Comunidad de Madrid

¿Aquí quién paga? Una reflexión sobre el impuesto contra Madrid

Madrid es como ese tren de las ferias en el que los viajeros reciben un escobazo de la bruja cada vez que dan una vuelta

Madrid en Agosto
Madrid en Agosto©Gonzalo Pérez MataLa Razón

Aunque ya ha sido desacreditada y desautorizada la propuesta de Ximo Puigde establecer un nuevo impuesto para la Comunidad de Madrid por el «efecto» de capitalidad que pagarían las rentas altas, me sigue suscitando una reflexión. Sin duda, en el ánimo del político valenciano late la idea de una distribución más justa de la riqueza que supone que las regiones más favorecidas arrimen el hombro para ayudar a las más menesterosas a través de la política fiscal. En principio, no me parece mal la proposición, supuesta la necesidad de corregir los acentuados desequilibrios económicos que provocan desigualdad social y validan el precepto constitucional de garantizar la solidaridad interterritorial.

Sin embargo, en lo que considero se equivoca el barón socialista es en el señalamiento de a quien debe corresponder, prioritariamente, la prestación del socorro corrector. No la tildaré de madrileñofobia, pero si me parece advertir en ella la obsesión de hacer recaer sobre Madrid, por parte de los responsables socialistas y sus socios, obligaciones injustificadas y comportamientos censurables. Madrid es como ese tren de las ferias en el que los viajeros reciben un escobazo de la bruja cada vez que dan una vuelta: unas veces por la política fiscal, otras por las medidas contra el Covid y en ocasiones por oponerse simplemente a decisiones cuya pretendida solidaridad no logra enmascarar la inutilidad de sus planteamientos.

Si se buscan afortunados para sufragar las necesidades de algunas regiones yo tengo otra propuesta. Madrid es ya la región que más aporta al resto de España. ¿Por qué no recurrir, entonces, a las comunidades que poseen también altas rentas per cápita y han tenido en los últimos tiempos un auténtico trato de favor por parte del Estado? Me refiero, claro está, a Cataluña y el País Vasco, territorios que responden a la condición de órdenes mendicantes con balances económicos saneados. Me imagino que la elección de Madrid y la omisión de Cataluña y el País Vasco por parte de Puig, no tiene nada que ver con el hecho de que la primera comunidad sea del PP y las otras dos tengan gobiernos que son compañeros de viaje de Sánchez. Pero, a veces, me entran las dudas.

Rafael Puyol es presidente de UNIR