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Sostenibilidad Cellnex
Biosaludables y duraderas, nueva propuesta de muebles de cocina
El sistema Kitchen for Life ha sido concebido para reducir COVS, compuestos orgánicos volátiles, y ser de usar y no tirar
Si la cocina es el lugar en el que se preparan, y donde frecuentemente se consumen, los alimentos; si puede llegar a ser la habitación más cara de equipar y la que, ante una mudanza o una reforma, se tira, porque no se adaptan los muebles de una a otra casa o a una nueva distribución, ¿por qué no darle una vuelta y hacer algo diferente? Más sana, más adaptable, duradera y transportable.
Esas fueron las premisas que llevaron a la arquitecta y diseñadora Paula Rosales, primero, a experimentar, con su propia cocina, y, después, a crear un sistema de muebles con esos criterios. Lo ha llamado Kitchen for Life, Cocinas para la vida, y como su propio nombre indica, se trata de una apuesta por la durabilidad y los materiales saludables.
Menos tóxicos, más duradera
Reducir la presencia de COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles) en la cocina fue un objetivo fundamental en el proceso de selección de los materiales que integrarían ese diseño. Por una experiencia profesional anterior tuvo que le investigar sobre los tóxicos químicos que están en el aire «aunque en aquel momento, 2014, todavía no estaba tan a la orden del día el tema de la calidad de aire en los edificios, sí que después, con el COVID empezamos a ser más conscientes de la importancia de la toxicidad que puede haber en nuestro propio entorno doméstico. Por eso, al reformar mi propia casa y como había tomado conciencia, y me propuse profundizar en ese aspecto y buscar y seleccionar materiales con menor presencia de COVs».
Los compuestos orgánicos volátiles son sustancias químicas que, por evaporación, se desprenden de compuestos presentes en disolventes, pinturas, plásticos, productos de limpieza, maderas aglomeradas, lacas, siliconas, tintas de impresora y un etcétera muy largo. Al estar el aire que se respira, en el ámbito del hogar pueden causar irritaciones de ojos o nariz, dolor de cabeza o nauseas. Solo en casos de muy alta exposición pueden tener efectos más graves; pero, para las personas con especial sensibilidad química o múltiple, reducir su presencia en su entorno diario es muy recomendable.
Rosales es, consciente de que totalmente «lo que se dice, totalmente libre de COVs, no podría ser, pero muchos menos, sí. Y que, al ser mi casa, podía experimentar y decidir qué poner y qué no».
Entre los materiales que Rosales descartó desde el primer momento incluir en esta línea de mobiliario para cocina el aglomerado y los laminados rechapados, «que tienen pegamentos que desprenden elementos a la atmósfera». En el capítulo pinturas la opción han sido «lacas al agua y en polvo, que hemos considerado la mejor opción. Solo con esos dos elementos, ya se reduce mucho la toxicidad».
A lo que dijo que sí, en cambio, fue a la encimera de gres porcelánico «porque tiene un tratamiento que se llama actives y que con la luz genera una reacción fotocatalítica que lo que hace es matar virus, hongos y bacterias en la superficie. Es una excepción, ciertamente, porque la cerámica requiere más energía en su fabricación. Pero, me pareció interesante para el lugar en el que se prepara la comida».
A prueba de reformas
Como arquitecta sabe que en las reformas y mudanzas «prácticamente siempre se tiran los muebles de cocina. Toneladas de ellos, sean baratos o caros. Ante una cama o un sofá se busca adaptarlos al nuevo espacio, se retapizan o lo que sea. Pero, con las cocinas no. Van a la basura».
Otra cosa que «me daba mucha rabia es que, cuando el aglomerado de un mueble bajo un fregadero se hincha, o una bisagra se desatornilla, no hay nada que hacer. Ni se puede reparar, ni se consigue volver a ajustarla». Por eso y puesta a experimentar «decidí hacer cosas diferentes: una estructura de acero, totalmente hueca y solo con cajones y frentes; que se monta de manera mecánica y que permite evolucionar, añadir elementos sin cambiar nada, porque se montan y desmontan como un mecano», describe Rosales.
Es justamente esa estructura de acero hueca premecanizada lo que permite «que sea reutilizable, reversible y que podamos distribuir los elementos en diferentes posiciones. Tanto como para poder llevarla de una casa a otra igual que el resto de los muebles».
Kitchen for Life se presentó al público en Casa Decor 2021, «con una estupenda acogida entre diseñadores y decoradores. Ya hemos instalado 12 y vamos a enviar la primera al mercado exterior, que viajará a Alemania». Para todo ello «tuvimos que hacer todo un aprendizaje, empezando por cómo industrializarla por ser un sistema completamente diferente».
Está convencida de es un proyecto con mucho recorrido posible, pero también con áreas de mejora, por eso reflexiona : «hemos tomado las decisiones combinando criterios de ergonomía, funcionalidad, economía, diseño y salud. Cualquier iniciativa tiene puntos débiles, por eso empezamos ahora una fase de analizar y verificar la procedencia de los componentes y tratar de certificarlos todos», afirma Paula Rosales.
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