Historia
Los niños de la guerra (y III)
El 23 de enero de 2005 viajábamos a Moscú, invitados por el ministro de Trabajo Jesús Caldera, los ponentes del proyecto de Ley 3/2005 sobre los llamados «Niños de la Guerra». De aquellos encuentros y la nostalgia de sus protagonistas, aportaré, de momento, solo un testimonio: uno de esos niños desplazados, que participó de este viaje como presidente de la Fundación Nostalgia, me explicó que consiguió evadirse de los controles de su país para cumplir su anhelado deseo de venir a España a formarse como radiólogo, y acabó siendo miembro del equipo médico que atendió a Franco hasta su muerte...
Las reiteradas referencias de la iniciativa parlamentaria a las «víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura», inducen a pensar que ninguno de los gobiernos anteriores se hubieran preocupado de atenderlas. Y como es mejor un lápiz corto que una memoria larga, la verdad histórica en forma de BOE manifiesta que no es así. Ya en 1976 se promulgaron las primeras normas para reparar desigualdades injustas derivadas de nuestra Guerra Civil.
Además de la que cité al principio, existen numerosas leyes relativas a las pensiones de los militares republicanos, las indemnizaciones a represaliados de la guerra, huérfanos de la misma, etc. Sobre la base de la mentira, el odio, la división y el enfrentamiento no se construye nada bueno. Excepcionalmente, cualquier parecido con la verdad histórica de mucho de lo que se afirma en este proyecto totalitario, «sí es mera coincidencia».
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