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La contra

«El 85% de la población mundial vive bajo contaminación lumínica»

Antonia Varela

Directora de la Fundación Starlight

Antonia Varela, directora de la Fundación Starlight. © Jesús G. Feria
Antonia Varela © Jesús G. FeriaLa Razón

Creada en 2009 por el Instituto Astrofísico e integrada en la Unesco, la Fundación Starlight tiene entre sus objetivos, muy resumidamente, la protección y conservación de los cielos nocturnos, la divulgación de la astronomía y la promoción del turismo científico, específicamente el turismo de estrellas. Cuenta con el apoyo de la Organización Mundial del Turismo de la ONU y de la Unión Astronómica Internacional y es la entidad encargada a nivel mundial de otorgar los certificados que acreditan las Reservas Starlight, territorios que mantienen intactas las condiciones de iluminación y nitidez del cielo nocturno, que une a sus bienes culturales naturales, y los Destinos Turísticos Starlight, que respaldan a lugares con una calidad de cielo e infraestructuras idóneas para practicar el turismo de estrellas.

¿Qué tiene el cielo, que el ser humano lo mira y observa desde el principio de los tiempos?

El universo es como el techo de nuestra casa, el que nos acoge y nos conecta con la Humanidad y con los orígenes. El hombre ha mirado el cielo intentando descifrar y para preguntar de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. Diría que el cielo ejerce un magnetismo casi místico, pero también es la observación del cielo lo que nos ha llevado a una sociedad, que es cuestionable si es mejor o peor, pero es en la que estamos. A lo largo de toda la historia el elemento transversal de casi todas las culturas de la humanidad es el cielo y en su observación está el origen de casi todas la ciencias y también emerge el desarrollo tecnológico y científico.

Uno de los objetivos de la Fundación Starlight es la defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas, ¿por qué?

Entre otras cosas, porque está en riesgo de extinción. Un 23% de la superficie del planeta tiene alta contaminación lumínica, que se concentra en las ciudades y en ellas vive el 85% de la población mundial, y crece cada año alrededor de un 10%; por tanto, vive bajo contaminación lumínica y atmosférica y no tiene cielo oscuro. Por eso, proponemos que el cielo sea un objetivo de desarrollo sostenible. Sin el cielo, perderíamos el planeta. Y, ojo, no se trata solo de cielos oscuros, también de cielos tranquilos.

¿A qué se refiere ese concepto?

A que ahora hay nuevas amenazas. Hay una previsión de que haya una enorme cantidad de satélites enviados al espacio exterior, en 2030 hasta 400.000. Forman constelaciones que dificultan enormemente la investigación astronómica. Que son necesarios muchos de ellos para las comunicaciones, etc., sí; pero, quizá no todos sean beneficiosos para la humanidad. No hay una ley que regule el espacio exterior y cada uno hace lo que le da la gana.

Volviendo al punto anterior, ¿preservar el cielo es también preservar el medio ambiente?

Sí. La sobreiluminación contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y al cambio climático, que alteran los hábitats. Además, la contaminación lumínica también tiene un impacto importante en la biodiversidad, tanto la flora como la fauna. Son muchas las especies que necesitan un cielo oscuro para su conservación.

¿Las certificaciones Starlight, promueven el turismo de estrellas, son también una herramienta de conservación?

El de estrellas es un turismo responsable y sostenible. Es un turista respetuoso con el medio ambiente, que no quiere que cambien los entornos, sino disfrutarlos y dejarlos como están. Lo que buscan estos turistas es llevarse la experiencia y las sensaciones en el alma. Además, el astroturismo es una actividad de divulgación científica y de ciencia ciudadana que también despiertan nuevas vocaciones científicas.

¿Cómo de beneficioso es para los territorios el astroturismo?

Es una oportunidad de empleo para jóvenes y muchas mujeres en el entorno rural, e idóneo para diversificar y desestacinoalizar esta actividad. De hecho, cada vez más territorio están apostando por ese modelo, se quieren certificar y estamos viendo cómo crece de forma imparable. Si hace 15 o 20 años nos hubieran dicho que el cielo podía ser un motor de economía sostenible a través del turismo, no lo hubiéramos creído.

Perfil

Científica y defensora del cielo

Directora gerente de la Fundación Starlight y del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, Antonia Varela es doctora en astrofísica e investigadora del Instituto Astrofísico de Canarias. Docente también durante 22 años en la Universidad de la Laguna y siempre entusiasta divulgadora de la astronomía, se siente casi una activista en defensa del cielo. Considera su paso por la Universidad para Adultos y Mayores como su gran escuela «porque me obligaba a salir de la jerga científica, para ayudar a entender esta ciencia a personas de la sociedad general».