Palacio de Cibeles

Un San Isidro constitucional y monárquico

Martínez-Almeida reivindicó la figura de Felipe VI frente a los "experimentos dudosos" y las "rupturas". Avanzó que la ciudad celebrará sus diez años de reinado "como merece"

Con la ya anticipada ausencia de Más Madrid, la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles celebró la tradicional entrega de Medallas de Honor y de Madrid. No acudió Rita Maestre, pero sí la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, que acompañó a José Luis Martínez-Almeida durante un evento en el que el regidor, maestro de la ceremonia, quiso reivindicar a la ciudad como símbolo de fortaleza constitucional y garante de la Corona, frente a los que abogan por "experimentos dudosos" y "rupturas”. En su parlamento final, además de referirse a todos y cada uno de los distinguidos, el alcalde citó a Felipe VI como una “figura clave” para que España, “la nación más antigua de Europa”, viva “hoy en libertad”. De hecho, recordó que, próximamente, con motivo del décimo aniversario de su juramento como monarca, “la capital celebrará el reinado de Nuestra Majestad como merece”. Así, con un “viva Madrid, viva San Isidro, viva el Rey y Viva España”, el alcalde despidió a los presentes hasta el próximo 2025.

El primero en ser homenajeado fue el último premio Cervantes: el castellano-leonés Luis Mateo Díez, que ya puede presumir de ser Hijo Adoptivo de Madrid. “Soy un hijo agradecido. Y como tal, he recibido una de las mayores recompensas y alegrías de mi vida”, comenzó. “Vine aquí con el alma en vilo, pero sin preocupación por la distancia. Vine para quedarme, sin la necesidad de ir luego a otra parte. Vine porque andaba huérfano de amor urbano y porque Madrid podía adoptarme antes que nadie”. “Seguro que seré un bueno hijo, de esos que no dan disgustos”, concluyó.

La primera Medalla de Madrid fue concedida a Acyre, la Asociación de Cocineros y Reposteros de la Comunidad de Madrid, con casi cien años de historia a sus espaldas, y recogida por su presidente, Eduardo Casquero. Posteriormente, fue el turno de otra asociación, en su caso la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Adela), representada por su vicepresidenta, Carmen Martínez Sarmiento.

La paisajista barcelonesa Carmen Añón Feliú y la chef y empresaria Cristina Oria, anticiparon la medalla a título póstumo de la mañana: la concedida al naturalista y conservacionista Jesús “Suso” Garzón Heydt, pionero del ecologismo en España. En su caso, recogió el galardón su hermana Guillermina.

También se quiso reconocer la labor de la agencia Servimedia, presidida por Fernando Riaño, acompañado para la ocasión por los redactores Daniel del Sol y Ana Gómez. En esa línea de agradecer su labor como servicio público, los cuerpos de seguridad públicos, en esta ocasión la Guardia Civil, la Policía Municipal de Madrid y el Cuerpo Nacional de Policía, también subieron al estrado.

Una de las presencias más esperadas era la de Hombres G, con David Summers a la cabeza, y que, con el acto de ayer, redondea su San Isidro más especial, después de haberlo inaugurado con su pregón el pasado miércoles. Antes que él, Victorino Martín García, presidente de la Fundación Toro de Lidia, fue distinguido por su defensa de la tauromaquia. Posteriormente, se reconoció la labor centenaria de la chocolatería San Ginés, con Pedro Trapote a la cabeza.

En nombre de todos los galardonados con las Medallas de Madrid, tomó la palabra José María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica. “500.000 personas han trabajado en Telefónica en sus cien años de historia. Una compañía no cumple cien años si no sirve a la sociedad y si no innova permanentemente. Telefónica sigue con ese espíritu de innovación. Cuenten con nosotros para el futuro”, dijo Álvarez-Pallete, que tuvo palabras de recuerdo para César Alierta, ex presidente de la compañía y fallecido este pasado enero.

Medallas de Honor

En cuanto a las Medallas de Honor, uno de los discursos más esperados fue el de Estrella Bengio, presidenta de la Comunidad Judía de Madrid. Bengio reivindicó la “labor educativa y social” que su comunidad viene desarrollando en la capital, una ciudad “abierta, plural, diversa y generosa”, y en la que el pueblo judío tiene un “profundo arraigo”. Del mismo modo, agradeció a la ciudad de Madrid la solidaridad mostrada el 7 de octubre de 2023, tras el “cruel ataque terrorista de Hamás”. “Estamos todos unidos por un pacto de solidaridad. Madrid es el mejor escenario para florecer, con unos valores que el Ayuntamiento siempre ha protegido, rechazando el antisemitismo”.

Los últimos distinguidos con las Medallas de Honor fueron el Rayo Vallecano, con su presidente Raúl Martín Presa al frente, que hace así “doblete” tras recoger la medallas regional del 2 de mayo, y la historiadora y académica Carmen Iglesias Cano, que se mostró muy emocionada al principio de su discurso. “Tengo verdadero amor a Madrid, una ciudad siempre abierta y que acoge a todos los que vienen con mucho cariño. Todos acaban sintiéndose muy madrileños”.