Ciudad Lineal

«Si me miras a la cara, te disparo»

El asalto se produjo en un local de Emilio Ferrari, en Ciudad Lineal
El asalto se produjo en un local de Emilio Ferrari, en Ciudad Lineallarazon

Tres encapuchados atracan un salón dejuegos y se llevan 5.000 euros tras amenazar a clientes y empleados con una pistola

No era la primera vez que sufría un atraco. El salón de juegos situado en al calle Emilio Ferrari, 58, en el distrito de Ciudad Lineal, ha vuelto a ser objeto de deseo de los delincuentes ávido de un buen botín. Ocurrió el sábado pasado día 27 de diciembre pocos minutos antes de las 22:30 horas de la noche. Según la descripción proporcionada a posteriori por la empleada a los agentes, la banda criminal estaba compuesta por tres varones que al parecer eran de origen español, a juzgar por su acento.

Los cacos irrumpieron en el salón de juegos y amenazaron tanto a los clientes que en esos momentos se encontraban en el interior del establecimiento como a la empleada con «dispararles si les miraban a la cara». Presa del pánico, la mujer –española de 28 años– accedió asustada a las peticiones de sus atracadores.

Así, les entregó la recaudación que éstos reclamaban: 5.000 euros, según fuentes policiales. Una vez con el botín en su poder, los delincuentes decidieron marcharse. Sabedores de que iban a llamar ala Policía en cuanto se fuesen o a salir corriendo –lo cual podría alertar a cualquier patrulla policial que pasara por la calle–, los cacos dejaron encerradas a su víctimas en el interior del local, cerrando al puerta principal desde fuera con una llave que quitaron a la empleada.

Físicamente, la trabajadora los describió como varones de complexión delgada y estatura elevada. Iban vestidos con ropas oscuras y llevaban el rostro semiocultos con capuchas, sabedores de que las cámaras de videovigilancia del establecimiento podían captar su imagen y que éstas serían de utilidad para su posterior identificación por la Policía.

Los salones de apuestas y juegos son, con las joyerías, el comercio preferido por las bandas criminales para perpetrar sus robos. Cada mes se cometen decenas de robos con fuerza e intimidación (atracos) en este tipo de establecimientos, que suelen almacenar bastante recaudación.