Historia

Aquí está el inicio en Madrid del Camino de Santiago

En su sacristía se facilita la credencial específica para este Camino, y puede solicitarse la bendición del peregrino durante cualquiera de las misas que se celebran. Es también referencia del conquense Camino de Uclés

Iglesia de Santiago de Madrid
Iglesia de Santiago de MadridBNE

El Camino de Santiago es una referencia religiosa, cultural... y también económica, social o gastronómica de España. Un espacio de comunicación e intercambio entre distintos pueblos que sirvió de unión y permitió profundizar en las relaciones humanas. Un Camino que tiene también ramificaciones en Portugal, Francia, Inglaterra o Alemania.

En Madrid, cuando la Villa aún no era Corte, y también luego, el Camino siempre estuvo muy presente. Con su acento particular en el Camino Mendocino. Y tantos otros. La vía principal que nos ocupa estuvo fuertemente relacionada con este templo de Santiago. Esta es la principal iglesia jacobea de la capital y en ella se inicia el Camino en Madrid. En su sacristía se facilita la credencial específica para este camino, y puede solicitarse la bendición del peregrino durante cualquiera de las misas que se celebran. Todo ello a un paso del Palacio Real y la Plaza Mayor, en el Madrid más castizo. También organizan una vez al mes un encuentro de peregrinos donde se hace entrega del documento conocido como Santiagueña Matritense (una Compostela del camino de Madrid) a los que hayan finalizado este camino.

Una iglesia además íntimamente ligada a la historia más reciente de la Villa, su pasado napoleónico, que marcó su aspecto actual. El edificio que hoy podemos contemplar data del siglo XIX, construido por el arquitecto Juan Antonio Cuervo para sustituir dos templos derribados durante el reinado de José Bonaparte, que quería con ello ensanchar la Plaza de Oriente. Un “entusiasmo” por abrir plazas que le supuso el apodo de “Pepe plazuelas” y que se llevó por delante a la antigua Iglesia de San Juan, que se encontraba donde ahora la plaza de Ramales, hasta que el hermano de Napoleón la tiró. Era esta una de las iglesias más antiguas de Madrid, consagrada en 1254 a San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Allí, o en su entorno además, es donde se supone que está el cuerpo de Diego Velázquez, el genial pintor.

Pero volvamos al templo que nos ocupa, el de Santiago. Esta iglesia también es cabecera de otra ruta de peregrinación, el Camino de Uclés, que también está relacionada con el apóstol Santiago. El Camino de Uclés es una ruta de peregrinación cristiana que aunque no pertenezca al Camino de Santiago, sí está relacionada con este apóstol, pues comienza con la Iglesia de Santiago en Madrid, al igual que el Camino de Santiago de Madrid y termina en la provincia de Cuenca, en el Monasterio de Santiago de Uclés, que fue construido por la Orden de Santiago y fue la casa central de la Orden.

Indicaciones del Camino de Santiago y el Camino de Uclés
Indicaciones del Camino de Santiago y el Camino de UclésEfe

Juan Antonio Cuervo, el arquitecto responsable de la obra, ideó el templo matritense actual en austero estilo Neoclásico, construido en ladrillo y granito, materiales tradicionales en la arquitectura madrileña, con una gran cúpula central sin tambor. La fachada, muy plana, se anima por pilastras de orden toscano y un friso de triglifos, con una cornisa muy saliente; el cuerpo superior presenta un ventanal en arco que se trasdosa en el remate. Influjos herrerianos se perciben en los placados y los resaltes con almohadillado plano. En las ventanas del cuerpo inferior aparecen veneras y cruces de la Orden de Santiago.

El ingreso es una sencilla portada arquitrabada, rematada por un frontón recto con ménsulas. Un relieve rectangular representando a Santiago en la batalla de Clavijo” corona el frontón.

El interior presenta planta de cruz griega irregular, con un gran espacio central coronado por la cúpula, y presbiterio semicircular. Sencillas pilastras de orden jónico dividen los espacios. El patrimonio mueble de la iglesia es interesante, por haber conservado algunas de las mejores obras de las dos iglesias precedentes, aquellas que José Bonaparte dejó en ruinas. Destaca el altar mayor, con la pintura de Francisco Rizi representando a Santiago Matamoros. Un espectacular cuadro digno de una iglesia clave en la imaginería compostelana de la capital, oculta para muchos en el Madrid más castizo.