«La Comedia de los Errores» se despide como un acierto

Teatros del Canal no es solo danza contemporánea o monólogos. Así lo lleva demostrando la obra teatral de Shakespeare «La Comedia de los Errores» desde el pasado Día de la Hispanidad. Este domingo la obra dirigida por Andrés Lima se despide de este escenario. Pepón Nieto y Antonio Pagudo regresaban a las tablas bajo su dirección, después de haber sido auténticos fenómenos de la ficción televisiva. La representación se extiende hasta la hora y cincuenta minutos y está disponible desde 9 euros (en el anfiteatro de la Sala Roja). Con la repentina llegada de las precipitaciones y la inevitable climatología otoñal, el teatro recupera su condición de alternativa de ocio estrella de Madrid.

Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad y Esteban Garrido completan un elenco masculino que hace las delicias de los amantes de la comedia más surrealista, así como las de los fieles del célebre dramaturgo británico. La dirección de Lima respeta la esencia de la obra, aunque se permita licencias razonables que adaptan el humor del siglo XVI al público de hoy. Precisamente, este es el gran desafío para la representación de la comedia clásica, ya que el envejecimiento del humor es cada vez más fugaz. Otra de las licencias inevitables de esta adaptación es la traducción lingüística, culpada históricamente por la pérdida de matices en las escenas más cómicas. De hecho, en anteriores traducciones, la obra se titulaba «La Comedia de las Equivocaciones». Este título también da pie a los actores para incumplir algunas reglas sagradas de la escena teatral o desafiar los pilares del lenguaje teatral. Así, más desenfada que nunca, la elección de sus intérpretes supone una más que evidente declaración de intenciones.

El argumento

La trama se ubica en Éfeso, ciudad en la época llena de fulleros, de magos capaces de engañar el ojo, de oscuros hechiceros que trastornan el juicio, de brujas asesinas que deforman el cuerpo, de truhanes disfrazados de charlatanes y pecadores libertinos. Antífolo y Dromio de Siracusa (antigua ciudad de Grecia ahora sita en Sicilia), amo y criado, llegan a la ciudad buscando a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas de palíndromos también llega a Éfeso, siendo detenido por extranjero sin papeles nada más pisar puerto, y es condenado a muerte. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse de la tragedia.