Gastronomía

La nueva vida de Fortuny: cócteles y restauración en el palacete en el que nació la prensa rosa

Situado en el número 24 de la calle Fortuny, estrena nuevos espacios. En «Benedetto», cocina italiana, mientras que Henriette Cocktail Bar ofrecerá coctelería de autor hasta la madrugada

Club Fortuny para Tabernarios.
Club Fortuny para Tabernarios.Gonzalo Pérez MataLa Razón

Hace años, albergó a celebridades como Brad Pitt, Mar Flores, Bruce Willis o John Malkovich, y algunos consideran que también el inicio de la prensa rosa. Se trata del palacete de estilo francés del siglo XIX en el que se sitúa Fortuny Home Club, un espacio que pasa de centrarse en el ocio nocturno a aglutinar «gastronomía, entretenimiento y coctelería», tal y como relata a LA RAZÓN Fernando Candela, Director de Contenidos de Fortuny. Este lugar cumple 25 años, y celebra sus bodas de plata abriendo cuatro nuevos espacios vertebrados por el hilo conductor de ser un homenaje a Mariano Fortuny y Madrazo—Granada, 11 de mayo de 1871 - Venecia, 3 de mayo de 1949 —, poliédrico artista hijo del pintor Mariano Fortuny, culpable de que el emblemático edificio esté plagado de referencias al arte.

Cocina mediterránea y oriental

También tiene su lugar la francesa Henriette Negrin, esposa y musa de Fortuny y precursora de la emancipación de la mujer como creadora de la túnica Delphos para liberar a las féminas del corsé. Esta da nombre a Henriette Cocktail Bar, una coctelería de autor situada en la primera planta y una de las novedades del club social. Candela recomienda probar aquí la bebida Madame Butterfly, que recuerda a la ópera homónima. Relacionado con la ópera está también La Cúpula Garden, otra de las nuevas propuestas, que rinde homenaje a la estructura que creó el también escenógrafo Fortuny para la representación de Tristán e Isolda, de Richard Wagner, en Milán.

Club Fortuny para Tabernarios.
Club Fortuny para Tabernarios.Gonzalo Pérez MataLa Razón

Además de coctelería con tintes italianos visibles en el Negroni Fortuny o el Sbagliato della Cúpula; La Cúpula Garden ofrece una elaborada carta que aúna cocina mediterránea y oriental, una aleación que hace posible delicias como los torreznos de Soria con aguacate a la menta, el isiyaki de vaca madura en tataki con mi-cuit casero al miso o solomillo en turnedó con escalopín de foie y su glacé de chalotas. Sin embargo, esta dista mucho de ser la única opción gastronómica de Fortuny, que se postula como «una oferta de diversión diurna, con contenido cultural, social y corporativo», según Candela. Eso sí, sin olvidar la fiesta nocturna, pues el palacete cuenta con licencia para abrir hasta las 05:00 AM.

Así, entre las novedades, también está Benedetto Restaurant, que ultima sus detalles y probablemente abrirá al público en los próximos días. En la planta más alta y con unos frescos en su techo que recuerdan que estamos en un palacio, pondrá el foco en la cocina italiana. En este caso, el lugar se centra en Benedetto Pesaro, el dueño del palacio en el que Mariano Fortuny desarrolló gran parte de su obra durante su estancia en Italia, desde 1902, y que actualmente es El Museo Fortuny, ubicado en San Marco, Venecia. Por su parte, el «Benedetto madrileño» apunta a ser un espacio gastronómico con una carta muy actual, centrada en los «crudies», por lo que será bastante saludable. Candela adelanta también que contará con «pizzas gourmet, regadas con champán, vinos de origen italiano... y muchas sorpresas».

Tournedó de cebón con escalopín de foie y su glacé de chalotas
Tournedó de cebón con escalopín de foie y su glacé de chalotasIdónea Comunicación

Un lugar poliédrico para un público que también lo es

Todo ello busca convertir Fortuny en una oferta 360º, al igual que lo fue la prolífica carrera del artista, para hospedar a todo tipo de públicos, dando respuesta a una necesidad que Candela había observado a lo largo de los últimos años en el ocio de la capital. «Ha habido un gran cambio en la sociedad. Entre los años 90 y los 2000, la manera de divertirse era diferente: las personas mayores salían a cenar y las más jóvenes de fiesta, pero ahora eso se ha diluido, hay variedad y menos segmentación, todo se ha entrelazado», explica sobre el espacio, que también tiene pinceladas del Soho House neoyorkino al contar con un edificio entero dedicado a la diversión «para que te sientas como en casa», algo en lo que colabora un diseño, en algunas zonas, muy «kitsch». Completa ese fin Morris Club, espacio multidisciplinar cuyo nombre proviene de William Morris, máximo representante del Arts & Crafts en Reino Unido.