Sección patrocinada por sección patrocinada

Medio Ambiente

El cambio climático altera el ritmo de los árboles: florecen dos veces

El calor de los últimos meses, anómalo para la época del año, ha alterado los ciclos naturales de muchas especies modificando sus periodos de floración y caída de hojas

Observación del voluntariado del observatorio RitmeNatura de un papamoscas gris sobre una rama que ha perdido las hojas, en Pedralbes
Observación del voluntariado del observatorio RitmeNatura de un papamoscas gris sobre una rama que ha perdido las hojas, en PedralbesDavid Gispert

El cambio climático está violando cada vez más leyes de la naturaleza: ha dejado a los Alpes suizos sin hielo este verano, está llevando vida a la inhóspita Antártida, ha retrasado la caída de las hojas de los árboles y hasta las uvas de Nochevieja adelantan su maduración. Ahora, el Centro de Investigación en Ecología y Aplicaciones Forestales (CREAF) confirma que el otoño más caluroso de la serie histórica en España ha alterado los ciclos naturales de una gran variedad de plantas y multitud de árboles frutales.

Los datos de la red FenoCat del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) y del observatorio ciudadano RitmeNatura del CREAF confirman que especies como el tomillo, la retama o árboles como el almendro, el ce rezo o el peral, que ya florecieron en primavera, lo han hecho una segunda vez durante este otoño, algo muy poco habitual que ha sorprendido al voluntariado de las dos redes de seguimiento fenológico catalanas.

Ya se habían registrado en el sur de Cataluña un adelanto gradual de las floraciones desde 1970. Por poner un ejemplo, algunas especies de almendro, como el de la variedad Ferragnes, florecen 10 días antes que hace 40 años. Lo relevante ahora es que sufran sufran dos «primaveras fenológicas»; es decir, que asimilen que en otoño vuelve a ser primavera.

La fenología es la ciencia que escribe y estudia las relaciones entre el clima y el calendario natural de las especies (floración de las plantas, maduración de los frutos o migración de los pájaros). Cuando se altera algún factor climático, como la elevada temperatura de septiembre y, especialmente de octubre, se pueden observar cambios en los ritmos de las especies.

Un ejemplo son estas segundas floraciones. «Es preciso decir que estas floraciones de otoño son más discretas que las de primavera, pero para las plantas pueden suponer el gasto de unos recursos que podrían necesitar en primavera, en el momento de máxima actividad vegetativa», comenta Ester Prat, coordinadora del observatorio ciudadano RitmeNatura del CREAF.

Además, el hecho de que las plantas cambien el momento de la floración acarrea otras consecuencias. En primer lugar, que los animales también alteren el momento de migración o despierten de la hibernación antes que en épocas pasadas. Entre otros problemas, podemos encontrarnos con que las flores y los insectos que las deben polinizar aparezcan en momentos diferentes y no se encuentren (contribuyendo a la extinción extinción de ambos reinos), o que las heladas del mes de marzo dañen las flores y las futuras cosechas.

cambio climático floración
cambio climático floraciónMiguel Roselló

Hojas que no caen

Los proyectos científicos del CREAF también han detectado que, un año más, la caída de las hojas se ha retrasado y que los colores otoñales llegan a su punto álgido más tarde que de costumbre. «Llevamos años observando esta tendencia y este 2022 se ha repetido el fenómeno: la caída y el cambio de color de las hojas llegan unas semanas más tarde según lo que toca en cada zona de Cataluña», comenta Jordi Cunillera, jefe del Equipo de Cambio Climático del SMC. Si hace más calor, los árboles caducifolios mantienen las hojas durante más tiempo y, por tanto, éstas caen más tarde y« se modifica temporalmente todo el ciclo de descomposición», concluye.

Los expertos no tienen ninguna duda: «La temperatura media ha aumentado en Cataluña en 1,5ºC desde 1950 y las alteraciones fenológicas que estamos observando son la manifestación inequívoca de este cambio». En cuanto a la temperatura media del mes de octubre, cabe destacar que, en algunas zonas del país, ha sido hasta 4 o 5°C superior al valor medio del período 1961-1990.

Observando las estaciones

Los responsables de los dos proyectos de seguimiento de la fenología en Cataluña coinciden en que es necesario seguir estudiando estos cambios en el ciclo natural de las especies en una situación de cambio climático como la actual. En este sentido, el SMC y el CREAF creen que todo el mundo puede aportar su grano de arena y es por eso que, conjuntamente con la Universidad Autónoma de Barcelona, impulsan el nuevo proyecto de ciencia ciudadana Barcelona Reconnecta.

La iniciativa propone explicar a la ciudadanía el impacto del cambio climático en los calendarios naturales mediante la observación, una herramienta de reconexión con la naturaleza. Para ello, desarrollarán una serie de talleres que en institutos de educación secundaria, aulas ambientales o asociaciones interesadas que contacten a través del correo: bcn.reconnecta@uab.creaf.cat.