Fuera de plano
El PP estrena su mayoría absoluta y deja a Mónica García sin comisión en la Asamblea
Los populares entienden que las propuestas de Lobato son «más razonables» frente «al insulto y la falta de cortesía» de la líder de Más Madrid
A las puertas de las elecciones generales del 23-J, la Asamblea de Madrid ha retomado su actividad y la mayoría absoluta del PP ha tenido su primer efecto. Más Madrid se ha quedado sin la presidencia de una sola comisión en la Cámara.Dieciséis permanentes han sido para el PP, una para el PSOE y otra para VOX. La decisión de los populares de ceder una de ellas a Juan Lobato y no a Mónica García ha recrudecido la tensión en la izquierda. Con la desaparición de Podemos en la bancada, el arco de la izquierda queda representado por el partido de Íñigo Errejón y PSOE, con 27 diputados cada uno. Si bien el primero cuenta con poco más de cinco mil votos a su favor, la formación de Ayuso ha roto con la costumbre de dar una comisión al principal partido de la oposición, apelando a la igualdad de escaños, pero no sólo.
El portavoz de los populares, Carlos Díaz-Pache, entiende que las propuestas de Lobato son «más razonables» que las de García y afea a ésta que les reproche la decisión apelando a la tradición ya que su partido se caracteriza por «dinamitar los puentes, recurrir al insulto y faltar a la cortesía parlamentaria». Mónica García ha presumido de ser el azote de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, una máxima que repitió detrás de las pancartas sanitarias, a las puertas de las elecciones autonómicas que dieron la mayoría absoluta al PP.
«Predicadora apocalíptica», líder «antiliberal», responsable de «mercadear con los derechos de las personas trans» impulsora de «los vividores de rentas pasivas y especuladores» son algunos de los calificativos que ha dedicado a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a su Gobierno, al que llegó a definir como «fanático y cruel» en el reciente pleno de investidura.
La vuelta a la actividad política ha relegado a su partido al segundo plano al no obtener una sola comisión en Vallecas y la aliada de Yolanda Díaz ha lanzado sus dardos contra el PSOE. «El PSOE se siente más cómodo con el PP que con Más Madrid», ha señalado, avanzando la tensión que se prevé en esta XIII Legislatura.
Con su mayoría absoluta, los populares podrían haber ocupado las 18 comisiones pero siguiendo con la práctica habitual, han cedido dos de los órganos parlamentarios a sendos partidos de la oposición. Vox presidirá la de Presupuestos y Vigilancia de las Contrataciones y los socialistas la de Hacienda. Lobato ha mantenido su posición respecto a la bajada de impuestos que ya anunciara en la pasada campaña. La propuesta, contraria al programa de Ferraz, le costó el apercibimiento de miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, con el que mantiene una fría relación. El secretario general de los socialistas de la región se ha asegurado un puesto en el Senado, que se suma a la portavocía en la Cámara regional y a la dirección del partido en Madrid, tres cargos que le consolidan ante la debacle que aventuran en la formación nacional tras el 23-J y que le otorgan mayor visibilidad en su tarea de oposición a Ayuso.
El gesto del PP ha puesto el foco en las grietas entre PSOE y Más Madrid en plena campaña de las generales donde Sumar, apoyado por Mónica García, lucha por encabezar el ranking de la oposición. Similar objetivo se marcó la madrileña y terminó con una pírrica victoria a su favor frente a los socialistas.
En el Ayuntamiento de Madrid, el partido de Errejón tampoco ha tenido su mejor semana. El grupo municipal pidió el retraso de la comisión extraordinaria de urbanismo para modificar las normas puesto que no disponía de toda la documentación, según alegaron desde la formación de Rita Maestre. La norma, que regula los pisos turísticos, las cocinas industriales o la construcción de vivienda, llevaba tres años de retraso debido al boicot de la izquierda y al freno de Vox en el último momento, antes de la cita electoral de mayo.
La mayoría absoluta de Almeida ha permitido dar luz verde a uno de los principales escollos del pasado periodo de sesiones. La modificación de la polémica norma permitirá la creación de dos mil empleos con 200 millones de euros para la ciudad, avanzó el alcalde. El impacto se notará a partir de la concesión de autorización a los restaurantes dedicados a la venta a domicilio –las conocidas como cocinas industriales–, de manera que los empresarios no se topen con barreras para su constitución. Los cambios afectarán también a las actuales situaciones de usos de viviendas como el coliving o el cohousing; flexibilizará las exigencias allí donde se puedan recuperar zonas obsoletas de la ciudad y permitirá que las terrazas no computen a efectos de edificalidad.
Maestre reconoció la pasada legislatura la necesidad de actualizar la regulación urbanística pero esta semana quiso torpedear el trámite en Cibeles con un retraso que es vital para cumplir con los tiempos que marca la modificación de la norma. La estrategia de la portavoz de Más Madrid fue desvelada por la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, que calificó de «sorprendente» la petición de información de ésta ya que es la misma que vetó antes de las elecciones municipales, dijo. El PP le afeó el intento y exhibió su mayoría.
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