Vinos de barra
Ejercicio blanco: un golpe sugerente de aromas largos
Gregorio Martínez da un salto al vacío, cuando en una selección confesada mete en barrica vinos de origen distinto, para luego homogeneizarlos en acero inoxidable
A capa y espada los bodegueros están intentando poner el tiempo en hora de los blancos nacionales. Vivimos tiempos donde se lucha con denuedo, por la personalidad de blancos que tengan lugar de privilegio en las cartas, y superen tópicos infames como aquel que decía que el mejor tinto es un blanco. El que lo pronuncia debería ser desterrado por insulso, frente a esa pulsión ambiciosa de tantos bodegueros que manejan variedades autóctonas conscientes de que hay en ocasiones pocas posibilidades expresivas. En Rioja, antañona tierra blanca, la viura es la ley.
Gregorio Martínez da un salto al vacío, cuando en una selección confesada mete en barrica vinos de origen distinto, para luego homogeneizarlos en acero inoxidable. Siempre se persigue el volumen, en contraste con ligerezas que por aparente amabilidad dejan ejemplares de ninguna memoria. Aquí hay generosidad en el esfuerzo, ambición por desterrar vinos sin complejidad. La añada 2014, tibiamente considerada como buena en la zona, no ayuda a que todo el potencial cultural y enológico de la casa tenga su mejor versión. Nos quedaremos con ese golpe sugerente de aromas largos, en sus ocho años de vida, y una expectativa a la que siempre nos apuntaremos.
Bodega: Gregorio Martínez. Vino: Selección 2014. D.O.Ca: Rioja. Precio: 24,95 €. gregoriomartinez.com
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