Asamblea de Madrid

Aguado pide a Casado que «modere» a Ayuso

El vicepresidente madrileño traslada al jefe de la oposición su malestar por los ataques de la presidenta de su Gobierno

Pablo Casado y el vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, mantuvieron ayer una conversación de 20 minutos sin la presencia de Isabel Díaz Ayuso
Pablo Casado y el vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, mantuvieron ayer una conversación de 20 minutos sin la presencia de Isabel Díaz AyusoLa RazónLa Razón

Pablo Casado, presidente del PP, y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs), coincidieron ayer en un acto con motivo de la celebración de San Isidro, patrón de Madrid. En un momento de tensión máxima entre los dos socios de coalición en el Gobierno regional, Casado y Aguado cumplieron con el protocolario saludo inicial, y después, ya para la despedida, y a iniciativa de Aguado, mantuvieron una conversación de unos 20 minutos en la que el representante de Ciudadanos trasladó al jefe de la oposición su malestar por las acusaciones que lanza contra su partido la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Aguado planteó a Casado la necesidad de que Ayuso modere su posición en contra de la formación naranja.

Ésta es la versión de los hechos que trasladan desde las siglas de Ciudadanos, donde, además, señalan a Miguel Ángel Rodríguez, responsable del Gabinete de la presidenta, de las «salidas de tono» y de la «estrategia equivocada» de Ayuso.

La coalición de gobierno es un polvorín en el que se acumulan los desencuentros, las tensiones, el cruce de zancadillasy las sospechas. El último desencadenante de la bronca ha sido la polémica por el apartahotel en el que ha estado confinada la presidenta regional tras dar positivo por coronavirus. Aguado y Ayuso no intercambiaron ayer palabra durante el tiempo que estuvieron juntos en la celebración de la festividad de San Isidro.

Desde el PP de Madrid han responsabilizado a Ciudadanos de dar aire a la polémica sobre el apartahotel propiedad del empresario Kiko Sarasola. Y también han culpado a Ciudadanos de enredar con la filtración de un contrato modificado por la Consejería de Políticas Sociales, en manos de Ciudadanos. Nueve meses de gobierno y tras estas últimas tiranteces las relaciones han quedado rotas. Ayuso ha abierto una investigación interna en el departamento que dirige Alberto Reyero, Cs, para depurar responsabilidades.

Reyero anunció el cese del responsable técnico del Portal de Contrataciones, pero Ayuso también ha frenado este cese porque no se fía de la investigación de su socio. La «mano negra», a la que ha señalado la presidenta regional. El departamento de Reyero justificó que por error se adjudicó un contrato por valor de 565.000 euros a la compañía de Kike Sarasola, dueño del alojamiento en el que Díaz Ayuso se confinó y en el que ha seguido viviendo tras recibir el alta médica. Según la explicación oficial, el contrato tenía que haber ido a nombre de la Plataforma del Tercer Sector.

PP y Ciudadanos mantienen acuerdos de coalición en otras comunidades autónomas y en ayuntamientos tan emblemáticos commo el de Madrid. Pero en ninguno de estos otros gobiernos existe la confrontación que se da en la Puerta del Sol. Desde el primer día la relación de Ayuso y Aguado ha sido una relación de competencia, no de colaboración.

A través de un tweet, la presidenta defendió ayer el apartahotel en el que reside desde hace dos meses, y que según ha asegurado en la Asamblea de Madrid se lo va a pagar ella. «La oferta de Room Mate es de la mejor calidad y son grandes profesionales. Lamento que la campaña contra mí le haya afectado también a él (al empresario Sarasola)». De quien destaca que donó de «manera desinteresada muchísimo espacio para que Madrid pudiera sanar personas y cuidar a sus sanitarios».

Las insalvables diferencias en Madrid entre PP y Ciudadanos son políticas y personales. A diferencia de otros «barones» populares, que comparten también gobierno con la formación que preside Inés Arrimadas, Ayuso está en el equipo de Casado y se la identifica con el discurso más duro del partido. Un perfil que puede ajustarse al electorado del PP en Madrid, pero que chirría en otros territorios donde el partido se nutre de un voto más moderado y de centro.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también tiene un tono diferente al de Ayuso, y marca matices en algunos de sus posicionamientos, como ha ocurrido con las últimas declaraciones de la presidenta en favor de los que se manifiestan en el barrio de Salamanca, conocido como la «milla de oro», e importante granero de voto popular.