Entrevista

Pedro Rollán: «Tememos que pueda haber una desmovilización el 23-J»

Cabeza de lista del PP al Senado por Madrid cree que hay muchos días de campaña por delante que pueden permitir al PP conseguir mayoría para gobernar sin pactos

El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán
El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro RollánTAREK | PPTAREK | PP

Alas puertas del 23-J , Pedro Rollán está convencido de que en pocos días se va a materializar ese cambio de ciclo que llevará a Núñez Feijóo a la Moncloa.

Sánchez intenta que cale el miedo a un PP en coalición con Vox y apela al voto útil. ¿Cree que el miedo será mayor que las ganas de cambio?

El pasado día 28, los españoles manifestaron de manera absolutamente rotunda que lo que querían era un cambio en España y que la manera de alcanzar un verdadero cambio en España, un cambio mejor, tenía dos etapas: una primera, que era el día 28 de mayo, y la etapa última y final, que da a inicio a esa ola de cambio, es el día 23 de julio. El PP tiene el deseo y la ambición de ser refrendado por los españoles y de gobernar en solitario. El PP ha obtenido más de 2.800 mayorías absolutas el pasado día 28 y estamos trabajando para llegar hasta el último rincón. Nos pasamos el día en la calle, en los pueblos, visitando comercios, empresas, reuniéndonos con colectivos. Hemos presentado un programa electoral. Es un compromiso, un contrato con todos y cada uno de los españoles en el que llevamos a cabo tres pilares fundamentales en la reconstrucción económica, social e institucional que yo creo, y así lo están mostrando las encuestas.

¿Qué le da miedo a usted?

Miedo no tengo, incertidumbre sí a la jornada del 23 de julio. Cuando Pedro Sánchez, el día 29, después de su derrota y de pasarse cinco años mintiendo a los españoles eligió la jornada del 23 de julio en el que cuatro comunidades autónomas están inmersas en un puente y en que puede que haya españoles fuera de sus hogares, lo hizo pensando en que puede que haya gente que no vaya a votar. Sánchez es perfectamente conocedor de que va a perder las elecciones y de que el PP las va a ganar. Lo que queremos es ganarlas de manera rotunda y contundente. Es cierto que tenemos ese lógico respeto e incertidumbre porque hoy son muchísimos los españoles que nos están diciendo: «No os preocupéis, vais a contar con nuestro apoyo. Yo voy a coger el coche y me voy a hacer 200 o 300 km para regresar a mi domicilio habitual e ir a votar». Pero el temor que tenemos es que pueda existir una desmovilización en esa jornada y que cuando estés a uno o dos días de tu regreso y si las encuestas siguen manifestando esa expectativa de voto favorable al PP pueda que alguien se pueda plantear que por dos votos menos no va a pasar nada. Si eso mismo lo piensan miles de familias, evidentemente eso nos genera incertidumbre. Por esa razón estamos apelando a que el 23 de julio no hay por qué elegir entre ir de vacaciones o dirigirse presencialmente a votar. Está la figura del voto por correo.

¿Cree que el Senado perderá foco tras migrar la mayoría de la cúpula del partido a la Cámara Baja?

Indudablemente, el principal interés mediático reside en el lugar en el que habita el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Indudablemente, en este último año el Senado ha tenido un foco como nunca. Ahora bien, todos los senadores del PP haremos lo que esté en nuestra mano para poder seguir defendiendo la importancia que tiene el Senado por ser la máxima expresión y representación del territorio español y en una legislatura en la que el presidente del Gobierno está poniendo énfasis y empeño en combatir la despoblación rural y también el reto demográfico. El Senado tendrá también un papel relevante.

¿Le ofrecieron ir al Congreso o quería quedarse en el Senado?

Hay que reconocer que a mí me han dado la oportunidad de poder elegir Cámara y ciertamente el Senado es una Cámara que a mí me gusta especialmente. Provengo del municipalismo y he pasado por una Comunidad Autónoma. Digamos que estos son los dos pilares y las dos señas de identidad de la Cámara Alta. Por lo tanto, estoy muy agradecido de que me hayan dado la oportunidad de encabezar la lista por Madrid al Senado, me siento muy agradecido.

¿En esta legislatura habrá un giro de representación? ¿Habrá reforma?

Creo que es importante abordarla con serenidad y dentro de esa política de grandes pactos que defiende el Presidente Feijóo. Sería una legislatura muy apropiada porque para eso es necesario tener un presidente del Gobierno que diga la verdad y que se genere un clima en el que se esté dispuesto a unificar en las cuestiones que son comunes y que se deje apartado las más duras confrontaciones y discrepancias. Sánchez lleva todos estos últimos años en una política de trinchera y de confrontación. No hay más que ver las manifestaciones que la mitad de los ministros vierten contra la otra mitad del Consejo de Ministros. España es una sociedad mucho más centrada, mucho más educada y mucho más moderada y ese espíritu de respeto se va a trasladar a las cámaras.

Dice Feijóo que no cree que Ayuso quiera entrar en el Gobierno. ¿Usted lo sabe?

Lo desconozco por completo. La Presidenta acaba de obtener un amplísimo respaldo y estamos muy orgullosos del trabajo que está realizando. Ayuso tiene por delante unos folios en blanco que se van a rellenar de éxitos. Ayuso, como todos los madrileños se merecen tener un gobierno al frente de la nación que tenga la sintonía, el respeto y que defienda a los madrileños, cosa que con Pedro Sánchez y con el socialismo no ha ocurrido.

¿Es posible un pacto con Vox? ¿O cuál sería la alternativa?

Me lo está preguntando a mí que he tenido tres mayorías absolutas junto con mis compañeros y el presidente Feijóo ha cosechado cuatro al frente de una Comunidad Autónoma. Tenemos 17 días por delante y en ese tiempo se pueden hacer grandísimas cosas.

¿Qué opina de que el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, vaya al Senado?

Tengo una exquisita relación personal con el señor Lobato y me separa una distancia ideológica infinita. Tengo la impresión de que el PSOE cada dos o tres años cambia de cartel.