Trono

Madrid, entre el azul y el albiceleste: así vivirán argentinos y franceses la final de Qatar

Unas 100.000 personas procedentes del país latino y 20.000 del europeo hacen sus pronósticos y buscar sitio para sus anheladas celebraciones

Los aficionados esperan su primer Mundial desde 1986
Los aficionados esperan su primer Mundial desde 1986La Razón

La final del Mundial no solo pondrá frente a frente a dos países. Más bien, a dos continentes. Francia y Argentina, Europa y Latinoamérica, se disputan hoy en Qatar el trono del fútbol. Y aunque dentro de nuestras fronteras nos hayamos tenido que conformar con unos octavos de final que saben a poco, las camisetas azules y albicelestes serán visibles en una ciudad, Madrid, que siempre ha sido de acogida.

«En Argentina, el fútbol es un deporte muy popular, pasión de multitudes, decimos. Y puede haber diferencias entre los argentinos, ya que siempre hay discusiones acerca de la forma en la que se integra el equipo, los jugadores que pondríamos o no, el planteamiento táctico... Pero en cuanto al deseo de que la selección gane la Copa del Mundo, en eso, todos coincidimos», afirma a LA RAZÓN Ricardo Alfonsín, embajador de Argentina en España e hijo del expresidente Raúl Alfonsín.

Ricardo Luis Alfonsín, embajador argentino en Madrid
Ricardo Luis Alfonsín, embajador argentino en MadridAlberto R. RoldánLa Razón

Según los padrones electorales argentinos, unos 300.000 argentinos viven en España, 100.000 de ellos en Madrid. «Nos sentimos muy ligados afectivamente a España. Infinidad de argentinos tenemos parientes acá. Nos atrae, nos sentimos impresionados por su historia, por la gente, por la cultura. La manera de hablar de los españoles nos encanta. Por supuesto, la comida, que es la mejor del mundo. Y Madrid es una de las ciudades más bellas del mundo», asegura Alfonsín, que tiene como rincones predilectos el Madrid de los Austrias, el barrio de La Latina, la Plaza Mayor y, en general, las librerías de la ciudad.

«Es la primera vez que vivimos un mundial en invierno. No hay pantallas gigantes, ni ‘’fan zones’', ni parques donde congregarnos», afirma, por su parte, Stéphane Vojetta, diputado en la Asamblea Nacional francesa donde representa a los franceses establecidos en España. Aun así, la comunidad de su país en Madrid «se está organizando y habrá varios lugares donde los franceses se congregarán para ver la final juntos este domingo: en el mercado de Navidad francés en el hotel Meliá Castilla, la parroquia de San Luis de los Franceses en la Calle Lagasca, la azotea del Círculo de las Bellas Artes...

Stéphane Vojetta, diputado de la Asamblea francesa por la circunscripción de España, en los días previos a la celebración de la final del mundial de futbol que enfrentará a los equipos de Argentina y Francia en Catar
Stéphane Vojetta, diputado de la Asamblea francesa por la circunscripción de España, en los días previos a la celebración de la final del mundial de futbol que enfrentará a los equipos de Argentina y Francia en CatarAlberto R. RoldánLa Razón

«Les bleus» son el rival a batir. «Pocos meses después de los juegos olímpicos de Tokio, donde Francia consiguió el oro en balonmano masculino y femenino y en voleibol masculino, y la plata en baloncesto masculino y femenino, un segundo título mundial nos consagraría como la nación dominante en cuanto a deportes colectivos», explica Vojetta.

De los 80.000 franceses que viven en España, 20.000 se encuentran en nuestra región. «Pero calculo que somos más de 200.000 franceses en haber elegido España como lugar de vida, teniendo en cuenta jubilados, estudiantes y familias que no están dados de alta en el registro consular». La calidad de vida, el clima, la comida, la proximidad de la naturaleza, el ambiente festivo y la hospitalidad y de los madrileños resultan claves a la hora de elegir.

Si bien la embajada argentina no ha preparado ningún festejo en caso de victoria, «sí que hay argentinos que están convocado en Cibeles o en lugares para expresar su alegría si la selección se alza con el triunfo». Además, han mantenido conversaciones con propietarios de bares y restaurantes para que «hagan un menú especial para los argentinos que quieran seguir el partido» en sus locales. Y lo cierto es que «se han llenado».

Mario y Serena, junto a sus compañeros del Colegio Mayor
Mario y Serena, junto a sus compañeros del Colegio MayorAlberto R. RoldánLa Razón

Entramos al Colegio Mayor Argentino, que depende del Ministerio de Educación del país y donde estudian jóvenes procedentes de muchas nacionalidades. Mario López Durán, de 26 años y nacido en Mar de Plata (Argentina), cuenta a LA RAZÓN que vino a Madrid para continuar con su formación en Historia. Son fechas complicadas para centrarse en los estudios cuando su país natal se enfrenta a la gran final, una jornada histórica cuya última victoria se remonta a1986.

«Madrid es una ciudad que me fascina. Encuentro similitudes con Buenos Aires. Sin embargo, si pienso en Mar de Plata, donde vivía, no tenía ese carácter impersonal e independiente que se encuentra en Madrid», confiesa Mario, a quien le sorprende la modernidad de Madrid, donde el Metro es un «relojito» y reina la cultura de la tapa. Con todo, señala que que también hay que acostumbrarse a la ciudad del consumismo y del caos de la Gran Vía.

Su compañera, Serena Trevisán, de Misiones (Argentina) vino para estudiar cine. «Me sorprende mucho lo apasionada que es la gente y la cantidad de creatividad de esta ciudad». Junto a todo el colegio mayor, está viviendo con mucha pasión el gran evento y dice sentirse en casa gracias a la red de argentinos. «Vivir aquí es como estar en mi país, aunque echo en falta tomar mate y comer chipitas», detalla Serena.

En el centro, German, regente de Pampa Beef. A su izquierda, Juan Cruz y a la derecha, Gonzalo Docal
En el centro, German, regente de Pampa Beef. A su izquierda, Juan Cruz y a la derecha, Gonzalo DocalAlberto R. RoldánLa Razón

Germán, argentino regente de Pampa Beef, donde se emiten los partidos y las mesas ya están completas para la gran final, indica que «en Argentina el fútbol une masas, fundamentalmente porque se empieza a practicar en los estratos más bajos de la sociedad y la gran mayoría de chicos que acaban siendo Maradona, Tévez o Messi vienen de barrios de chabolas. Por ello, el fútbol hegemoniza la sociedad y pasa a ser algo religioso». A diferencia de España, en Argentina no hay un problema político detrás del fútbol: «El que es de Chaco es igual de argentino que el que es de Ushuaia, solo hay una bandera. En España hay un gran problema político: los vascos, catalanes, gallegos, madrileños, castellanos o andaluces van por separado incluso en la selección de fútbol», opina. Los primos que lo acompañan, Juan Cruz (Buenos Aires) y Gonzalo Docal (Córdoba) hablan de Messi como su referente: «Ganemos o perdamos Messi ya está perdonado. Él está en el corazón de todos los argentinos».

Stéphane del Río, uno de los dos socios de Le Bistroman
Stéphane del Río, uno de los dos socios de Le BistromanGonzalo Pérez MataLa Razón

En cuanto a la comunidad francesa, si hay algo que la caracteriza, es, entre otras cosas, su gastronomía. Madrid cuenta con algunos restaurantes especializados. Es en pleno centro, al lado del Palacio Real, donde encontramos a Stéphane del Río, uno de los dos socios de Le Bistroman. De madre francesa y padre español, nació en la capital pero vivió la mayor parte de su vida en Francia. Desde hace diez años lo hace aquí. «Los que tenemos doble nacionalidad tenemos la ventaja de tener dos oportunidades de ganar el mundial», afirma a LA RAZÓN. Dice dar siempre prioridad al país en el que vive, pero, en esta ocasión no ha podido ser con España. No pierde la esperanza de que sea Francia quién se alce con la victoria. «Vemos muchas posibilidades. A la final llegan los equipos que mejor han jugado y la selección no tiene peores jugadores que Argentina». Cree que ganarán aunque por poco. «Me gustaría que fuese un partido bonito, que haya goles… un 3-2 sería perfecto», confiesa. Esta tarde se la ha reservado para verlo en casa con amigos y su abuelo, de 97 años. Y es que ven el Mundial como la excusa perfecta para reunirse. Ganen o pierdan, abrirán el champán.

Adrien Colas y Grégory Helmer
Adrien Colas y Grégory HelmerDavid JarLa Razon

Por su parte, Grégory Helmer llegó a Madrid en 2016 desde un pueblo de 500 habitantes en el sur de Lyon. Aunque asegura que la sociedad francesa no es tan aficionada al fútbol como la española, dice ser la excepción. «Mis dos pasiones son el fútbol y el vino». Por eso, abrió hace dos años St. Germain, un wine bar en el barrio de Hispanoamérica. «Estamos bastante tranquilos para lo que se presenta porque llevamos dos mundiales seguidos, pero sabemos que será duro», apunta. Y aunque confiesa haber sentido el fenómeno Messi y ese interés porque el argentino se lleve la copa del mundo, él lo tiene claro: «Si la quiere va a tener que venir a buscarla, porque no se la vamos a dar». A pesar de que todo, apuntaba a que este año no iban a llegar a la final, por la baja de Benzema en el último momento y los lesionados que tenían en el medio campo. «Va a ser un partido que entrará en la historia del fútbol. Nuestro encuentro más duro fue contra Inglaterra, esa era nuestra final, así que espero un 4-3; con tripletes de Mbappé y Messi», sentencia.

Recién aterrizado en Madrid, y emocionado por la final, está Adrien Colas, comercial de la bodega francesa M. Chapoutier. «Siento que nada puede pasar, que la final será nuestra. No quiero ser presumido, pero se nota que nuestra selección tiene algo especial, los jugadores tienen una conexión. Como en 2018, demostraremos que somos los mejores», asegura. Colas dice ser también una de las excepciones en Francia, pues juega al fútbol desde los cinco años y es de los que no se pierde ningún partido. «No hay una carga histórica con Argentina dentro del fútbol, no nos hemos enfrentado mucho, pero todo está listo para que hoy empiece una rivalidad grande en el ámbito futbolístico», confiesa entre risas. En su caso, apuesta por un 2-0 en el marcador. En pocas horas lo sabremos.