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Madrid: la discoteca más pequeña del mundo está en la calle Zurbarán

Teledisko es un concepto nacido hace cinco años en Alemania para reciclar viejas cabinas telefónicas

Unas jóvenes observan la Teledisko (la discoteca más pequeña del mundo) instalada en los jardines del Instituto Goethe de Madrid
Unas jóvenes observan la Teledisko (la discoteca más pequeña del mundo) instalada en los jardines del Instituto Goethe de MadridAlberto R. RoldánLa Razón

Cuenta con bola giratoria, humo y... por supuesto música. Eso sí, las copas van aparte. Y desde luego es a prueba de «moscones». Más que nada, porque, tirando muy por lo alto, solo caben tres personas en su interior, de algo más de un metro cuadrado. Si alguien se queda sin fiesta de nochevieja este año –y teniendo en cuenta la demanda que va a haber al respecto, es muy probable que así sea–, puede probar suerte en el número 21 de la calle Zurbarán de la capital, en los jardines del Instituto Goethe. Eso sí, por turnos para evitar aglomeraciones. En ese punto se encuentra la que bien podría ser la discoteca más pequeña del mundo.

En todo caso, se trata de una distinción que, siendo justos, debería ser compartida. Y es que este concepto nació en realidad en Alemania. El diseñador Benjamin Uphues comenzó a reciclar viejas cabinas telefónicas, «jubiladas» desde hace años, para reconvertirlas en mini-discotecas, donde se puede ser público y dj al mismo tiempo. Así, instaló tres Telediskos, como fueron bautizadas, en la ciudad de Berlín y de ahí pasaron a otras localidades del país. El usuario debía abonar dos euros por «baile», mientras que para obtener una foto o un vídeo del momento debía pagar dos euros más adicionales. Con todo, la que hoy tenemos en la calle Zurbarán, importada desde el Instituto Goethe de México, es totalmente gratuita.

Curiosamente, no fue hasta hace pocos días cuando la Teledisko de Madrid se ha hecho popular, después de que un «tiktoker» la diera a conocer en un vídeo viral por el que ya se han asomado millones de espectadores. Desde entonces, muchos curiosos se han acercado a un «invento» que, hasta la fecha, había pasado casi desapercibido, pues ha sido utilizado exclusivamente para eventos organizados por parte del Instituto alemán. Todo es cuestión de probarlo y, por supuesto, de perpetuar el momento con un vistoso vídeo. Pero recuerden la vieja máxima: lo que sucede en Teledisko... se queda en Teledisko.