Historia urbana

La cueva prehistórica de la calle Serrano

El Museo Arqueológico Nacional guarda una réplica de la Cueva de Altamira en sus jardines

La cueva prehistórica de la calle Serrano
La cueva prehistórica de la calle SerranoMuseo Arqueológico Nacional

A un paso del Madrid más consumista, donde tienen acomodo las tiendas de lujo más exclusivas de la capital, es posible ver y contemplar un pasado de miles de años... Hablamos de la reproducción de la cueva de Altamira en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Un espacio que se encuentra en los jardines del mismo, en una cueva artificial, en la entrada que da a la calle de Serrano. Debajo del jardín que adorna la entrada al edificio se construyó, allá por 1964, una réplica de la cueva con una reproducción de parte del techo con las célebres pinturas prehistóricas de Cantabria, a partir de un trabajo de E. Pietsch en colaboración con la Universidad Complutense, y costeada por el Gobierno español. Todo para el disfrute de los españoles y turistas. Y sostenible.

Altamira en Madrid
Altamira en MadridMAN

No fue esta una gran novedad, pues, anteriormente, ya se había puesto en marcha y realizado un trabajo similar en 1959, cuando un equipo del Deutsches Museum de Munich dirigido por Pietsch, realizó una primera reproducción de la cueva de Altamira. Pietsch ilustró con esta reproducción su exposición permanente de la Prehistoria de la tecnología química. Se reprodujeron los 44 metros cuadrados más espectaculares del techo de los polícromos.

Aquí sigue este pedazo de Altamira, al que accedemos a través de una escalinata hacia la sala subterránea y un pasadizo que recuerda a las construcciones antiguas. A la entrada, un vídeo explica el emplazamiento de la cueva, su descubrimiento, características principales y su situación actual. Un espacio no demasiado concurrido pues suele obviarse en las visitas al Arqueológico. Algunos ni lo tienen agendado.

El caso es que dentro, ya en la sala, con la mínima iluminación, como si el fuego prehistórico la iluminara, vemos la reproducción de una parte de Sala de los Polícromos y una mesa con espejo nos permite contemplar el techo con todos sus detalles cómodamente. Un ingenio que muchos agradecen. Aunque no podemos evitar mirar hacia arriba. Unas pantallas integradas en la mesa explican más detalles de las pinturas para una mayor comprensión del conjunto prehistórico.

La pintura de la copia se ejecutó según el procedimiento pictórico del Arte Paleolítico, utilizando colores minerales en bruto y comprobando su similitud con el original de Altamira, respetando los relieves de la roca para plasmar los animales...

Por cierto, existe otra reproducción de Altamira de similares características un poco más lejos, en el parque temático Shime Spain Village de Ise-Shima, en Japón, inaugurado en 1994. Pero aquí volveremos en otra ocasión. Ahora os dejamos con estas imágenes de la reproducción de la cueva de Altamira en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Estamos ante un pedacito de esta joya del arte rupestre paleolítico, una obra maestra de los primeros pintores geniales. A la espera de, algún día, poder ver la cueva original descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola y su hija María Justina en 1879, de momento se puede decir que se puede contemplar esta réplica de la Cueva de Altamira en el Museo Nacional de Madrid. El Museo Arqueológico Nacional fue fundado en el año 1867 por la reina Isabel II e inaugurado en 1871 por el rey Amadeo I de Saboya en la que sería su primera sede. Un resumen científico y artístico del rico pasado de España.

Todo para dar luz y conocimiento a esta la cueva, que fue utilizada durante unos 22.000 años, desde hace unos 35.600 hasta hace unos 13.000, momento en que un derrumbe selló su entrada. Un rico pasado artístico y humano que se puede contemplar a un paso de las tiendas de lujo de Serrano. Y gratis, para solaz de todos.