Medio Ambiente

Las ciudades

Ramón Tamames
Ramón TamamesCristina BejaranoLa Razón

El pasado martes 14 de septiembre asistí a un interesante coloquio de la Sociedad de Estudios Económicos, de Barcelona, en colaboración con CaixaForum de Madrid; en la que participaron Ángel Simón (Agbar) en la presentación, Enric Juliana (La Vanguardia) en la moderación, y dos interlocutores: el Alcalde José Luis Martínez Almeida, y Antón Costas, Presidente del Consejo Económico y Social (CES). El tema fue el de las ciudades en la senda del progreso, recordándose al principio de todo que en 2030 estaremos en 9.000 millones de terrícolas; el 70%, viviendo en espacios urbanos, de grandes ciudades y conurbaciones; en las que hoy se centran la actividad más dinámica en lo económico y lo social.

En una apreciación «ex post» sobre el referido debate, me fijaré primero en Collin Clark, que en su libro «Condiciones del progreso económico» sentó las bases de la hoy llamada «Ley Petty-Clark». Lo de Petty por el economista inglés del siglo XVII. Precisamente, esa Ley da una buena forma de medir los avances económicos, al comprobarse la creciente participación del sector servicios, en porcentaje sobre el PIB (ya más allá del 80% en los países más ricos), que va dejando muy atrás la proporción de las actividades agrarias e industriales. Debiendo anotarse que los servicios se asientan mayoritariamente en las ciudades, con toda su carga de digitalización, inteligencia artificial, I+D+i y toda clase de talentos.

Mi segunda anotación se refiere al economista sueco Gunnar Myrdal, Premio Nobel de Economía del año 1974, que supo ver cómo ciertas ciudades funcionan como polos de desarrollo. Inicialmente con efectos de polarización absorbente (backwash) de su propio entorno. Para a continuación entrar en la fase de efectos irradiadores (spread), que tienden a impulsar el crecimiento de sus proximidades.

Esa doble mecánica de la Ley Petty-Clark y de los «efectos spread», tiene interés para apreciar la efectiva magnitud de progreso económico que inducen las ciudades.