Testimonios

Cuando héroes y villanos fueron vecinos de sangre: un callejero del Madrid en guerra

Recorremos junto al periodista Pedro Corral los escenarios protagonistas de la ciudad durante la Guerra Civil, radiografiados en su última investigación a partir del estudio de 15.000 testimonios

Entrevista al diputado Pedro Corral por su libro sobre la Guerra Civil
Entrevista al diputado Pedro Corral por su libro sobre la Guerra CivilDavid JarLa Razon

A las puertas del número 9 de la calle de Fomento de Madrid, José Galbis Rodríguez cruzó la mirada por última vez con su hijo. En ese edificio se encontraba, durante la Guerra Civil, la conocida como «checa de Fomento». Las pesquisas que este ingeniero de 70 años había estado realizando para averiguar su paradero le condujeron hasta este punto en el corazón de de la capital. Llegó a tiempo para ver cómo introducían en un coche a su hijo, un médico de 41 años que había sido detenido en noviembre de 1936. Las últimas palabras que este dirigió a su padre fueron para comunicarle que el destino final del traslado era Vaciamadrid. Y así fue. Horas después lo asesinaron y su cadáver apareció al día siguiente en el municipio de Rivas. Entre verano y otoño de 1936, José Galbis Astier fue uno de los cuatro vecinos del número 3 de la calle O’Donnell en ser asesinados.

Este trágico último encuentro entre un padre y un hijo es una de las historias que el periodista Pedro Corral ha reunido en «Vecinos de Sangre» (La Esfera de los Libros). El resultado es un poderoso fresco a partir del estudio de más de 15.000 testimonios de vecinos y porteros de los diez distritos en los que entonces se dividía la ciudad. Un edicto aprobado tras la victoria de Franco obligaba a todos ellos a prestar declaración sobre lo que había acontecido durante la guerra en esas comunidades de vecinos. Pequeñas «historias de una escalera» con las que el escritor insiste en su propósito de dar voz a las biografías en minúscula que encarnan personas anónimas casi siempre orilladas en los libros de historia. Nos citamos con Corral en la puerta de la «checa de Fomento» para recorrer con él algunos de esos escenarios reales en los que los héroes, los villanos y las víctimas vivieron, a veces puerta con puerta, episodios que ahora han sido rescatados del olvido en esta obra.

1. Calle de Fomento, número 9. Controlada por el Gobierno y bautizada como Comité de Salud Pública, emulando el puesto en marcha por Robespierre en el Terror de París, en la Francia de 1793, “se dedicó a la limpieza ideológica”
1. Calle de Fomento, número 9. Controlada por el Gobierno y bautizada como Comité de Salud Pública, emulando el puesto en marcha por Robespierre en el Terror de París, en la Francia de 1793, “se dedicó a la limpieza ideológica”David JarLa Razon

Esta primera parada, la antigua checa convertida hoy en instituto, representa, a juicio del escritor, uno de los centros fundamentales de la represión frentepopulista: «Estuvo controlada por el Gobierno y participaron partidos y sindicatos. Fue una manera de embridar por parte del Gobierno la represión de las milicias, tenerla bajo control. Eso a la vez, va a otorgar más impunidad a los que actúan en esta represión con sello oficial». Bautizada como Comité de Salud Pública, emulando el puesto en marcha por Robespierre en el Terror de París, en la Francia de 1793, la «checa de Fomento se dedicó a la limpieza ideológica», según Corral. Con tribunales políticos integrados por «milicianos, miembros de partidos y sindicatos del Frente Popular, que decidían a quiénes había que matar, a quiénes había que mandar a la cárcel, muchos de los cuales acabaron en las fosas de Paracuellos, y a quiénes había que dejar en libertad». La tranquilidad que hoy respira la calle contrasta con la crudeza de los relatos que emergen en estas declaraciones: «Otra escena muy brutal es la que protagoniza una madre. Detienen a su hijo, al que traen a Fomento. Entonces no sólo la madre, sino una de sus hijas, hermana del detenido, piden ir con él a Fomento. Pasan la noche junto él en la checa. A ellas las liberan al día siguiente, pero a él lo asesinarán».

Caminamos apenas 200 metros, doblamos la esquina de la calle de Fomento con la Cuesta de Santo Domingo. Paramos en el número nueve. Ahora es un hotel. En 1936, estaba abierta aquí la oficina de la Diputación Provincial. «Venían las familias de siete de la mañana a nueve de la noche a preguntar por sus familiares desaparecidos. Les mostraban las fotos de los cadáveres recogidos por las calles para su identificación y, en algunos casos, también las iniciales de la ropa o un anillo que se hubieran dejado los asesinos. Estamos a apenas unos metros de la checa, que era uno de los lugares de donde salían muchos de los asesinados, cuyas fotos luego aparecían aquí. Estremece bastante esa proximidad».

2. Cuesta de Santo Domingo, números 7-9. Oficina de la Diputación Provincial: “Aquí venían las familias de siete de la mañana a nueve de la noche a preguntar por familiares desaparecidos".
2. Cuesta de Santo Domingo, números 7-9. Oficina de la Diputación Provincial: “Aquí venían las familias de siete de la mañana a nueve de la noche a preguntar por familiares desaparecidos".David JarLa Razon

Cruzando la plaza en dirección a Callao, una parada obligada en esta ruta se ubica en el 15 de la Costanilla de los Ángeles. Estremece escuchar que esta finca ostenta un triste récord. Ser uno de los portales de Madrid con más vecinos e inquilinos asesinados durante aquellos meses de «revolución» en 1936. En el cuarto piso se refugiaban, desde agosto, 23 monjas adoratrices de Madrid, Alcalá de Henares, Guadalajara y Almería. El 9 de noviembre por la tarde, la aviación de Franco bombardeó el barrio: «Suenan las sirenas, ellas bajan de la casa a un refugio situado en la Cuesta de Santo Domingo. Son vistas por unos milicianos que tenían su checa en el 5 de esa calle. Se extrañan al ver a esas mujeres. Las detienen, confirman que son monjas y ese mismo día las asesinan a todas en el Cementerio del Este», relata Corral. En esta misma casa vivía Alfredo Serrano Jover: «Llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Madrid, alcalde durante unos pocos días y diputado de Renovación Española. Salió de aquí detenido con dos de sus hijos. Uno logró escapar, pero al padre y al otro hijo los asesinan. El hijo que consigue escapar se pasa al bando nacional y muere en combate. Esta casa tiene 25 víctimas de la represión republicana».

3. Costanilla de los Ángeles, número 15. Uno de los portales de Madrid donde se producen más asesinatos de vecinos o de inquilinos durante aquellos meses de “revolución” en 1936: "Esta casa tiene 25 víctimas de la represión republicana”.
3. Costanilla de los Ángeles, número 15. Uno de los portales de Madrid donde se producen más asesinatos de vecinos o de inquilinos durante aquellos meses de “revolución” en 1936: "Esta casa tiene 25 víctimas de la represión republicana”.David JarLa Razon

«Para completar el lienzo», el periodista nos propone dirigirnos hacia la plaza de Santo Domingo. Al lugar en el que se ubicaba durante la guerra el número 13. Allí se concretó una anécdota literaria en mitad de tanto horror. «En este inmueble vivía Juan Pradillo de Osma. Viudo, con cinco hijos. Pasaba una cosa en el Madrid bajo los bombardeos franquistas. Los pisos altos estaban mucho más expuestos, no sólo a las bombas de la aviación, sino también a los proyectiles de artillería que tiraban los franquistas. Este padre, que vive en uno de los pisos superiores de la casa, al ver que está vacío un almacén de la editorial Fox, decide ir a la planta baja donde está el almacén y proteger las ventanas con parapetos de libros que había almacenados en la editorial. Eso le da cierta seguridad a su familia y a él mismo, pero llegan unos policías con órdenes de incautarse de todos los libros que tiene el almacén de la editorial para hacer pasta de papel ante la escasez de esta materia prima. Juan Pradillo de Osma tiene los arrestos de ir a ver al comisario y decirle que, por favor, los libros le están sirviendo de parapeto para proteger la vida de sus hijos y que le deje mantenerlos. El comisario, con gran humanidad, accede a esa petición y Juan Pradillo de Osma sigue protegiendo durante toda la guerra a sus hijos en esta casa, gracias a los libros».

El edificio en el que este padre de familia utilizó los «libros como blindaje contra las bombas, contra la guerra y contra la destrucción» ya no existe. Como tantos otros de este entorno quedó en muy malas condiciones tras la contienda. Y es que, como recuerda el autor, nos encontramos muy cerca de la Gran Vía, conocida durante la guerra como la avenida de los obuses: «Para la artillería franquista era un objetivo predilecto: una vía central que albergaba el observatorio de la artillería republicana emplazado en la torre de la Telefónica. Es una anécdota muy conocida: a la Plaza de Vázquez de Mella, actual Pedro Zerolo, se le llamó ‘’la plaza del gua’', como el juego infantil de las canicas, porque ahí caían las bombas tiradas por la artillería franquista que sobrepasaban el edificio de la Telefónica».

4. Plaza de Santo Domingo, número 13. Aquí, Juan Pradillo de Osma protege durante toda la guerra a sus hijos en esta casa, gracias parapetos de libros en las ventanas.
4. Plaza de Santo Domingo, número 13. Aquí, Juan Pradillo de Osma protege durante toda la guerra a sus hijos en esta casa, gracias parapetos de libros en las ventanas.David JarLa Razon

En mitad del paseo, el periodista recuerda el momento de su investigación en el que sufrió «un calambre anímico». Nos situamos en el número 15 de la calle San Bernardo, casi en la esquina con Gran Vía. «Es un escenario que para mí es muy emotivo. Repasando estos 24.000 documentos que estudié uno a uno, me apareció el nombre de un tío abuelo, hermano de mi abuela materna: Fermín Saleta, teniente coronel de caballería retirado, 53 años, casado sin hijos. Fue detenido aquí en la gran redada el 15 de octubre y asesinado en Paracuellos el 7 de noviembre. Es uno de los que va en las sacas de la Modelo a Paracuellos».

El relato inédito de lo que significó «la gran redada» contra militares retirados es, sin duda, uno de los grandes descubrimientos de Corral en esta obra: «Duró tres noches seguidas, con despliegue de centenares de efectivos de policía, milicias y guardias de asalto que peinan todo Madrid, casa por casa, calle por calle, barrio por barrio, detienen a muchos militares retirados, pero también a religiosos, a estudiantes, a profesionales liberales». Una operación que, según el autor, «es la antesala de las sacas y matanzas de presos gubernativos que tienen lugar entre finales de octubre y diciembre».

Tras el escalofrío inicial al leer el nombre de su tío abuelo, a Corral le invadió otro sentimiento, el de estar quitando «oscuridad a un episodio que ahora se hace mucho más claro». Saber, al fin, cuál fue el origen de esa detención y de esa esa ejecución: «La idea en casa siempre había sido que a nuestro tío abuelo lo detienen por casualidad o por capricho, casi accidentalmente, unos milicianos que descubren que es un teniente coronel de caballería retirado. No, no. Ahora sé que a mi tío abuelo lo detuvieron en una operación planificada, organizada y ejecutada, milímetro a milímetro, por el Ministerio de Gobernación». Una pieza más encajada dentro del gran puzle de la Guerra Civil y un homenaje a los miles de madrileños que, igual que Fermín Saleta, vivieron en primera persona el lado más amargo de aquellos tres años que, como un veterano reconoció a Corral, fueron fundamentalmente «un sálvese quien pueda».

«La humanidad antes que la ideología»

Tras analizar miles de documentos y testimonios para esta investigación, Pedro Corral reconoce haberse reafirmado en algo: «Por encima de todo, imperó la lucha por la supervivencia de unos y de otros. Eso te lleva a sacarte carnets de partidos con los que no comulgas o a cooperar en lo que jamás habrías querido cooperar». Y se queda con el ejemplo de la gente que, como esos «ángeles rojos» a los que dedica un capítulo, «antepuso el principio de humanidad a cualquier otra consideración ideológica o política para defender a los que no pensaban como ellos».
"Vecinos de sangre" (La Esfera de los Libros), de Pedro Corral.
"Vecinos de sangre" (La Esfera de los Libros), de Pedro Corral.La Esfera de los LibrosLa Esfera de los Libros

VECINOS DE SANGRE (La Esfera de los Libros). Pedro Corral. Fecha de publicación 2022-05-18 Edición 3ª edición Páginas 482 Precio 23,90€