Huelga de médicos
La marea blanca burla la inspección de Ayuso: propaganda sindical a las puertas del centro de salud
El sindicato UGT lo llegó a calificar ayer de «actitud represiva y persecutoria». La dirección de los socialistas madrileños anunció que encomendará a sus afiliados la tarea de recoger firmas
En las últimas semanas, la actividad sindical en el interior de algunos centros de salud de la región se había intensificado. Mesas informativas, carteles colgados en los corchos de estos puntos de Atención Primaria, recogida de firmas en los mostradores para pedir cita e, incluso, en la consulta del médico, reparto de folletos con las reivindicaciones de la marea blanca...
El conflicto laboral entre el sindicato Amyts y la Consejería de Sanidad parece haberse cronificado, las posturas siguen lejanas y, en este contexto, el clima en los centros de salud se había visto enrarecido. LA RAZÓN adelantó estas actividades por parte de determinadas entidades vecinales y sindicatos sanitarios. En centros de salud como los de Arroyomolinos, Pinto, Getafe, Latina o Arganzuela, entre otros. Este miércoles, el Gobierno regional decidió actuar. Sol anunció la puesta en marcha de una inspección orientada a garantizar el uso correcto de estos equipamientos públicos. «No está permitida la utilización de las instalaciones de Atención Primaria para actuaciones distintas a la prestación del servicio sanitario en beneficio del paciente», tuvo que recordar la Consejería de Sanidad en una instrucción remitida a los responsables de los centros. No en vano, la puesta en marcha de campañas como la recogida de firmas en estas instalaciones sanitarias podría suponer un incumplimiento, por parte de los facultativos implicados, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, el Estatuto Básico del Empleado Público y la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
La inspección anunciada por el Gobierno de Ayuso fue censurada en bloque por Más Madrid, PSOE y Podemos. El sindicato UGT lo llegó a calificar ayer de «actitud represiva y persecutoria». La dirección de los socialistas madrileños anunció, por su parte, que encomendará a sus afiliados la tarea de recoger firmas. Ante un horizonte electoral lleno de nubarrones demoscópicos para la izquierda, sus candidatos parecen dispuestos a no soltar el clavo ardiendo de una huelga política. Y ahí siguieron ayer. Ya fuera de la consulta del médico y del propio centro de salud. A un metro de la puerta, como en la imagen, en Abrantes.
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