Gastronomía

Pan de muerto, delicia mexicana para los Santos

El «Horno de Babette» utiliza mandarina como cítrico en el pan

Pan de muerto, delicia mexicana para los Santos
Pan de muerto, delicia mexicana para los SantosArchivo

Se acerca el día de todos Los Santos y «El Horno de Babette» nos invita a celebrar con su versión de pan de muerto mexicano. Para quien busca conocer otras tradiciones a través de la gastronomía, este manjar típico que los mexicanos que ponen de ofrenda en sus altares en este día tan especial, constituye una apuesta exquisita y fascinante.

El cómplice de este homenaje es El Horno de Babette, fundado por Beatriz Echeverría pionera de la artesanía del pan, quien abrió en 2013 «El Obrador». Cinco años después de inaugurar su escuela especializada en pan se decantó por la venta al público, donde se suceden panes con diferentes ingredientes y formatos, con el hogazón de masa madre como una de las piezas centrales con versiones de espelta e integral de trigo. También cuentan con una variedad de productos de bollería o empanadas exquisitas que incitan a pecar a todo el personal que pisa este templo del pan.

En estos días en México se celebra una de sus más importantes tradiciones, el Día de Los Muertos. El 1 y 2 noviembre no pueden faltar en la mesa uno de los elementos principales de esta gran fiesta que es el Pan de muertos. Se trata de un pan redondo, horneado de «Huesos de masa», cuyos ingredientes principales son la harina de trigo, azúcar y huevo, los cuales se aromatizan con un toque de anís y naranja. Generalmente está cubierto de azúcar. La elaboración de este pan se remonta en la época prehispánica. Los historiadores dicen que tiene su origen en los sacrificios humanos.

Sin embargo, el plato se transformó cuando los españoles rechazaron esta ceremonia, y en su lugar elaboraron un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, simulando la sangre de las doncellas.

Hoy en día en México, es imprescindible este pan como tradición en los altares colorido, alegres y divertidos para honrar y recordar a sus seres queridos ya fallecidos.

La forma circular que tiene el famoso pan simboliza el ciclo de vida y la muerte. En su parte superior, tiene un pequeño circulo que representa al cráneo, y las cuatro canelillas son los huesos o las lágrimas derramadas por los que hoy ya no están. Colocarlas en forma de cruz simbolizan los cuatro puntos cardinales consagrados a los distintos dioses.

El equipo de El Horno de Babette se suma a esta celebración. Cada año le gusta retarse y probar panes de otros lugares y en este otoño se ha decantado por este bollo.

Para realzar este gran valor gastronómico del pan muerto, en Babette han optado por utilizar mandarina como cítrico.

La fermentación lenta es fundamental para desarrollar los aromas, y este caso, además de la levadura en Babette usan su afamada masa madre. Bea Echevarria es precursora en la ciudad en ella. Todo un festival de formas y sabores. Como bien señala el dicho popular «Llevate mi alma, quítame la vida, pero de mi pan muerto, ni una mordida».

Desde mañana viernes 27 hasta el 5 de noviembre, en los cinco establecimientos que tiene el Horno de Babette en Madrid se puede celebrar esta bizarra Tradicion dulce mexicana. Órale.