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Medio Ambiente

Día de la Tierra: ocho acciones para todos los públicos en favor del planeta

Incorporar cambios en los hábitos, estilo de vida y consumo individuales, realizados masivamente, podrían reducir las emisiones globales de un 40 a un 70% para el año 2050

En la imagen remasterizada se ve la Tierra atravesada por un rayo de Sol.
En la imagen remasterizada se ve la Tierra atravesada por un rayo de Sol.NASAJPL-CALTECH

Hoy, 22 de abril, es el Día Mundial de la Tierra. Este año el lema “Una Sola Tierra”. llama la atención sobre la urgente necesidad de realizar cambios profundos tanto en las políticas como en las conductas personales para afrontar los problemas ambientales que tiene el planeta y que afectan, directa y negativamente, a la vida de todos sus habitantes. Sin ir más lejos, todos los niños y niñas que nazcan hoy mismo vivirán bajo los efectos del cambio climático.

Esta llamada, apela a gobiernos, empresas y diversas entidades sociales, pero también a la sociedad general, a los ciudadanos. Tanto como que los cambios en los hábitos, estilo de vida y consumo individuales realizados masivamente, podrían reducir las emisiones globales de un 40 a un 70 por ciento para el año 2050, según los expertos autores del Informe del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático, por sus siglas en inglés) que se hizo público recientemente.

Por ello, tres personalidades relevantes de otras tantas organizaciones ambientales aportan propuestas para que, sin ningún gasto económico previo, cualquiera pueda realizar acciones que contribuyan a mejorar el estado del planeta, de la Tierra. El lugar en el que vivimos y que, como nuestra casa que es, todo el mundo querrá que sea habitable para sus seres queridos.

Propuestas prácticas, eficaces y gratuitas

Como primera medida, Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/ BirdLife; Víctor Viñuales, director ejecutivo de Ecodes, y Amanda del Río, directora Técnica de la Fundación Global Nature, coinciden en la importancia de consumir productos de temporada y de origen cercano. «Nuestra cesta de la compra puede ser una poderosa aliada para el medio rural. Consumir productos locales, de temporada y sostenibles asegura una transición en él, permite conservar la biodiversidad y garantizar un futuro seguro para el campo», explica Ruiz. Y, «cuántos más vegetales incluya nuestra alimentación, mejor», enfatiza Viñuales.

En general, el consumo responsable es una baza muy importante, que, además, puede ser un aliado económico. Del Río propone aplicarlo a la ropa «comprar menos prendas y elegirlas pensando en lo que sienta bien y que no pasa de moda, es mucho mejor opción que la fast fashion. Buscar diseños bonitos de segunda mano, tejidos naturales y duraderos, y, sobre todo, evitar toneladas de residuos textiles, es pensar mucho más en uno mismo, porque no hay otro planeta donde vivir».

La educación es otra posibilidad que da resultados inmediatos, inmediatos, a largo plazo y duraderos. Para Del Río «la formación y la educación ambiental son las mejores formas de dejar de ser parte del problema para convertirse en parte de la solución. Nunca ha sido más fácil acceder a ellas y nos permitirán saber desde cómo funcionan los ecosistemas a entender, por ejemplo, qué hay detrás de eslóganes como 100 % natural, o confiar en un sello de sostenibilidad. Solo conociéndolos podremos juzgar por nosotros mismos y tomar buenas decisiones como consumidores».

Salir al campo, además de ser muy saludable, permite hacer voluntariados y sumar esfuerzos en acciones de restauración de espacios naturales, «o esa zona tan bonita y cercana a casa, que ahora parece abandonada y llena de basuras», propone Amanda del Río. Es más, Ruiz, recalca que «la colaboración ciudadana es clave para conocer el estado de conservación de nuestra naturaleza. Hay múltiples programas de ciencia ciudadana a los que apuntarse y no es necesario tener experiencia previa. Desde de SEO/BirdLife invitamos a disfrutar del campo contando aves».

Participando se puede conseguir mucho y llegar muy lejos. Como mínimo a nuestros ayuntamientos. Víctor Viñuales sugiere «escribir a nuestros alcaldes o alcaldesas para que se muevan a favor del clima». Y, si se quiere llegar más lejos aun, también hay opciones. Ruiz propone directamente la ONU, sumándose a la campaña #1Planet1Right (1 Planeta 1 Derecho), puesta en marcha por más de 100 organizaciones de la sociedad civil para pedir a las Naciones Unidas que añada un artículo a la Declaración Universal de Derechos Humanos que consagre el derecho universal a un medio ambiente natural y un planeta sano, porque «sorprendentemente, no lo es aun. Sin embargo, La naturaleza es garantía de salud y de calidad de vida. Que todas y todos podamos vivir en un medio ambiente sano debería ser un derecho humano universal. Es algo que queremos cambiar con esa campaña con tu firma lo podemos lograr muy pronto».

Un punto pálido azul

Es el nombre de la histórica fotografía de la Tierra tomada en 1990 por la sonda Voyager 1, la primera nave espacial en alcanzar el espacio interestelar-, desde una distancia de 6.000 millones de kilómetros. Desde allí, la Tierra era tan solo un pequeño punto de luz.Pero la imagen daba una idea cabal de la vulnerabilidad del planeta. Considerada como una de las más importantes de la ciencia del espacio, a Carl Sagan, científico y asesor de la NASA, le suscitó una inspiradora reflexión, de la que extraemos algunas frases: «Ese punto es aquí. Eso nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez oíste hablar, cada ser humano que ha existido ha vivido aquí su vida. Cada rey y campesino, cada joven pareja emocionada, cada madre y madre, cada niño esperanzado en la historia de nuestra especie, vivió ahí. En una mota de polvo suspendida en un rayo de sol”. En toda en toda esa vastedad no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay otro lugar al que nuestra especie pudiera migrar. Nos guste o no, la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Es nuestra responsabilidad tratar de preservar el pálido punto azul, el único hogar que hemos conocido».