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Carlos Blázquez, alcalde de Colmenar Viejo: «Colmenar tiene que dar el salto a gestionarse como una ciudad grande, pero con su historia»

El regidor, que gobierna junto a Vox, tiene entre sus objetivos el de adaptar el pueblo a un entorno grande y moderno, pero sin perder la cultura y las tradiciones

Alcalde de Colmenar Viejo, Carlos Blázquez
Alcalde de Colmenar Viejo, Carlos Blázquez Gonzalo Pérez MataLa Razón

A Carlos Blázquez Rodríguez, el alcalde de Colmenar Viejo desde el pasado 
17 de junio, le apasiona la política desde la adolescencia. Se aficionó a ella a través del periodista Antonio Herrero. Blázquez llegó a este municipio de unos 55.000 habitantes en 1985 y ya no se ha marchado. El alcalde ha estudiado en colegios e institutos del pueblo y se siente «colmenareño». Ha podido presenciar el aumento de su población en los últimos años. «Antes nos conocíamos entre todos», dice Blázquez. Una de esas personas que conocía era Jorge García, el exalcalde que falleció el pasado octubre en un accidente, el cual lamentó mucho al ser amigos desde que tenían 17 años.

El regidor afronta un gobierno de coalición con Vox –después de gobiernos del PP desde 1991– del que hace hasta ahora un balance 
«muy positivo», con numerosos planes, como la construcción del tercer carril de la M607 o la creación de un polígono «verde y tecnológico». Su obsesión ahora, reconoce, es la de gestionar el pueblo como una ciudad: «Colmenar tiene que dar el salto a gestionarse como una ciudad, con su historia, sus tradiciones y su cultura, pero como una ciudad grande».

¿Cómo entiende la política?

La política es una absoluta vocación personal. Mucha gente me dice: ¿cómo te dedicas a esto? Con lo ingrata que muchas veces es la política, que no tienes fines de semana, no eres anónimo, que todo el mundo te dice lo que tienes que hacer. Al principio me gustaba el periodismo, por Antonio Herrero, pero como hacía información política me acabé decantando por la política cuando tenía 13-14 años, que es algo anormal que te guste a esa edad. A mí me apasiona, por eso lo veo como una entrega total. Es que te guste gestionar para los demás. Es una responsabilidad comunitaria. Esa capacidad de poder resolver los problemas de la gente. No hay un domingo que piense «qué horror, mañana me toca trabajar».

¿Cree que su visión de la política encaja más en el plano local?

Creo que aquel político que no esté en política porque le ilusiona y apasiona, se equivoca. No es un sitio para ganar dinero, ni para ganar buen prestigio. Es alguien que le tiene que gustar esa cercanía con el ciudadano y la capacidad de entregarse por las necesidades de los demás.

En el Ayuntamiento aspiraban a la mayoría absoluta. ¿Cómo está siendo el comienzo de este gobierno de coalición con Vox?

Yo estoy muy contento. A pesar de que a nivel general, a nivel de España, incluso de Unión Europea, la política es mucho más maniquea y mucho más sectaria, en la política local hay ciertas cuestiones que sí se permiten. Yo he sacado, por ejemplo, los presupuestos en este Ayuntamiento de 2024 con los votos favorables del partido Vox y del Partido Socialista, es decir, 20 de 25 concejales han sacado adelante estos presupuestos. Esto traslada la idea de que hay que hablar con todos e intentar buscar el bien común. Y yo creo que a nivel municipal eso es algo más fácil porque a todos nos interesa sacar los proyectos adelante. Este inicio está siendo muy favorable, han sido numerosos proyectos los que se están sacando adelante, tanto de obras como de proyectos de bastante envergadura, como, por ejemplo, este tercer carril de la carretera de M-607 para que se desatasque nuestra entrada en la comunidad. El balance es muy positivo.

¿Habría preferido la mayoría absoluta?

Sí, por supuesto. Durante mucho tiempo se ha denostado el hecho de una mayoría absoluta. En muchas otras ocasiones se ha entendido que las minorías eran lo bueno porque fomentaban los pactos. Hoy se ve con claridad en qué se traslada y cómo se hace un pacto. Un pacto a día de hoy y lo estamos viendo del Gobierno [central] con Cataluña no supone nada más que más competencias para unos, más dinero para unos en detrimento de otros. Lo que no puede ser es que haya vecinos que tienen más derechos que otros ni estar condicionados por partidos minoritarios.

Dicho esto, es verdad que no ha supuesto problema. Nosotros hemos pactado una serie de cuestiones con Vox. Siempre he dicho que Vox no es el PP y el PP de Colmenar Viejo no es Vox de Colmenar Viejo, ni aspiro a que lo sea, no lo quiero. Nos unen cosas, pero nos separan grandísimas cosas. Es verdad que a nivel local quizá es más fácil ver lo que nos une y en estos meses se ha demostrado que es viable hacer un pacto con un partido, y seguir buscando pactos con otros.

¿Cree que esa idea de las mayorías absolutas se ve en el ciudadano como una imposibilidad de los políticos de llegar a acuerdos?

Yo creo que hace unos cuantos años, a raíz de que desaparecen esas mayorías absolutas tanto del Partido Socialista como del Partido Popular, ahí se entendía que era bueno y que era algo favorable y que la democracia era pactar y sentarse y hablar. Pero con todo lo que estamos viendo y todo lo que está pasando se está viendo la realidad. La minoría y el diálogo suena bien, es un lenguaje que a todos nos gusta, pero luego detrás eso hay otra realidad. En el Gobierno de la nación se ve muy claro: habiendo comunidades mucho más necesitadas que Cataluña, se van muchos recursos por el solo hecho de ese «diálogo» o «pacto».

¿Qué puede suponer el tercer carril de la M-607 para Colmenar Viejo?

El tercer carril para Colmenar es absolutamente fundamental. Los que conocen la zona saben los atascos que están provocando las incorporaciones de Colmenar a la M-607. Entonces ese tercer carril va a evitar estos movimientos que se producen y hará que el tráfico vaya con muchísima más fluidez. Aunque es cierto que esto no va a solucionar todos los problemas de los atascos de la M-607.

Pero estoy promoviendo con todos los alcaldes de la zona norte una reunión como una plataforma de la zona para solicitar al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible el cierre de la M50. Porque realmente vamos muchos coches al mismo sitio en el mismo tiempo y esto complica mucho las cosas. Ha aumentado mucho la población de toda la zona norte y no hay más posibilidad de llegar hasta la M40 para ir a otros destinos. Además, también solicitaremos que el tren de Cercanías deje de fallar tanto en la salida de Colmenar. Estas dos circunstancias son fundamentales para que se eliminen los atascos de la carretera de Colmenar.

¿Cómo avanza el Plan General?

El mes que viene o al siguiente intentaremos aprobar ya el avance. Eso supone que es el punto de partida a que todo el mundo conozca cuáles son las previsiones del Gobierno. ¿Qué queremos con este Plan General? Siempre digo que Colmenar Viejo es un buen sitio para vivir. Muchas familias están eligiendo Colmenar como una zona de residencia, como un destino para la familia, como zona para desenvolver su vida personal.

Pero ahora queremos dar un cambio y es que también queremos demostrar que es un buen sitio para trabajar. Dentro de ese Plan General va la creación de un polígono: que sea verde, tecnológico, muy bien comunicado. Que vengan grandes farmacéuticas, grandes empresas tecnológicas para instalar una forma diferente de trabajar. No queremos esas grandes empresas de transformación sucias que no me van a aportar un valor añadido. Queremos ser una especie de Silicon Valley de Madrid, una zona de referencia donde la gente venga y trabaje en un ambiente con parques alrededor de sus empresas, con aire limpio y que luego incluso, pues, se queden en nuestro municipio a vivir porque será la referencia de toda la zona norte.

¿Cómo es la relación con los grupos de la oposición?

El Partido Socialista creo que tiene una estrategia mucho más cercana a los vecinos y que le preocupa su bienestar y que Colmenar vaya hacia adelante. Y en ese sentido nos estamos encontrando en diferentes propuestas que ellos hacen y las vemos interesantes para nuestros vecinos. Yo nunca me voy a negar a mejorarles la vida por mucho que la propuesta venga de otro.

Y luego está la izquierda más radical, la izquierda más extrema de Más Madrid y Podemos. Esta izquierda «woke», que parece linda, pero que no se han renovado y siguen con las mimosas ideas radicales. Yo no puedo estar con esa izquierda ni en las formas ni en los fondos porque realmente son movimientos políticos absolutamente ideologizados

¿Qué objetivos se fija a largo plazo?

El objetivo fundamental es cam-biar el paradigma del Ayuntamiento en cuanto a la gestión: que se gestione como una ciudad. Que se vea y se perciba como un eje muy moderno. Y sobre todo vamos a hacer un Plan General muy ambicioso para atraer industrias y farmacéuticas a nuestro municipio, pero también un muy ambicioso plan fiscal. Aprovechando el hecho de que el presidente Sánchez nos obliga a poner una tasa de residuos y un impuesto a los vecinos, vamos a hacer un plan fiscal de todas las tasas e impuestos colmenareños para que les afecte lo menos posible.