Religión

Peregrinos madrileños en una Italia en vilo por el Papa Francisco

Más de un centenar de feligreses celebran su peregrinación pendientes de las últimas noticias. Sus oraciones están con él

El grupo de peregrinos madrileños, frente al Coliseo
El grupo de peregrinos madrileños, frente al ColiseoPablo H. Breijo

Cuando despegaron desde el aeropuerto de Barajas rumbo a Italia en la mañana del pasado viernes 21 de febrero, más de cien peregrinos de diferentes lugares del este de la Comunidad de Madrid ya sabían que el Papa Francisco afrontaba algunos problemas de salud y estaba desde hacía una semana en el hospital Gemelli. Lo sabían y su oración por el Papa ha sido recurrente para todos ellos y para la decena de sacerdotes y para el obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares, Mons. Antonio Prieto Lucena. Este pasado lunes, casi cuando daba comienzo el rezo del Rosario en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, para orar por la salud del Papa, este grupo de peregrinos llegaba en dos autobuses a la Ciudad Eterna después de cuatro días de peregrinación desde el norte de Italia. Su primera parada fue Venecia, desde donde, tras aterrizar en el aeropuerto Marco Polo, acompañados por sus guías turísticos, llegaron en un vaporetto a la ciudad para recorrer sus calles, subir y bajar sus emblemáticos puentes, y observar cómo los venecianos enmascarados ya viven el Carnaval desde días antes de que comience. Este nutrido grupo de madrileños celebró la Eucaristía en la cripta de la catedral de la ciudad.

Para el sacerdote Borja Langdon, párroco en la iglesia de San Sebastián Mártir, en Arganda del Rey, celebrar la Misa en ese lugar «fue un momento muy emocionante, porque la tradición cristiana dice que allí reposan los restos del Evangelista. La figura de San Marcos es interesante: no conoció personalmente al Señor, pero gracias al testimonio de algunos apóstoles con los que convivió, pudo escribir el evangelio en un estilo directo y sencillo para que los alejados pudieran conocer mejor a Jesús. Fue obispo de Alejandría, donde murió mártir. Es entonces, cuando sus restos fueron trasladados a Venecia, ciudad que le tiene por patrono».

Langdon acompaña a un pequeño grupo de feligreses de su parroquia argandeña. Además de personas de Arganda, en la peregrinación también viajan madrileños de Cobeña, Coslada, Alcalá de Henares, Rivas –Vaciamadrid, San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz o Estremera. Todos ellos dejaron Venecia para descansar en Padua, ciudad que da apellido a San Antonio de Padua. Allí rezaron ante la tumba del santo, una sepultura con un estilo arquitectónico barroco que impacta debido a sus diferencias con el resto del templo y en la que constantemente hay personas rezando, pasando fotografías y estampas para que el santo interceda por todas sus legítimas intenciones. Desde Padua, la peregrinación continuó hasta Pisa, ciudad famosa por su torre inclinada, que acompaña al baptisterio y a la catedral en un conjunto patrimonial que llenó las galerías de fotos de los teléfonos móviles con selfies e instantáneas sujetando la torre con las manos para intentar evitar su caída.

Momento de la Eucaristía en la cripta de la catedral de Venecia
Momento de la Eucaristía en la cripta de la catedral de VeneciaPablo H. Breijo

La salud del Papa ha sido un tema común entre los peregrinos. cada día muchos de ellos esperaban ver a través del teléfono móvil el parte médico y lo que decían los medios de comunicación. Cada día, en la Misa que ha presidido el obispo se rezaba por el restablecimiento de la salud del Papa Francisco y también en otras oraciones como laudes o vísperas también se rezaba por él.

La tercera jornada de esta peregrinación madrileña rumbo a Roma recaló en Florencia. Allí los peregrinos comenzaron la jornada con una Misa en la basílica de la Santa Cruz para después hacer una visita guiada por lugares emblemáticos como el Duomo y su baptisterio con puertas doradas, el Ponte Vechio o la Piazza della Signoria.

Después de Florencia, los peregrinos se desplazaron hasta Asís, ciudad de San Francisco, de Santa Clara y del beato millenial Carlo Acutis, a quien está previsto que la Iglesia haga santo la próxima primavera. Allí, los matrimonios presentes pudieron renovar sus promesas matrimoniales. Entre ellos está el formado por Inés y Juan Manuel, que llevan cuarenta años casados. Afirman que fue «un detalle muy especial poder acercarnos al altar dentro de la celebración eucarística y renovar nuestro compromiso matrimonial intercambiando nuestros anillos. Hemos rezado por todos los matrimonios que tienen dificultades en este lugar que es un símbolo de Paz». Muchos son los peregrinos que consideran la ciudad de Asís como un lugar muy especial. También lo es para el obispo de Alcalá, quien explica que «me ha hecho reflexionar sobre la figura de San Francisco de Asís y su reforma de la Iglesia, reformándose asimismo por un camino de humildad, de pobreza y de identificación con Cristo crucificado y resucitado. Mi deseo es que todas la Diócesis de Alcalá se ponga en estado de misión y que miremos a Cristo, que es el camino, la verdad y la vida, y nos conduce a la vida verdadera que es la vida del cielo». Tras Asís, la peregrinación llegaba a su destino final: Roma. Allí continuarán con su visita turística por lugares emblemáticos de la Ciudad Eterna teniendo muy presente al Papa Francisco y leyendo cada día los partes médicos que se emiten desde la sala stampa y desde el hospital Gemelli. De hecho, después de la cena, varios de los peregrinos acudieron a la plaza de San Pedro para rezar el rosario con el Pontífice en sus oraciones.

En los próximos meses, muchas diócesis de toda España planificarán sus peregrinaciones para ganar el Jubileo en la puerta santa de la basílica vaticana.