Un ajuste de cuentas por deudas económicas, principal hipótesis del triple crimen de Morata de Tajuña

Tres hermanos, dos mujeres y un hombre de entre los 70 y 80 años de edad, han sido hallados sin vida y con signos de violencia en el interior de su vivienda situada en la localidad madrileña de Morata de Tajuña. Los tres cuerpos aparecieron parcialmente quemados, apilados y con restos de sangre, según informaron fuentes consultadas a Europa Press. Al parecer, fueron los propios vecinos los que alertaron al Ayuntamiento de la localidad, tras llevar cerca de un mes sin verles y ya que eran muy conocidos porque participaban en muchas de las actividades sociales y culturales organizadas en el municipio.

La idea inicial era que estos podrían estar de vacaciones, pero al no responder a las llamadas y mensajes que se les realizaban, alertaron al alcalde. Fue este quién puso en sobre aviso a la Policía Local, quienes el pasado lunes procedieron a la confección de las diligencias judiciales iniciales, en coordinación con puesto de la Guardia Civil del puesto de la localidad. Así, iniciaron gestiones con el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey, que remitió la orden judicial de entrada en el inmueble. A primera hora de la mañana del jueves, agentes de la Guardia Civil accedieron a la vivienda situada en el número 18 de la Avenida de España y encontraron a las tres personas muertas con signos de violencia y en proceso de descomposición.

El juez de guardia, procedió al levantamiento de los cadáveres esta tarde y será mañana cuando sean sometidos a la correspondiente autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas para conocer las causas concretas de los fallecimientos. El equipo de Homicidios de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación.

Fuentes cercanas al caso sostienen que los fallecidos son los tres hermanos –Ángeles, Amelia y Pepe-, que eran originarios de Ciudad Real y que llevaban muchos años viviendo en esta localidad del sureste de la región. Las dos mujeres, llevaban varios años jubiladas y su hermano padecía una discapacidad. La casa en la que les hallaron, cuyas persianas estaban bajadas, era su segunda residencia.

Ahora, la investigación se centra en determinar si puede tratarse de algún tipo de ajuste de cuentas derivado de una estafa amorosa. Vecinos de la localidad eran conocedores de que la dos hermanas llevaban años enviando dinero a unos supuestos novios, que conocieron por Facebook y que vivían en Estados Unidos. Aunque la realidad, es que se trataría todo de un engaño.

A costa de pedir dinero a mucha gente para enviarlo a los estafadores, los hermanos habrían ido contrayendo grandes deudas y podrían haber tenido problemas con gente cercana e incluso con prestamistas peligrosos que podrían haber cobrado ahora una deuda atrasada desde hacía ya varios meses, según la investigación. A lo largo del día de hoy, agentes de la Científica y Homicidios de la Guardia Civil, responsables de la investigación, han recogido numerosos vestigios y pruebas en la casa y han hablado con familiares y vecinos de los difuntos. Aunque la primera hipótesis de los crímenes se centran en las deudas no se descarta tampoco que haya sido el hombre el que haya matado a sus hermanas y luego se hubiera suicidado.

El Ayuntamiento de Morata de Tajuña ha decretado tres días de luto oficial en los que las banderas de los edificios públicos ondearán a media asta por el fallecimiento de estos tres vecinos. Además, de un minuto de silencio que se llevará a cabo mañana a las 20:00 frente al edificio del Ayuntamiento. El regidor del municipio, Fernando Villalaín, ha confirmado hoy que fueron los vecinos quienes dieron el aviso: «En un pueblo todo el mundo nos conocemos y cuando alguien no va a comprar el pan tal día, nos preocupamos por ello», comentó.

Además, aseguró desconocer los detalles sobre las circunstancias de estos hechos, que según indicó están bajo secreto de sumario y en manos del Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey. «Creo que no es el momento de especular nada, sino de esperar y de estar pendiente de ver qué es lo que nos informa el juzgado», señaló.

Algunos vecinos de la localidad relataron a EFE que los fallecidos les habían pedido cantidades de dinero que ascendían hasta los quince mil euros, alegando que lo necesitaban para pagar los gastos sucesorios de una herencia que iban a recibir por parte de un familiar que residía en Estados Unidos y que, una vez recibido, podrían devolverles el doble de lo prestado. También fueron varios los vecinos que confesaron haber tenido esta experiencia con las víctimas, incluido el cura del pueblo, aunque a ninguno les consta que el dinero fuera finalmente prestado en ningún caso.