Monumento histórico

La Puerta de Alcalá abre por restauración: "Las esculturas están más blancas"

Las visitas a las obras de conservación de la Puerta de Alcalá en grupos de 25 personas comenzaron este fin de semana y se prolongarán hasta septiembre recibiendo a 6.500 visitantes que agotaron en minutos las plazas

Nuria Álvarez explica los trabajos de restauración y la historia de la Puerta de Alcalá a los 25 visitantes de la primera visita a las obras de conservación de este emblemático monumento.
Nuria Álvarez explica los trabajos de restauración y la historia de la Puerta de Alcalá a los 25 visitantes de la primera visita a las obras de conservación de este emblemático monumento.David JarLa Razón

"Si veis alguna piedrecita, por favor no la toquéis. Para vosotros puede ser una roca pequeña, pero los restauradores están trabajando. Esas piezas se tienen que reintegrar, se tienen que volver a colocar en su sitio original. Es como montar un puzle". A pocos metros de los andamios que rodean la Puerta de Alcalá, 25 personas escuchaban atentamente a Nuria Álvarez, historiadora de arte de 29 años, el sábado a las 10 y media de la mañana en la primera visita a los trabajos de conservación de este emblemático monumento, enmarcada en la iniciativa 'Abierto por restauración' organizada por el Ayuntamiento de Madrid.

Tras recogerlos en la Puerta de la Independencia del Parque de El Retiro, Nuria explicaba a estos 25 visitantes que "después del estudio previo del año pasado, ahora mismo están interviniendo" la Puerta de Alcalá. Antes de subir a ver de cerca la Puerta de Alcalá, construida entre 1769 y 1778 según el diseño del arquitecto Francisco Sabatini, Nuria les contaba que "era parte del recinto amurallado de la cerca de Felipe IV": "Vamos a tener dos caras de la Puerta de Alcalá, una dentro de la ciudad y otra fuera. Mirad a la calle Serrano. ¿No está muy en línea con la Puerta de Alcalá? Por Serrano pasaba la cerca que cerraba Madrid". Raúl Oter, madrileño de 51 años, escuchaba curioso las lecciones de historia de Nuria ataviado, como todos los visitantes, con un casco de obra y unos auriculares conectados a un pequeño reproductor que les han dado al llegar para escuchar fácilmente a la historiadora de arte.

Nuria Álvarez, historiadora de arte, contaba este sábado los trabajos de restauración de la Puerta de Alcalá a los 25 visitantes mientras uno Raúl Oter hace una foto al emblemático monumento.
Nuria Álvarez, historiadora de arte, contaba este sábado los trabajos de restauración de la Puerta de Alcalá a los 25 visitantes mientras uno Raúl Oter hace una foto al emblemático monumento.David JarLa Razón

"A mediados del siglo XIX se eliminan esos recintos amurallados como ocurría en las grandes ciudades europeas como París o Bruselas", explicaba Nuria en esta charla de poco más de 10 minutos antes de que los primeros 25 visitantes a los trabajos de rehabilitación pasen una puerta que lleva a uno de las escaleras estrechas y empinadas de un andamio de las obras de restauración de la Puerta de Alcalá. Mientras subían con cuidado observando uno de los laterales del monumento, el izquierdo si miramos esta estructura de granito subiendo la calle Alcalá, Nuria les explicaba que "esa parte que veis blanca y otra como oscura es una de las pruebas que se hizo de cata para limpiar".

Al llegar arriba, las vistas de Madrid desde lo alto de la Puerta de Alcalá impresionaban a estos 25 visitantes y algunos de ellos se hacían fotografías con El Retiro, la calle Alcalá y la calle Serrano de fondo para inmortalizar el momento. Paloma Romero, profesora de Historia del Arte en secundaria y bachillerato, vino en septiembre a la visita a los trabajos de estudios previos y observaba que "se nota el avance de la restauración": "Lo he visto mejor. Las estatuas están más blancas". Raúl coincide en que "están más limpias". Elena Rosado, historiadora de 45 años y coordinadora de estas visitas, explicaba a LA RAZÓN que "el monumento es un paciente y necesita un seguimiento": "Es muy importante la conservación preventiva. Los estudios previos han detectado varios problemas que es mejor solucionarlos ahora antes de tener que hacer una intervención más profunda y más costosa".

Varios visitantes observan el Parque de El Retiro y la calle Alcalá desde lo alto de la Puerta de Alcalá este sábado en la primera visita a las obras de conservación de la iniciativa 'Abierto por restauración' tras las visitas del verano pasado a los estudios previos.
Varios visitantes observan el Parque de El Retiro y la calle Alcalá desde lo alto de la Puerta de Alcalá este sábado en la primera visita a las obras de conservación de la iniciativa 'Abierto por restauración' tras las visitas del verano pasado a los estudios previos.Javier VillaverdeLa Razón

"El principal problema lo ha provocado la falta de ventilación en la cubierta. Se pensaba que estaba mejor hasta que se colocó el andamio. Una vez que se ha estudiado bien la cubierta, no tiene ventilación", contaba Elena sobre el deterioro de la Puerta de Alcalá. "El agua que cae se filtra y la humedad que entra pasa de la cubierta a la estructura de granito. Las esculturas son de caliza, que es muy porosa, y chupa también toda esa humedad", detallaba la coordinadora de las visitas.

Agrupados en torno a Nuria al lado de la estatua de un ángel mirando un espejo mientras escuchan el sonido de una ambulancia y del tráfico de Madrid, la historiadora les contaba que "una de las cosas que más llaman la atención es esa enorme estructura naranja" que rodea al ángel y al resto de esculturas hechas con una piedra blanca, la caliza. "En caso de que pase cualquier cosa y el andamio caiga, están colocadas de tal manera que se van a sujetar", detallaba Nuria sobre estas obras de restauración que tienen un presupuesto de 2,3 millones de euros que se suman a los 164.163 euros que costaron los estudios previos realizados el año pasado. "Es un equipo interdisciplinar de decenas de personas entre las que hay arquitectos, aparejadores, ingenieros, restauradores, un escultor, un herrero, químicos…también hay un arqueólogo que tiene documentar todas las piezas que se vayan levantando", explicaba a LA RAZÓN Elena Rosado, historiadora de 45 años y coordinadora de estas visitas.

Una de las visitantes hace una foto a un chico frente a la inscripción en honor a Carlos III, monarca que encargó su construcción, que reza en latín: "Rey Carlos III año 1778", en referencia al año de su inauguración.
Una de las visitantes hace una foto a un chico frente a la inscripción en honor a Carlos III, monarca que encargó su construcción, que reza en latín: "Rey Carlos III año 1778", en referencia al año de su inauguración.David JarLa Razón

Uno de los momentos más curiosos de este particular paseo por la Puerta de Alcalá es cruzar al otro lateral mientras puedes observar a apenas metro y medio de distancia la inscripción en honor a Carlos III, monarca que ordenó la construcción de la Puerta de Alcalá, en la que se puede leer en latín y en número romanos "Rey Carlos III año 1778", año de su inauguración. Al llegar al otro lado, Nuria continuaba explicando que "se está haciendo limpieza del granito con micro proyección de trocitos de vidrio": "Es como el funcionamiento de una pistola de agua que se dispara con aire. Cambiamos el agua por aire para evitar que la piedra se humedezca. Después, hay unas mini partículas de vidrio para eliminar las impurezas. No se elimina toda la capa externa, se queda casi al raso de la piedra original".

Mientras el grupo disfrutaba de sus explicaciones, Nuria les advertía que "vamos a dejar la parte técnica": "Recordáis que os he dicho que la Puerta de Alcalá tenía dos caras. Las esculturas de aquel lado simbolizan la prudencia, por eso el espejo como retrovisor, y la justicia. En este lado tenemos la templanza representada en esta estatua con un estribo de caballo porque, en el caso de que todo se descontrole, simboliza que el monarca va a poder coger todo y hacer que todo vuelva a su ser", enseñaba a los 25 visitantes esta joven historiadora de arte.

Elena Rosado, historiadora y coordinadora de las visitas de 'Abierto por restauración', explicaba que "el principal problema lo ha provocado la falta de ventilación en la cubierta": "Se pensaba que estaba mejor hasta que se colocó el andamio".
Elena Rosado, historiadora y coordinadora de las visitas de 'Abierto por restauración', explicaba que "el principal problema lo ha provocado la falta de ventilación en la cubierta": "Se pensaba que estaba mejor hasta que se colocó el andamio".David JarLa Razón

Antes de bajar de nuevo los andamios con cuidado para concluir esta actividad de 50 minutos, Nuria les pedía "percataros de la importancia de este tipo de intervenciones": "La Puerta de Alcalá no es hueca como el Arco del Triunfo al que podemos subir por dentro. Aquí necesitamos estos andamios". Ante la dificultad para acceder a lo alto de la Puerta de Alcalá, Elena explica que "la última restauración integral como esta fue en 1992": "Más o menos cada año se observa cómo está la cubierta con una escalera de los bomberos. En 2014 subieron a quitar plantas que se van acumulando. Lógicamente habían aparecido otra vez y las hemos vuelto a retirar aprovechando la rehabilitación".

Tras estar "agazapada en el ordenador el día que se abrían las solicitudes cinco minutos antes de la hora en la que podías inscribirte", Paloma logró apuntarse el 3 de abril a esta iniciativa del Ayuntamiento de Madrid con 6.500 plazas para las 9 visitas de 25 personas los sábados y domingos de mayo, junio, julio y septiembre. "Todas las plazas se agotaron en minutos", recordaba Elena. Quién lo desee, todavía puede apuntarse a la lista de espera de algunos turnos en la web ‘Abierto por restauración’ por si, con suerte, le tocase acudir si alguno de los inscritos se desapuntase. Las visitas del verano pasado a los estudios previos contaron con 4.000 plazas en grupos de 18 personas. "Al ver la gran demanda que había intentamos ampliar de 18 a 25 las plazas de cada grupo y vimos que era posible", detallaba Elena sobre esta actividad en la que está prohibido tocar los elementos constructivos que integran el monumento ni las esculturas. Los visitantes deben respetar las indicaciones del técnico de Patrimonio Cultural que guía los grupos. Al concluir la visita, Paloma observa sonriente desde la acera la Puerta de Alcalá después de haber "disfrutado mucho la experiencia": "La perspectiva de la Puerta de Alcalá cambia y de la ciudad también".