Multas

El laboratorio que persigue a los dueños de mascotas incívicos

Municipios como Alcalá de Henares han comenzado a multar a los dueños que no registren a sus perros en el censo de ADN, para identificar a los propietarios que no recojan las heces o abandonen a los cachorros

El laboratorio que persigue a los dueños de mascotas incívicos
El laboratorio que persigue a los dueños de mascotas incívicosADN CANINO

El ayuntamiento de Alcalá de Henares ha comenzado a sancionar este mes a los dueños de mascotas incívicos que no recojan los excrementos. Ya van 75 multas. Esta medida es posible gracias al registro obligatorio de ADN de los perros del municipio, que llevan desarrollando desde hace meses. Así, no solo se multará a los infractores, sino también a quienes se nieguen a registrar a sus mascotas. Aunque las multas pueden oscilar desde 300 hasta 3.000 euros, el concejal de Medioambiente de Alcalá de Henares asegura que «esta campaña no persigue ningún fin recaudatorio, sino la concienciación de los ciudadanos».

Esta política ya se ha aplicado en otros municipios como Alcalá Meco, pionero en la Comunidad de Madrid. El laboratorio ADN Canino presta servicio a más de 90 ayuntamientos, repartidos por toda España, aunque especialmente en esta región y la Comunidad Valenciana. Enrique Perigüel, CEO de la empresa, recuerda cómo surgió la idea: «Yo también tengo experiencia en la administración pública, y la limpieza de las calles siempre ha sido una preocupación prioritaria. Si no fuera por las labores de limpieza, no se podría pasear por las calles».

Así, en 2015 comenzaba a rodar el proyecto piloto: «Contacté con todos los ayuntamientos de España, y aunque les parecía una inversión demasiado grande, se han ido sumando al ver los resultados. Porque, como desde Alcalá de Henares afirman, más allá de las sanciones, estas campañas tienen un impacto inmediato en el comportamiento de la población».

Pero además, la inmensa bolsa de datos que maneja este laboratorio también facilita otras labores, como la identificación de los dueños de cachorros abandonados. «Aunque el uso del chip de identidad sigue siendo imprescindible, en caso de que este sea modificado o anulado, a través de la huella genética se puede dar con el responsable del abandono por parentescos», asegura Perigüel.

«Al principio, llegamos a temer que estas campañas provocasen un descenso en el número de mascotas en zonas urbanas, pero ha ocurrido lo contrario. Este volumen no para de crecer», reconoce. Entre los mayores hitos de este laboratorio, su CEO destaca el trabajo en Málaga, sexta ciudad más grande de España (600.000 habitantes). «Pero también, pronto estaremos en municipios de Portugal y Francia», añade. Tras trabajar para consistorios como Alcalá de Henares o Alcalá Meco, su mayor aspiración es convencer al Ayuntamiento de Madrid. Aunque una capital suponga un gran reto, Perigüel está convencido de que «no creo que fuese tan complejo como parece. Hace años, éramos una empresa mucho más joven y fuimos capaces de aplicarlo en Málaga. En estos años hemos desarrollado un software capaz de trabajar igual con 100 casos que con 100.000».

Oficialmente, no existe un registro del volumen de residuos orgánicos o excrementos por cada municipio, «por eso, nos guiamos por las quejas de los vecinos en las plataformas de los ayuntamientos. Nos sorprendió que la tercera incidencia que más se reclama es precisamente la limpieza de las calles de los excrementos», apunta Perigüel. Él cree en la educación como la mejor herramienta para erradicar este problema a largo plazo, sin embargo, es consciente de que los hábitos en población mayor de 50 años son muy difíciles de cambiar. Por eso, confía en que este modelo combinado entre sanción y educación obtenga los mejores resultados.

Desde ADN Canino piden la colaboración de los ayuntamientos, creando zonas recreativas para perros equipadas con papeleras exclusivas. Pero también cuenta con la colaboración de las clínicas veterinarias locales: «Todos los análisis se hacen en nuestro laboratorio de biología molecular, pero las muestras se toman en las clínicas veterinarias locales, aunque los kits sí son nuestros».