Contracrónica

Del chasco de la diputada «verde» al cole de Monasterio

Baile de sillas en la Asamblea: Mónica García en el escaño de Gabilondo y Hana Jalloul en el de la portavoz de Más Madrid

El ex mantero, Serigne Mbaye, se estrena como diputado en la Cámara
El ex mantero, Serigne Mbaye, se estrena como diputado en la CámaraAlberto R. RoldánLa Razón

No hubo «guerra» de asientos entre los diputados porque la Mesa de la Diputación Permanente de la Asamblea había establecido una organización provisional de los sitios para los grupos parlamentarios con motivo de la inauguración de la XII legislatura. Sin embargo, sí hubo cierto desorden porque no se habían puesto los nombres de los diputados en los asientos que debían ocupar. Pero más allá de esta circunstancia puntual que quedó resuelta en poco tiempo, la Asamblea de Madrid recuperó su actividad parlamentaria con un hemiciclo con el cien por cien de diputados como no se había visto en 15 meses con un ambiente más parecido a la prepandemia.

La bancada popular duplica ahora el número de escaños que ocupa y, en esta ocasión, Isabel Díaz Ayuso pudo tener ya de frente como oposición a Mónica García y sus 24 diputados de Más Madrid, que ayer ocuparon el puesto que hasta ahora tenía Gabilondo y su equipo. Los socialistas, desplazaron sus asientos al lugar que en la anterior legislatura había ocupado Más Madrid.

Mónica García anunció que hará una oposición «rigurosa, firme y contundente» tras «tres meses de parálisis» de la Cámara de Vallecas. Y avisó de lo que pueden ser los próximos dos años: «vamos a ser un martillo pilón de iniciativas». Y por si quedaba alguna duda de qué papel tenían en la nueva composición de la Cámara, dejó claro que «vamos a ocupar el espacio de los líderes de la oposición», sentenció.

Uno de los momentos más cortantes de la jornada de constitución de la Asamblea, de dos horas y media de duración, fue cuando llegó el momento de jurar o prometer el cargo de los miembros que componían la Mesa de la Cámara. En concreto, cuando llegó el turno a la vicepresidenta tercera, Esther Rodríguez, de Más Madrid, a la que la recién nombrada presidenta del órgano de Gobierno de la Cámara, Eugenia Carballedo, cortó en seco y sin miramientos cuando hizo el juramento al adivinar que se trataba de un juramento no al uso. «Prometo acatar la Constitución por un Madrid verde, feminista...». No le dio tiempo a acabar la frase cuando Carballedo dio paso inmediatamente al secretario primero de la Mesa de la Asamblea, José María Arribas, del PP. La diputada de Más Madrid, ante la imprevista respuesta de Carballedo, no supo reaccionar y se sentó contrariada de nuevo en su silla.

Quien ayer estaba satisfecha de su primer acuerdo de Gobierno con el PP era la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, después de ver a los populares caminar por la senda de la reducción del gasto en que tanto insiste al acordar una disminución del número de diputados que no se concretará en esta legislatura.

Pero esto no será más que el principio, según dijo. En su afán por recortar y recortar, llegó a comentar lo innecesario que es tener un edificio de las dimensiones de la Asamblea de Madrid por el «elevado gasto» de mantenimiento que tiene. Es más, no descartó presentar como iniciativa que el hemiciclo se convierta en un colegio. ¿Y dónde se desarrollaría la actividad parlamentaria?, le preguntaron los periodistas. «En Sol», sentenció.