El «nuevo botellón» que está disparando las denuncias

Los últimos datos relativos al consumo de alcohol en la vía pública de la capital revelan un aumento alarmante. Del 2 al 8 de marzo, última semana previa al estado de alarma, la Policía Municipal de Madrid impuso un total de 176 denuncias. Como no podía ser de otro modo, durante las semanas inmediatamente posteriores la cifra fue aún más baja, aunque en mayo volvió a dispararse, superando las 600. Sin embargo, ha sido a raíz de la entrada de la región en la fase 1 de la desescalada cuando el «botellón» se ha disparado en la capital. La semana del 25 al 31 de mayo se alcanzaron las 873 denuncias, mientras que entre el 1 y el 7 de junio fueron un total de 844, según consta en el último número de la revista del Cuerpo.

¿Qué está ocurriendo para que este fenómeno haya aumentado cerca de un 400% con respecto a las fechas anteriores a la crisis? Si bien es verdad, que con el buen tiempo, el «botellón» suele hacerse notar, desde la Policía Municipal aclaran que el incremento no se debe tanto a la concepción «tradicional» de este fenómeno –esto es, consumo masivo por parte de jóvenes en parques o plazas–, sino a una nueva modalidad. Básicamente, los agentes están lidiando con infractores que, al no encontrar espacio en unas terrazas que ahora mismo cuentan con aforo limitado por la desescalada, ingieren alcohol en los alrededores de los locales, pensando que esa situación les otorga impunidad.

Los distritos más afectados

Hay que recordar que, durante la fase 1, solo podían abrir las terrazas de bares y restaurantes hasta el 50% de su aforo. Mientras, en la fase 2, en la que la Comunidad de Madrid entró desde el pasado lunes, ya se puede consumir en su interior, también con un aforo reducido a su mitad. El uso de las barras se reserva para la fase 3 o para el fin del estado de alarma, que se decretará el próximo 21 de junio.

Fuentes policiales señalan asimismo que la mayoría de las sanciones se concentran en los distritos de Puente de Vallecas, Carabanchel, Moncloa, Fuencarral, Latina y Ciudad Lineal. Solo los dos primeros acumulan más de 300 denuncias, mientras que en Latina, Usera y Ciudad Lineal han sido más de 200.

En todo caso, y aunque no se trate del botellón «ortodoxo», estas acciones están penadas por la Ley 5/ 2002 sobre drogodependencias y otros trastornos adictivos (LDTA). En esencia, las sanciones son de 600 euros para los mayores de edad y de 500 para los menores. Con todo, en el caso de estos últimos, la cuantía puede suspenderse siempre que, a solicitud de los infractores o sus representantes legales, éstos se sometan a actividades de reeducación o, si lo precisan, tratamiento o rehabilitación.

En línea con este fenómeno, los datos de la Policía Municipal también revelan que un 27,25 por ciento por ciento de las multas a terrazas se produjo debido al consumo de alcohol en la vía pública por parte de los usuarios.