Medio Ambiente

Las aguas fecales envenenan el río Jarama

Es la última denuncia que hacen varias asociaciones conservacionistas. Esta vez en Madrid, tras las lluvias, una montaña de toallitas plásticas y aguas sucias se agolpan en las orillas de los arroyos de la zona norte. España lleva gastados más de 32 millones de euros en multas por deficiencias en la depuración. Casi seis millones de personas todavía no están cubiertas por este servicio

Un análisis de aguas residuales de más de 30 depuradoras en España ha detectado restos de virus SARS-CoV2, aunque la Organización Mundial de la Salud asegura que la reutilización de agua regenerada es segura
Un análisis de aguas residuales de más de 30 depuradoras en España ha detectado restos de virus SARS-CoV2, aunque la Organización Mundial de la Salud asegura que la reutilización de agua regenerada es seguraLa Razón

Varias asociaciones ecologistas, entre ellas Arba, Grama o Ecologistas en Acción denunciaban hace unos días el vertido de cientos de toallitas y restos de todo tipo en el arroyo Valdebedas con un vídeo y unas imágenes que hablan por sí mismas. Las basuras trepan por los árboles a más de cinco metros de altura y contaminan las aguas del río Jarama, uno de los más importantes de Madrid, ya que la traviesa de norte a sur. «Hay arroyos como el de la Vega o el de Valdebebas que acaban prácticamente colapsados con acumulaciones de materiales que llegarán al Jarama. Más abajo, en Coslada-San Fernando, hay numerosos colectores, algunos de los cuales revientan en ocasiones. Se trata de tramos que forman parte de la Red Natura 2000», explica Antonio Martínez, presidente de la Asociación Ecologista del Jarama El Soto.

Cuando llueve mucho, las depuradoras que cubren las necesidades de los PAUs del norte como Sanchinarro o Las Tablas no son capaces de absorber el volumen de agua que les llega y este líquido va a parar a los colectores. Sólo entre las localidades de Paracuellos y San Fernando de Henares hay hasta 20 colectores en un tramo de 12 km. En época de altas lluvias estos se desbordan vertiendo su contenido al río. «Hay dos problemas. Uno es el de las toallitas y los vertido sólidos y el otro el de las aguas fecales. Pero es que con ese agua se riegan los cultivos del valle del Jarama. Al menos menos entre 1000 y 1.500 hc de cultivo aprovechan este caudal», afirma Martínez. «Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales o EDAR (en Madrid hay unas 7 solo en el municipio) están diseñadas para admitir entre y cino veces más volumen de caudal previsto. El problema es cuando les llega hasta 70 veces el caudal. Entonces se vierte directamente al río si no hay depósitos o tanques de tormenta y no todos lo colectores tienen. También se podría derivar el caudal de una EDAR a otra. La clave es que no haya vertidos directos», afirma Aurelio Hernández, profesor emérito de la E.T.S. de ingenieros de Caminos, Canales y puertos de la Universidad Politécnica de Madrid. El está detrás de los planes de saneamiento que se emprendieron en la Comunidad en los 70.

Además del vertido del río Jarama, esta misma semana la Fiscalía ha decidido intervenir contra los gerentes de la Mancomunidad de Ciudalcampo por vertidos al río Guadalix, «hasta ahora funcionaban con una depuradora que no era tal y resolvían la situación pagando sanciones a la Confederación Hidrográfica del Tajo. En este caso la Confederación ha decidido anularles la autorización de vertido hasta que no solucionen los problemas», dice Martínez. También en verano, estas organizaciones denunciaban vertidos de aguas fecales al Jarama en la zona de Coslada. También este verano, Ecologistas en Acción concedía sus tradicionales banderas negreas a las peores playas del litoral apuntando que los vertidos y la falta de saneamiento están detrás de las 48 playas más contaminadas de España.

ABANDONO

La Comisión lleva años insistiendo a España para que arregle las deficiencias de depuración de más de 600 núcleos urbanos que incumplen con la Directiva Marco o presentan deficiencias en el cumplimiento de la Directiva de Aguas Residuales del año 91. Esta pedía que los municipios de más de 15.000 habitantes eviten los vertidos contaminantes a ríos y mares mediante sistemas de depuración. «La Directiva del 91 marca cinco parámetros exigibles como, por ejemplo, fija ciertos niveles de nitrógeno o fósforo que no se están cumpliendo y que crean problemas medioambientales. Eso por no hablar de los contaminantes emergentes como los fármacos, etc. que tampoco se eliminan. En Madrid no todas las EDAR hacen tratamiento para su eliminación. A esto hay que sumarle la Directiva Marco del Agua que aumenta el nivel de exigencia para las aguas tratadas y establece hasta 33 contaminantes como prioritarios. Tenía que estar cumpliéndose desde 2015 y en 2020 no se cumple», apunta Augusto Arce Martínez, profesor del máster sobre el Ciclo Integral del Agua de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM.

Pero si esa es la situación en Madrid, donde los tratamientos podría ser mejores o dar solución a esos fenómenos puntuales de vertidos a río, en todo el territorio nacional hay un 15% de la población, unos seis millones de españoles, que sufre una depuración deficiente y un 65% si hablamos del tratamiento más avanzado para depurar, el terciario. Desde 2018 España ha pago más de 32 millones de euros a Europa por esto.

La situación de estos vertidos fecales y de sólidos, dicen desde Ecologistas, se viene denunciando desde el año 2012 cuando se verificaron in situ los primeros amontonamientos de basuras en los márgenes de los arroyos. Y piden que se construya un tanque de tormenta capaz de almacenar el agua sobrante cuando llueve mucho. Unas infraestructuras que por otro lado, no son novedosas en Madrid. Canal de Isabel II cuenta con 65 en la Comunidad.

Para Hernández el problema es que «ha habido un abandono en el tratamiento de aguas residuales residuales durante años». En cualquier caso, dice, antes de programar soluciones puntuales hay que hacer un Plan de Saneamiento que empiece estudiando cuál es la situación y que siente a todas las administraciones implicadas, desde los ayuntamientos a las comunidades autónomas y las confederaciones hidrográficas. La solución hacer depuradoras donde falten, optimizar las que ya funcionan renovando los tratamientos y planificando muy bien». Para Arce las mejoras en el territorio pasan por: «Lo primero, hacer es cumplir con la Directiva de Aguas Residuales del año 91, sobre todo en lo que a nitrógeno y fósforo se refiere. Luego que haya EDAR y que estas funcionen al 100% y luego mejorar los tratamientos en aquellas zonas sensibles o donde se puedan generar problemas medioambientales».

Hay que recordar que estos vertidos son especialmente dañinos en zonas vulnerables como por ejemplo, el Mar Menor. “Esta zona cuenta con poblaciones turísticas importantes. A esto se unen los vertidos agrícolas y su configuración de mar cerrado. El exceso de nitrógeno y fósforo provoca la eutorfización de las aguas, el crecimiento desmedido de algas que absorben todo el oxígeno del agua y que provocan episodios de muertes masivas de peces como se ha visto el último año», recuerda Arce.

Hace tan solo unos días el Ejecutivo anunciaba que destinará para de los mil millones del Fondo de Recuperación para resolver el problema de las multas que llagan de Europa por incumplir con la directivas de aguas. Lo hacía en la presentación del Plan de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilizacion (Dsear), que se prepara desde hace dos años y que deberá estar aprobado a primeros de 2021. Sin embargo, hay temas clave que hay que ver cómo se solucionan.

Primero, el de competencias de las diferentes administraciones que tienen que ponerse de acuerdo. En el caso de los recientes vertidos del Jarama,la Comunidad de Madrid argumenta que no tiene competencias para actuar y el CHT que la competencia en materia de gestión de sistemas de saneamiento y depuración corresponde a las autoridades municipales y autonómicas. «En la cuenca del Tajo están declarados más de 1.400 puntos de alivios que pertenecen únicamente a los sistemas de saneamiento que dan servicio a las aglomeraciones urbanas mayores de 2 000 habitantes, disponiendo el Servicio de Vigilancia del dominio público hidráulico de 50 agentes para un ámbito de actuación superior a los 56 000 km2, que abarca más de 1.000 municipios. En el ámbito concreto de la Comunidad de Madrid, el número de puntos de alivio asciende a 710. Los servicios técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo han propuesto, durante el periodo enero 2019- octubre 2020, la apertura de 152 expedientes sancionadores como consecuencia de la detección de vertidos en tramos de cauces de la Comunidad de Madrid», dice la Confederación Hidrógráfica del Tajo.