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Paco Gómez: «Creo que mi estilo es, precisamente, no tener ninguno»

El artista es el comisario de la exposición «Región. Paisaje, fotografía y patrimonio», que puede visitarse desde el 8 de febrero en el espacio El Águila

Entrevista con el fotógrafo Paco Gómez en la exposición de fotografía “REGIÓN. Paisaje, fotografía y patrimonio”, un recorrido único por el paisaje de la Comunidad de Madrid.
Entrevista con el fotógrafo Paco Gómez en la exposición de fotografía “REGIÓN. Paisaje, fotografía y patrimonio”, un recorrido único por el paisaje de la Comunidad de Madrid.Alberto R. RoldánLa Razón

Lleva casi tres décadas dedicándose al arte, pero Paco Gómez aún no ha decidido si referirse a sí mismo como fotógrafo o como escritor. «No lo tengo muy claro porque me dedico a muchas cosas», dice a LA RAZÓN. Y es cierto. Formado como ingeniero de caminos, dio sus primeros pasos en el mundo de la fotografía cuando aún estaba en la universidad y, lo que empezó siendo una pasión se terminó ampliando y diluyendo en otras muchas cosas, como es el comisariado de exposiciones. Reconoce, también, casi como un éxito, que su estilo es, precisamente, «no tener estilo». «Creo que los fotógrafos o los cineastas que me gustan son, precisamente, aquellos que consiguen huir de su estilo, que su propia impronta personal no está por encima de la novedad de la obra, que no pesa más que el público al que va dirigida», explica.

Lo que más hace, y, tal vez, por lo que más reconocido sea, es por escribir. Algo que comenzó como una casualidad o, tal vez, un golpe de suerte. Era el año 2003 cuando Gómez encontró los documentos y fotografías de la familia Modlin en la basura cerca de su casa. Aquello abrió el curso de diez años de una investigación centrada en componer el puzle narrativo para reconstruir la vida de aquella influyente familia de artistas estadounidenses, tal vez algo obsesionados con la fama, que se afincó en el Madrid de los años 70. Contar su historia no ha sido solo la forma en la que los Modlin han hallado esa fama cuando ya ni siquiera están en este mundo, sino que abrió a Gómez la puerta a una nueva forma de narrar, haciendo libros que mezclan la literatura y la imagen.

«Desde que empecé a hacer fotos me di cuenta de que la imagen ganaba mucho cuando la acompañabas de un relato acerca de lo que pasa en ella», explica. Subraya así que nunca ha terminado de estar del todo de acuerdo con eso de que las fotografías hablan por sí solas. «Al menos no en lo que va más allá de la interpretación que cada uno pueda hacer», reconoce. «Comencé como con un juego, a acompañar las fotografías con una pequeña explicación, hasta que de pronto me di cuenta de que las series fotográficas que hacía tenían más que ver con la literatura que con el propio mundo de la imagen», continúa. «Con los Modlin se culminó esa sospecha, porque la historia de aquella familia que me había encontrado tirada en la calle necesitaba la palabra».

El arte refleja al espectador. Pero este, a veces, necesitan que le acompañe. «Es cierto que le quita ese factor de la interpretación propia del espectador, pero se consigue, a cambio, conducir un poco la experiencia del lector, porque al anclarlo a esas imágenes y a ese texto se aproxima un poco más a lo que le quieres contar», asevera Gómez, que ahora se encuentra inmerso en un nuevo proyecto que nace de una iniciativa de la Comunidad de Madrid. «Región. Paisaje, fotografía y patrimonio», de la cual es comisario artístico, podrá visitarse a partir de este 8 de febrero en el espacio El Águila, y está inspirada en lo que fueron las misiones fotográficas históricas en Europa, replicando algo similar en la región. y hacer una en la Comunidad de Madrid.

En este nuevo proyecto se refleja todo lo que es Paco Gómez: imagen acompañada de palabra, un estilo que se sabe al servicio del arte y no al revés. «Para llevarlo a cabo hemos contado con16 fotógrafos y 17 fotógrafas, que han documentado cada uno de ellos seis pueblos», explica. «Los fotógrafos debían ser residentes en la Comunidad de Madrid, aunque no hubieran nacido en ella, y creo que eso refleja un poco también lo que es la sociedad madrileña, en la que no solo hay personas de todas las comunidades de España, sino también de todo el mundo», añade. Huyendo del que, señala, es un error común en otras misiones fotográficas, que es «dar total libertad creativa a los fotógrafos», sobre todo para evitar que el resultado final fuera «un ente incomprensible», puso una serie de normas, desde el uso del color, hasta los formatos en los que se debían presentar las fotografías. «Era importante que todos nos sintiéramos como piezas de un mismo puzle, que las fotos no se adaptasen a nuestro estilo, sino que nuestro estilo se adaptase a esa exposición final de la que todos formábamos parte. Era lo más difícil, pero creo que se ha conseguido», asegura.

Un recorrido por la Comunidad de Madrid
El espacio El Águila presenta este mes de febrero “REGIÓN. Paisaje, fotografía y patrimonio”, un recorrido único por el paisaje de la Comunidad de Madrid, cuyo resultado ha sido un fondo fotográfico de casi dos mil imágenes, de las cuales 199 se exponen en las salas de El Águila. La exposición pone el acento en cómo habitamos, transformamos e interpretamos nuestro entorno; entendiendo el paisaje como un libro de familia, testimonio de la historia y retrato de sus habitantes. Es una ventana abierta a los parajes naturales y urbanos de Madrid: sus pueblos serranos y sus barrios entre vías, sus campos cultivados y sus calles transitadas por miles de turistas. Un paseo desde el hipódromo de la Zarzuela hasta al traslado del mayo en Ambite, del palacio de Aranjuez a un refugio de cazadores en la Hiruela.