El Campo de Cartagena controlará con sensores el riego y evitará filtraciones

Agricultura destaca que la medida busca optimizar más los recursos en la zona del Mar Menor

El Campo de Cartagena se convertirá en la zona mundial de mayor control de sensorización asociada al riego inteligente, tras la puesta en marcha del proyecto de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de instalar 500 sensores en fincas situadas en el entorno del Mar Menor, con el fin de optimizar el riego por goteo y medir la profundidad a la que llega el agua. El presupuesto de inversión es de un millón de euros. El objetivo es que las gotas no traspasen las raíces de los cultivos y evitar así infiltraciones innecesarias en los acuíferos.

«No solo sabremos cuántas gotas de agua caen, sino hasta qué profundidad llegan, porque no deben sobrepasar el nivel de las raíces», asegura el consejero Miguel Ángel del Amor, quien añade que si el riego penetra a más profundidad, el agua se pierde en el acuífero.

Las sondas medirán la cantidad de sal y, por lo tanto, la cantidad de abono, la cantidad de agua que se aporta y la humedad del suelo que hay cerca de las raíces. Los proyectos están preparados para su ejecución en 2019.

Al mismo tiempo, se ha previsto la creación de la figura del asesor de fertirrigación, un profesional que certificará que el abono y el riego es el correcto.

Del Amor señaló que su Consejería gestionará en 2019 más de 170 millones de euros y, además, otros 140 de presupuestos europeos, con lo que su departamento moverá un total de 310 millones de euros el próximo año.

De esta cantidad, 55 irán destinados a mejorar las infraestructuras hídricas en inversiones de agua, con partidas que abarcan el reaprovechamiento de las aguas destinadas a los regantes. «Ponemos a disposición más de 105 hectómetros cúbicos de los 79 concesionarios de riego y 80.000 regantes, además de incrementar la rentabilidad de los cultivos de secano».

En cuanto al Mar Menor, se destinarán seis millones de euros a mejorar la calidad de sus aguas tres con la ejecución de tres tanques ambientales, con una inversión de tres millones de euros, para recoger las primeras aguas contaminadas de las calles cuando llueve, e infraestructuras de saneamiento.

Se ha previsto construir balsas de captación de escorrentías en zonas del entorno del Mar Menor como la rambla del Albujón, para lo que la Consejería tiene previsto negociar con la CHS y que las comunidades de regantes se ocupen de la gestión de las aguas.