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Tendencias

El cambiante universo

Planeta Tierra

Ramón Tamames
Ramón Tamames. Catedrático de Estructura Económica / Cátedra Jean MonnetCristina BejaranoLa Razón

Sin duda fue Galileo Galilei quien, en el primer tercio del siglo XVII, mediante un telescopio muy elemental que le había llegado de Holanda, y que él mejoró considerablemente, pudo hablar por primera vez del universo, con más conocimiento de causa que todos sus coetáneos. Los planetas, luceros como se les llama popularmente en España, de Venus, Marte y Júpiter, eran centros de rotación de satélites como la Luna lo era respecto a la Tierra.

Esa contemplación permitió además confirmar además la tesis de Copérnico –con su antecedente griego en Aristarco de Samos— , de que la Tierra gira anualmente en torno al Sol; visión heliocéntrica, distinta de la geocéntrica mantenida por los Papas, que basándose aún en Ptolomeo consideraban la Tierra como el centro del universo.

Con Galileo cambiaron, pues, muchas cosas, y luego, con nuevos telescopios, llegamos al conocimiento de las galaxias como “pequeños universos” que dijo Hubble. Debiendo recordarse que, para nosotros, en la Tierra, durante mucho tiempo nuestro universo fue la Vía Láctea. Después, con la teoría del Big Bang y su desarrollo, se explicó la tendencia de la expansión del universo, con las galaxias alejándose cada vez más rápidamente unas de otras.

Ahora puede haber nuevos cambios de teoría, más que sorprendentes. Una teoría que tardó más de medio siglo en aceptarse, el Big Bang, se pone en duda por las nuevas informaciones que nos llegan gracias al observatorio espacial James Webb, de la NASA. Que funciona desde hace bien poco, y que ya está conmoviendo las cúpulas de astrónomos y cosmólogos de todo el mundo. ¿Es posible que una teoría así, que parecía tan consolidada, pueda ser sometida a duda con los casi primeros descubrimientos del último gran telescopio espacial?