Gastronomía

¿Dónde comer con niños antes o después de un plan navideño?

Quispe, Taramara, Egun-on, El Rinconcito, Casa Labra y Castizo son sólo algunos de los espacios en los que degustar un rico bocado cuando el hambre apriete

César Figari y Constanza Rey son los propietarios de Quispe, rico refugio donde los haya si se encuentra en el barrio de Salamanca
César Figari y Constanza Rey son los propietarios de Quispe, rico refugio donde los haya si se encuentra en el barrio de SalamancaLa Razón

Durante estos días, la idea es reservar mesa en aquellos restaurantes situados cerca del plan buscado para los más pequeños de la casa. Así que, si van a invertir unas horas en su diversión y tienen pensado ir a Juvenalia, tenga en cuenta que a pocos minutos en coche de Ifema se encuentra Egun-On (Paseo del Zurrón, 31. Madrid). El ideólogo de las recetas es Edu Collado, quien asumió la dirección del negocio familiar en 2018 y transformó un bar de tapas en un restaurante en el que destaca el buen producto de temporada en recetas contemporáneas. Como curiosidad, lleva a la mesa carne de reno salvaje. Importado de Finlandia, proviene de animales, que se alimentan en su hábitat natural de bayas y setas, y sirve el lomo alto con demi-glace de oporto y regaliz y el steak tartar. Son platos que ofrece para celebrar el 25 aniversario del restaurante, lo mismo que el cachopo de ciervo, la oreja a baja temperatura y una tarta con queso payoyo. Ya tendrá su entrada para Circlassica, así que si lo que le falta es la mesa, continuamos centrados en los alrededores del parque ferial madrileño. ¿Conoce Taramara? Es la segunda casa de Sergio y Roberto Hernández, con Latasia como casa madre. En cada bocado, se perciben los buenos productos que llenan la despensa y protagonizan recetas viajeras, como el taco de cochinita pibil, el rollito cantonés de codillo, el ya emblemático bao de anticucho de pollo y los dim sum de langostinos y curry rojo thai. No deben faltar entre las recetas para compartir, que vuelan según rozan la barra, lo mismo que las gambas en tempura con mayonesa japonesa y el arroz chaufa con chipirones, gambas y chorizo criollo. Tsukiji Sushi Bar es la mejor opción si la familia al completo tiene antojo de japo, ya que las gyozas de pollo, de langostinos y de carabineros y vieira son muy recomendables. Han de anteceder a la tempura de cangrejo Soft Shell Crab y al desfile de nigiris (de pez limón, carabinero, de escalope de foie flambeado…), de tartares, de makis y de rolls para continuar con el curry rojo de buey. Nos gustó el yakisoba con solomillo buey, trufa, verdura y huevo roto.

Antes de «perderse» en El Real Jardín Botánico Alfonso XIII, de la Universidad Complutense de Madrid para zambullirse en «El Manantial de los Sueños. El Origen de la Navidad» tiene varias opciones, ya sea disfrutar de una hamburguesa en la sede de Five Guys y de Distrito Burger, ambas en la calle Princesa y una apuesta segura. También lo es El Barril de Argüelles, donde los más pequeños disfrutan como enanos picando calamares de potera a la parrilla, boquerones fritos y el pulpo a la brasa con alioli suave antes de que tome la mesa el arroz de carabineros de Isla Cristina.

En Torrejón de Ardoz se sitúa el parque de la Navidad más grande de España, pero antes de sumergirse en unas «Mágicas Navidades» ocupe su mesa en El Rinconcito (C/ de Viena 6), un espacio sencillo de comida casera en el que cada plato está mejor que el anterior. Las croquetas, la ensaladilla, el provolone, los tequeños y las alitas a la barbacoa son algunas de las raciones que gustan a grandes y pequeños, lo mismo que la hamburguesa, que también forma parte del menú infantil, lo mismo que las salchipapas.

Son varias las pistas de hielo a escoger: la de Plaza de España, la del Matadero, la del Cibeles, la del Estadio Riyadh Air Metropolitano, la del Villa Magna y la de Javier Fernández, en Colón. En el caso de que escoja esta última ubicación y la idea sea patinar por la mañana, es imposible negarse al cocido de Casa Carola. Si opta por acudir por la tarde, es imprescindible entrar en calor con un chocolate con churros en la caseta de San Ginés. Al mediodía, nosotros nos decantamos por la casa de César Figari y Constanza Rey: Quispe. Obligado es pedir un cebiche, sí, con «b», nos advierten, y nosotros degustamos el de corvina salvaje marinada con leche de tigre de cilantro y texturas. Como tiradito, no encontramos ningún pero al de pulpo al olivo con salsa de aceitunas botija, alcaparras, pimientos y tomates orgánicos, elaboración que también alegramos con salsa picante, porque a quienes nos entusiasma el picante no entendemos estas preparaciones sin jugar con él. De ahí que también nos alegrara los mejillones gallegos con chalaquita de pepino y crema acebichada de rocoto. El anticucho de secreto ibérico con texturas de patata, ají carretillero, choclito a la brasa y crema de huacatay en nuestro caso antecedió al riquísimo arroz chaufa de mariscos salteado al wok con pulpo, langostinos y chipirones, salsa chifera, tamarindo, tiras de wantan frito y alga nori.

Tajada de bacalao y consomé

Un clásico es Cortylandia y también lo es antes o después de canturrear la archifamosa canción asaltar la barra de Casa Labra y pedir una manzanilla y la emblemática tajada de bacalao, además de las croquetas y la banderilla de atún en escabeche. A pocos metros, encontrará el Belén de la Real Casa de Correos, para cuya visita hay que ir concienciado de la espera, pero merece la pena tanto como adentrarse en el «Bosque de los deseos», en la Real Casa de Postas, y en la Estación de la Navidad, en la Real Casa de Postas. Recuerde, en el 19 de Alcalá hágase hueco en Castizo, porque a los más pequeños también les entusiasman los torreznos de Alalpardo, las alitas de pollo al ajillo y el mollete de pringá. Por último, en L’hardy autoservirse a pie de calle el consomé del samovar es tradición antes de picar alguno de los míticos hojaldres (salchicha trufada, ropa vieja...), el bocatín de calamares y la barqueta riñones. Feliz Año.