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Música

«No queremos ser partícipes de un festival que financia la ocupación palestina»

El grupo Califato ¾ actuará el próximo domingo en las Noches del Botánico y habla en exclusiva de sus proyectos musicales con LA RAZÓN

Califato ¾ . Cedida.

El grupo de música, Califato ¾, caracterizado por combinar electrónica y tradición andaluza, llega de Sevilla a Madrid para brillar en las Noches del Botánico.

El próximo 20 de julio actuaréis en el Jardín Botánico de Madrid dentro del ciclo Noches del Botánico. ¿Cómo afrontáis este show en un entorno tan especial y al aire libre?

Tenemos muchas ganas de ir a un sitio tan bonito, además acompañados de una banda como Viagra Boys, reivindicaremos la independencia de la comunidad de Madrid con una nueva bandera.

Recientemente cancelasteis vuestra actuación en el FIB por vuestra vinculación con el fondo KKR y vuestro posicionamiento a favor de Palestina. ¿Podéis contarnos cómo se tomó esa decisión en el grupo y qué mensaje queréis transmitir con ello?

No queremos ser partícipes de un festival que financia de una u otra manera la ocupación de tierra Palestina. Consideramos que se está cometiendo un genocidio y hacemos lo que podemos para denunciar esta situación. Vivimos en un entramado donde es difícil saber dónde va el dinero que usamos, quizá esta acción no afecte directamente al fondo KKR pero al menos ayuda a que esté en boca de más gente. El problema es que, para nosotros, que somos un grupo mediano, nos supone mucho cancelar y perder futuros bolos porque es lo que sostiene nuestra existencia. Aún así, sentíamos que teníamos que hacerlo. Ojalá que dentro de un tiempo no haya relación empresarial entre el mundo de la cultura y un estado genocida como es Israel. Queremos también denunciar el fascismo que se vive y a todas las empresas que invierten en armamento o en conglomerados empresariales relacionados con sectores de poder en países de ideología fascista.

En vuestro último álbum Êcclabô de Libertá (febrero de 2024) habéis seguido explorando el «folclore futurista». ¿Qué nuevos caminos o sonidos habéis incorporado respecto a La Contraçeña (2021)?

Écclabô de Libertá es nuestro disco más barroco, con más capas y colaboraciones. Lo realizamos en un barbecho de un año, parando los conciertos en directo, y es de todos, el que lleva más horas encima. Nosotros no somos una banda que vaya a un productor o productora con sus demos, sino que lo trabajamos internamente en un gustoso caos creativo hasta el final. El final lo suele marcar la fabricación del vinilo, que como suele tardar seis u ocho semanas en realizarse, hay que poner el punto final en algún momento. Si L’ambôccá era una fanzine de fotocopias, Puerta la Cânne fue un cuadernillo de verano. Si La Contraçeña fue un libro tapa blanda, Écclabô de Libertá ha sido un libraco de 300 páginas.

¿Cómo definiriáis vuestro proceso creativo y de composición?

Nuestro proceso creativo es en cierta manera caótico, nos reunimos para hacer música y vamos construyendo un puzzle de sonidos y referencias hasta llegar a lo que buscamos. Lo hacemos entre todos. Si hay algo que no podemos hacer porque no somos músicos instrumentistas, se lo pedimos a algún músico que admiremos. Nos gusta colaborar con gente muy distinta y experimentar saliendo continuamente de nuestra zona de confort.

La incorporación de instrumentos y colaboradores en La Contraçeña supuso una gran evolución (menos samples, más instrumentos en directo) ¿Volveréis a enfatizar esa línea en el directo del día 20?

Hemos seguido con esa línea dentro de nuestras producciones y estamos trabajando poco a poco en un nuevo disco, que terminaremos cuando pase esta gira. Estamos muy satisfechos con esta nueva etapa, ahora somos 6 en el escenario. Estamos contentos con la complicidad que tenemos y cada vez sentimos más compacto nuestro show. Contamos con los mejores técnicos tanto en visuales y luces como en sonido y trabajamos continuamente en mejorar el espectáculo.

¿Cómo percibís la respuesta del público fuera de Andalucía, por ejemplo, en lugares como Madrid? ¿Sentís una conexión distinta en cada zona?

En Madrid nos reciben siempre con mucho cariño y tenemos buenos recuerdos de todos los conciertos que hemos hecho allí, por eso estamos siempre encantados de volver. En las grandes ciudades se mezcla público autóctono que le gusta el rollo y andaluces que trabajan allí y sienten un poco la vuelta a casa en nuestros conciertos.

La portada de La Contraçeña y vuestro estilo visual (influencias de Blas Infante, cultura pop, Semana Santa…) son muy potentes. ¿Qué papel juega el diseño y cómo es de importante para vosotros?

El diseño y el audiovisual juegan un papel importante que nos ha acompañado toda nuestra trayectoria, hemos contado con artistas increíbles para los videoclips y para todos los diseños, creando poco a poco y entre todos y todas un imaginario futurista andalusí. La portada de nuestro último disco, aunque es más minimalista que todo lo anterior, representa una placa Pioneer andaluza (diseñada por el aclamado diseñador Ausias Pérez de TOT estudio) que estuvimos intentando activamente mandar al espacio exterior, incluso fuimos a la Agencia Espacial Andaluza para intentar entregarla en mano.

En vuestra trayectoria habéis combinado crítica social, humor y celebración folclórica. ¿Cuánto de ello se trasladará en la comunicación con el público madrileño durante el show?

Pensamos que la crítica social puede y debe convivir con el humor, que la seriedad y la reivindicación no son menos importantes si se dicen con humor, y que a través de este se puede unir a la gente en causas comunes.

¿Qué le diríais a quienes asisten por primera vez a un concierto vuestro para que conecten con la experiencia “folclórica futurista” que representáis?

Que van a flipar en colores y que podrá gustarle más o menos, pero de ninguna manera quedarán indiferentes.