Comida para celíacos

Comer como celíacos. Para garantizarnos una buena salud nada mejor que imitar a diario la dieta celíaca, natural y energética; compuesta por alimentos de origen biológico sin procesar. Diariamente hay que consumir semillas variadas (sésamo, calabaza…); frutos secos (nueces, avellanas…); condimentos como el miso o el tamari; verduras al vapor, plancha, horno y salteadas; cereales, como quinoa, mijo o arroz integral; pescado, legumbres, y algas. Proteínas vegetales, como el tofu o el tempeh. La fruta, mejor si es en compota o al horno.

* Los múltiples beneficios del Jengibre. El jengibre confitado o en forma de caramelo se está introduciendo rápidamente en nuestra dieta. Es sabrosísimo. Sus beneficios son enormes, aunque tienen contraindicaciones a tener en cuenta: no se recomienda si tenemos úlcera, gastritis o reflujo; e, igualmente, debemos suprimirlo si tomamos sintrom o heparina. El jengibre fluidifica la sangre, como el ajo; es expectorante, recomendable –por tanto- para catarros o afecciones de garganta; alivia los síntomas de vómitos y mareos; tiene efecto antiinflamatorio, y se usa con respuesta eficaz para lumbago o artritis reumatoide. Además, puede bajar los niveles de azúcar en sangre o el colesterol.

*El colágeno frena el envejecimiento. Está sobradamente demostrado, su administración frecuente frena el envejecimiento de la piel. El principal activador del colágeno es el ácido hialurónico, pero también son importantes el aceite de camelia, el cardo mariano o el argán. Además de estos activadores, existen algunos antioxidantes que reducen la oxidación celular que provoca el envejecimiento cutáneo. Son: el aguacate, las moras y las granadas.