miles de madrileños.

El dispositivo de seguridad desplegado ha sido este año mayor que en otras ediciones por ser el segundo año que se celebran con un nivel de alerta antiterrorista 4, el último antes del nivel máximo. Al igual que ocurrió en las pasadas fiestas navideñas y en Semana Santa, el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid prestó especial atención a la posibilidad de un ataque terrorista con un camión. Por ello, al igual que ya ocurrió en al cabalgata de Reyes y en las procesiones de Semana Santa del mes pasado, se prohibió la circulación de camiones de más de 3.500 kilos en un perímetro de seguridad alrededor del núcleo de la celebración (en esta ocasión, la pradera de San Isidro). También en estas fiestas que acabaron el lunes, igual que ocurrió en la Puerta del Sol en Nochevieja, se pusieron barreras físicas. Concretamente unos bloques de hormigón en las entradas al recinto ferial (calle General Ricardos) para evitar la posible irrupción de un camión que emulara los atentados terroristas que se han producido con esta técnica en ciudades como Berlín o Estocolmo.

Sin chalecos

El lunes se encontraban estos bloques y, detrás, la Policía municipal de Madrid, con sus chalecos protectores, sus armas y sus conocimientos en seguridad. Lo que resulta rocambolesco es que, delante de los bloques de hormigón que presumiblemente frenarían un ataque terrorista, se encontraban agentes de Movilidad: funcionarios sin experiencia en seguridad, sin arma y sin protección alguna. El colectivo está sorprendido e indignado con que se les coloque como el primer filtro de seguridad, dado la alarma por riesgo de atentado que hay y que, precisamente, es la que motiva todas estas medidas extraordinarias como el hormigón o la prohibición de los camiones. Pero no es la primera vez que ocurre. El pasado miércoles cubrieron dos filtros de seguridad. Uno fue por la mañana en el acto de la entrega de la bandera de la Policía Nacional en el Palacio Real. En calles Mayor y Bailén pasaron el primer filtro a las autoridades y en el subterráneo de la Plaza Mayor, según denuncia en colectivo. Desde el Ayuntamiento sostienen que son funciones de tráfico y no son temas de seguridad. Pero el sindicato de agentes de Movilidad SPAM considera que pedir acreditaciones no es una función de tráfico. Por la tarde, hicieron lo mismo en un acto de la Embajada israelí celebrado en el Hotel Villamagna, publicado por este diario.

«Que hagan un primer filtro con personal desarmado es peligroso para los agentes pero también para todos», denuncia el portavoz sindical Jesús Méndez.